Con cinco accidentes en dos fines de semana consecutivos (dos de Franco Colapinto y tres de Alex Albon) el equipo de Grove trabaja a destajo para llegar al callejero de Nevada con todo el material necesario.
GP de la Ciudad de México, viernes: Alex Albon acelera su Williams en el primer entrenamiento en el Hermanos Rodríguez. De golpe, se encuentra con la Ferrari de Charles Leclerc bajo el mando de Oliver Bearman, quien reemplazó al monegasco. El inglés marcha por la trayectoria ideal, el tailandés no logra esquivarlo y el choque es durísimo. El FW46 termina contra el muro, con el neumático trasero derecho arrancado de cuajo. Domingo: se larga la carrera, Albon, con su Williams reparado, parte desde el noveno lugar. En la primera curva queda envuelto en un toque con Yuki Tsunoda. Rotura y abandono.
Una semana más tarde, GP de San Pablo. Domingo de clasificación atípica después de la postergación por lluvia del sábado. Franco Colapinto pierde el control del FW46 en la húmeda pista de Interlagos durante la Q1 y termina contra la barrera de contención, con daños en la suspensión delantero y alerón delantero. La qualy continúa y ya en Q3, Albon destruye su Willams en la primera curva (suspensión delantera y trasera, alerones, sidepods). Las roturas en el chasis del tailandés son tan grandes que el ex Red Bull no puede largar. Los mecánicos del team inglés logran terminar con el auto 43 y Colapinto participa. Pero en la vuelta 32, el bonaerense pisa una zona con mucha agua y se va contra el muro. El auto, destruido.
La cara con la que James Vowles abandona el box de Williams para internarse en el hospitality es el resumen perfecto de las sensaciones que se viven puertas adentro. Los de Grove se van de Brasil con sus dos autos en una bolsa. Claro, el problema pasó inmediatamente a ser el futuro, las tres últimas carreras que se disputarán en fines de semanas consecutivos en Las Vegas, Qatar y Abu Dhabi.
Las dos semanas entre San Pablo y Las Vegas es un período muy corto para poder llegar bien preparados ante tantas roturas. No se trata de un problema financiero, de hecho, Williams este año tiene 20 millones de euros por encima del tope presupuestario (no los puede usar, claro). El inconveniente principal es el poco margen de tiempo para la construcción de las piezas de repuesto para los dos FW46. En los últimos días se llegó a poner en duda que el equipo se pudiera presentar con los dos autos en el callejero de Nevada. Por contrato con la F1, al menos uno de sus coches debe estar listo para girar en la primera práctica.
El compañero de Colapinto no frenó, siguió de largo y terminó dando contra el muro.
Vowles aseguró en la previa a la cita estadounidense que es “insostenible” que su equipo siga sufriendo accidentes importantes. "No hay ningún equipo en la parrilla que pueda hacer frente a cinco accidentes graves en dos fines de semana de carrera”, agregó el director de la escudería.
El exdirector de estrategia de Mercedes continuó: “Simplemente la cantidad de recambios que llevamos no es suficiente para soportar esa cantidad de desgaste. Tengo muchas esperanzas puestas en Las Vegas. Fuimos rápidos allí el año pasado, y confío en que el coche funcione bien en esas condiciones. Así que, haremos todo lo posible para conseguir dos coches con las mejores especificaciones posibles, con suficientes recambios a nuestro alrededor para conseguirlo”.
Para colmo, Las Vegas es en un callejero y cualquier error en pista es, seguro, golpe contra el muro. El gran problema para Williams sería que uno de sus autos sufriera roturas en alguna tanda previa a la carrera y no contar con los repuestos para que pueda volver a pista para el resto del fin de semana. Y, una semana después, será la competencia en Losail y 15 días más tarde, el cierre en Yas Marina. "Es difícil predecir cómo será todo esto. Todavía estamos recuperando los elementos de Brasil y determinando qué tenemos que hacer en términos de construcción y desarrollo para lograr el mejor escenario posible".