1. LA TEMPORADA COMENZÓ y no tuvimos que esperar mucho para ver el primer encontronazo entre bancas en MLB. El sábado, el jardinero de los Cincinnati Reds, Nick Castellanos recibió un pelotazo del lanzador de los St. Louis Cardinals, Jake Woodford, tras lo cual tuvo un breve intercambio de palabras con el receptor Yadier Molina, quizás para conocer un poco más de las intenciones de Woodford. Castellanos se fue a primera y fue avanzando hasta anotar con un lanzamiento salvaje del propio Woodford. Al llegar quieto al plato, Castellanos celebró excesivamente frente a Woodford, lo que provocó la ira de los Cards, específicamente de Molina, quien le reclamo al corredor de los Rojos. El encuentro provocó empujones, alguno que otro insulto y el habitual vaciado de bancas y de bullpen, pero el partido continuo su curso normal y termino con una victoria de 9-6 de los Pájaros Rojos. El lunes, sin embargo, el nuevo vicepresidente senior de operaciones del terreno, Michael Hill, quiso enviar un mensaje de 'cero tolerancia' contra la 'violencia excesiva' en el terreno y le impuso dos juegos de suspensión y una multa a Castellanos por 'acciones agresivas y por incitar a una pelea'.
Sigo sin entender esa sanción. ¿Acciones agresivas? ¿Qué no ven NBA estos ejecutivos? Si bien es cierto que Castellanos violó una de las famosas 'reglas no escritas del béisbol' con su excesiva celebración en-la-cara', no incitó a un motín y mucho menos provocó la pelea. Simplemente le gritó a Woodford, como cuando LeBron James clava un balón para ganar ventaja y siguió para la banca, cuando recibió un empujón y no respondió al ataque. Varios jugadores, incluyendo Molina, recibieron multas, pero el único suspendido fue Castellanos. Por celebrar una carrera.