Ferrari debería ser el contendiente de Red Bull o al menos un claro segundo lugar, pero decepciona, al ser el cuarto en la clasificación
Cuando se esperaba que Ferrari se mantuviera como la segunda fuerza de la Fórmula 1 en la temporada 2023, la escudería italiana no sólo se ha quedado lejos de pelear por los triunfos, sino que ha dado dos pasos atrás en sus ambiciones. Una decepción.
La afamada Scuderia del Cavallino Rampante se ubica en la cuarta posición del Campeonato Mundial de Constructores con apenas 191 puntos, 312 menos que Red Bull, el equipo que lidera la clasificación y ha ganado cada uno de los 12 Grandes Premios celebrados hasta ahora.
Sus pilotos, Charles Leclerc y Carlos Sainz suman 99 y 92 puntos, respectivamente, para estar en las posiciones quinta y séptima del Campeonato.
Sin poder competir con la escudería austriaca, como el resto de los equipos, también ha sido rebasada por Mercedes y Aston Martin. Parece que Ferrari sólo podrá aferrarse a la pelea por el tercer sitio con el equipo propiedad de Lawrence Stroll, que tiene 5 unidades más.
De un año para el otro, la realidad de la histórica escudería cambió drásticamente. Si en 2022 sumaba 4 triunfos y 11 podios luego de 12 Grandes Premios, esta temporada apenas ha subido 3 veces al podio y ha estado lejos de recibir la posibilidad de recibir la bandera a cuadros. Un desastre para una marca de la que siempre se espera que sea protagonista.
Ferrari comenzó el 2023 con el anuncio de que el francés Frédéric Vasseur tomaba el relevo de Mattia Binotto, quien tras cuatro temporadas decidió renunciar a su cargo como director de equipo.
Binotto, como sus tres antecesores, tampoco pudo terminar con la sequía. La última vez que la Scuderia llevó a uno de sus pilotos a ganar el Campeonato Mundial fue en la temporada 2007 con el finlandés Kimi Raikkonen, cuando también ganó el de Constructores.
El directivo italiano no tuvo un 2022 sencillo. Sí se mantuvo en la pelea por el título de Pilotos, pero también se puso en la mira por sus diferencias con Charles Leclerc, el conductor consentido de Ferrari.
La temporada 2023 no ha sido la esperada. El SF-23 ha batallado con el rendimiento y las mejoras introducidas no han sido consistentes. Los fines de semana de GP para Ferrari inician, por lo regular, con tiempos competitivos en las prácticas, calificaciones solventes, pero los domingos de carrera el ritmo no aparece, las estrategias fallan y los pilotos, a veces, sobremanejan en la búsqueda de encontrar lo que el auto no les proporciona.
Vasseur explicó a La Gazzetta dello Sport que los problemas de ritmo de sus monoplazas tienen su origen en la aerodinámica: “Una explicación lógica es que el Ferrari es difícil de manejar. En una sola vuelta puedes arriesgar y llevarlo al límite, en carrera no es posible y el rendimiento baja. Es una cuestión de aerodinámica”.
Lo mejor que le puede pasar a Ferrari es recuperar la posición con Aston Martin y acercarse a Mercedes, la realidad es que el panorama no parece que vaya a cambiar radicalmente y la escudería ya está pensando y trabajando en 2024.
La esperanza es que lo mostrado en Spa Francorchamps, que el fue la carrera que marcó el inicio de las vacaciones de Verano, donde Charles Leclerc subió al podio y pudo mantener un paso constante, sea la nueva realidad de la Scuderia y que, al menos ahora puedan pelear con los Mercedes, Aston Martin y McLaren, estos últimos que dieron muestras de gran desarrollo.