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En verano, también la cinta es una opción

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Si bien muchos asocian el uso de cintas para correr con las épocas invernales, no son pocos los runners que también prefieren usarlas como opción para escapar de los calores más agobiantes. Si eres uno de ellos, presta atención a estos simples consejos que nunca está de más repetir.

En primer lugar, no te saltes el calentamiento y el enfriamiento. Cuando corremos al aire libre, por lo general comenzamos un poco más lento y pasamos los primeros minutos aumentando gradualmente la intensidad hasta llegar a la velocidad planeada para correr ese día. Muchos corredores olvidan esto cuando se suben a la cinta trotadora e intentan ponerla en marcha tan pronto como comienzan. Aún en épocas de calor, no olvides aprovechar los primeros 5 o 10 minutos de tu entrenamiento para aumentar la velocidad gradualmente y hacer lo mismo a la inversa al final. Enfriarse adecuadamente ayudará a que tu ritmo cardíaco vuelva a la normalidad para que pueda evitar esa sensación de mareo y de movimiento que se produce al levantarse de la máquina para correr demasiado rápido.

Otro punto importante es conocer tus ritmos y velocidades. La mayoría de las cintas de correr registran tu velocidad en kilómetros por hora, en lugar de minutos por kilómetro, como solemos registrar usando el GPS en los entrenamientos al aire libre. Asegúrate de saber cuáles son esos números para tu caso antes de comenzar tu entrenamiento, para evitar hacer cálculos mentales sobre la marcha.

En cuanto al uso de la cinta trotadora, recuerda no agarrarte del pasamanos. Este elemento está ahí por seguridad, no para que te agarres a él mientras corres. Aferrarse a la cinta de correr compromete tu técnica de carrera y puede provocar dolor de cuello, hombros y espalda. También reduce tu carga y, de hecho, hace que correr sea más fácil, lo que puede sentirse bien en un primer momento, pero se volverá en tu contra cuando salgas a correr al aire libre más tarde. Usa estos agarres sólo para ayudarte a subir y bajar de manera segura. Si sientes que necesitas aferrarte a ellos cuando está corriendo porque tienes miedo de caerte, probablemente estés yendo demasiado rápido. Reduce la velocidad y ponte cómodo antes de volver a subirla. Y finalmente, no mires tus pies, ya que muchos corredores tienen la tentación de hacerlo cuando están corriendo en una cinta. Tus pies saben lo que están haciendo igual que cuando corren afuera. Está bien hacer una revisión rápida de los pies de vez en cuando si sientes que se está acercando demasiado a la parte delantera de la máquina para correr, pero de lo contrario, mira hacia arriba como lo haría normalmente para mantener una buena postura.

¿Tienes una cinta trotadora en tu casa?