El Campeonato de Pilotos de F1 se define en el GP de Abu Dhabi y Norris, Verstappen y Piastri buscan lo más alto del podio.
El telón de la temporada 2025 de Fórmula 1 baja en un escenario que, al menos en papel, parece haber sido diseñado a la medida de Max Verstappen. Mientras que McLaren ha dominado los trazados de alta velocidad como Qatar, el circuito Yas Marina ostenta una personalidad dual que podría terminar convirtiéndose en la mejor aliada del tetracampeón neerlandés.
Circuito de Yas Marina: dos caras, una amenaza táctica
Yas Marina se comporta más como un callejero elegante que como un circuito permanente. Su diseño está dominado por el segundo mayor número de curvas lentas del calendario (solo superado por Singapur), especialmente en el técnico Sector 3, lo que exige una estabilidad impecable bajo frenada y una dependencia excesiva en la tracción.
El trazado de 5.281 km no tiene un equivalente directo en el calendario. Es, en esencia, un circuito de velocidad media, gracias a las dos largas rectas del Sector 2. No obstante, la preponderancia de las curvas medias y lentas lo convierte en un desafío técnico mayúsculo, donde encontrar el balance óptimo del coche es una quimera para los ingenieros.
La superficie y neumáticos, a favor del Red Bull
Aquí se destaca un dato que, si bien pasa inadvertido, resulta crucial: la superficie de Yas Marina utiliza agregado roca dura o oscura, importado de la misma cantera que abastece al circuito Internacional de Baréin. Además, este año se intervino el tramo de las curvas 1 a la 4 para mejorar los baches que siempre complicaban la preparación de la vuelta.
Pirelli lo tiene claro: la degradación aquí es predominantemente térmica, no por abrasión. Se concentra en los neumáticos traseros debido a la exigencia de tracción que impone el sector final. A diferencia de Qatar, donde la abrasividad es el enemigo, Abu Dhabi presenta niveles medios de abrasividad y agarre.
¿Por qué importa esto? Sencillamente porque podríamos decir que reduce una de las debilidades históricas del RB21: la degradación de neumáticos. Si en Losail el problema estaba en el delantero izquierdo por las curvas rápidas a la derecha, en Abu Dhabi el desafío se muda a los traseros por la tracción. Y es precisamente ahí donde el coche de Red Bull sobresale con solidez.
Lo que nos queda es un escenario donde la gestión de los neumáticos dejaría de ser la gran ventaja que ambos McLaren necesitan para salir con una victoria.
Análisis sector por sector: La batalla por la décima
Sector 1: McLaren a la cabeza
El Sector 1, que exige cambios de dirección fluidos y curvas de media a alta velocidad, es el laboratorio de agilidad de Yas Marina. La clave es la estabilidad del tren delantero y el sofisticado diseño de la suspensión, cruciales para mantener la velocidad de paso lateral sin subviraje.
El MCL39 ha demostrado ser letal transportando velocidad por las curvas 2 a la 5, lo que lo convierte en el territorio de caza de McLaren. Es aquí donde Lando Norris u Oscar Piastri deben construir su colchón contra el poder de Red Bull.
Sector 2: El territorio Red Bull
La curva 7, la horquilla, es tan lenta como la Gran Horquilla de Mónaco. La estabilidad trasera al entrar y la respuesta explosiva al salir son cruciales, pues la aceleración da paso a la recta más larga del circuito. La combinación de la horquilla (donde la tracción manda) y las dos rectas (donde la eficiencia aerodinámica es ley) es territorio natural de Red Bull.
El RB21 es letal en su capacidad de generar potencia a través de los neumáticos traseros.
Sector 3: El laberinto de la tracción
El tercer sector es el más sinuoso y lento. La estabilidad trasera es la clave para "clavar" el coche a la pista. Aquí es donde la degradación térmica ataca, y el RB21 genera mejor energía a través de los neumáticos posteriores, ofreciendo una estabilidad superior.
Red Bull tiene ventaja técnica en 2 de 3 sectores, incluyendo el más largo y el más decisivo para el tiempo de vuelta.
Verstappen a la caza por el quinto
El análisis técnico refuerza lo que la historia reciente ya sugiere. Max Verstappen encadenó cuatro victorias consecutivas en Abu Dhabi (2020-2023) antes de que Lando Norris rompiera la racha el año pasado. El campeón ha ganado cinco de las últimas ocho carreras, recuperando una desventaja de más de 100 puntos a finales de agosto.
Si Verstappen se pone delante de un McLaren en carrera, Piastri o Norris encontrarán extremadamente difícil adelantar al RB21 en el Sector 2.
Oscar Piastri es quien peor parado sale. No solo necesita un milagro, sino que llega frustrado tras el error estratégico de Qatar y debe ceder su asiento durante la FP1 a Pato O'Ward por la regla de pilotos novatos. Perder la FP1, que se corre de día a diferencia de la clasificación y la carrera (en el atardecer/noche), compromete su adaptación.
El factor mental: Experiencia vs. presión
Max Verstappen llega como el cazador sin nada que perder. Se siente "mucho más relajado" y asegura que la presión que rodea la batalla por el título es diferente a la intensidad de 2021. Su experiencia en múltiples definiciones, incluyendo aquel dramático final aquí mismo, juega a su favor.
"Para mí es simple. Intento extraer todo del coche. Eso es lo único en lo que pienso", explicó Verstappen.
Lando Norris, si bien tiene la matemática de su lado (un podio le corona), se enfrenta a la presión de ser el favorito sin experiencia previa en estas circunstancias. La presión de cerrar el trabajo cuando tienes todo para perder es diferente a la de atacar cuando no tienes nada.
Verstappen, el más favorecido
Si tuviéramos que apostar por quién se beneficia más de que el campeonato se decida en Yas Marina, la respuesta es clara: ese es Max Verstappen.
El campeón cuenta con:
Ventaja Técnica: El RB21 domina 2 de 3 sectores.
Superficie Favorable: La abrasividad media mitiga las debilidades del Red Bull.
Historial Aplastante: Cuatro victorias consecutivas en este circuito.
Experiencia: Ganó el título aquí bajo una presión extrema.
Momentum: Cinco victorias en las últimas ocho carreras.
En un circuito donde todo parece alinearse a su favor, el tetracampeón tiene la oportunidad de completar lo que sería la mayor remontada en la historia de la Fórmula 1: de 104 puntos de desventaja a campeón del mundo, pero necesitará la ayuda de algún otro piloto y de que Lando Norris no quede en podio para salir campeón.