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Mientras los Chiefs se acercan a ser dinastía, los Eagles luchan desde las trincheras

ARIZONA -- El Gurú de las Diagonales se encuentra en Glendale, Arizona, la sede del Super Bowl LVII, enviando sus reportajes sobre el Gran Juego y empapándose del ambiente alrededor del State Farm Stadium.

A continuación, desde el lugar donde este domingo se enfrentarán los Kansas City Chiefs y los Philadelphia Eagles por la gloria en la NFL, el Gurú analiza lo que ha traído a ambos equipos hasta esta instancia.

LOS CHIEFS CONSTRUYEN UNA DINASTÍA

No quedan dudas de que los Kansas City Chiefs han sido el equipo más consistentemente dominante de los últimos cinco años.

Han llegado a cinco Campeonatos de Conferencia consecutivos, y estarán jugando en su tercer Super Bowl en los últimos cuatro años.

Inicialmente, uno podría pensar que este tipo de éxito no debería tener muchos precedentes.

Aunque quizás les sorprenda saber que 15 equipos habían llegado a Super Bowls consecutivos, cuando los Chiefs lo lograron en el 2020 y en el 2021.

Ahora bien, de esos 16 equipos totales, sólo tres han llegado a tres Super Bowls en cuatro años. Curiosamente, sólo los Buffalo Bills llegaron a cuatro en fila, y perdieron todos.

Es sencillo asociar décadas con ciertas franquicias: los Miami Dolphins y los Pittsburgh Steelers en los años 70, los San Francisco 49ers y los Redskins en los años 80, los Dallas Cowboys en los años 90 y los New England Patriots en la década del 2000 y la del 2010.

¿Fueron aquellos Bills de Jim Kelly una dinastía o hay que ganar títulos para ser considerado como tal?

Y en el caso específico de los Chiefs: ¿alcanza un sólo título para ser considerado una dinastía?

“Honestamente no me interesa”, declaró el entrenador en jefe Andy Reid, cuando le consultaron si pensaba que los Chiefs eran una dinastía. “Somos simplemente tan buenos como nuestro último partido, y es ahí donde está nuestra cabeza”.

Si bien Reid se puso el casete con la frase hecha, no tengo dudas que este tipo de conversaciones le importan más a los fanáticos que a los entrenadores. Al menos en el momento en el cual están sucediendo las cosas, dado que a todos les importa su legado cuando todo está dicho.

Más allá de las distintas opiniones, hay varios indicios de que el éxito del cual están gozando los Chiefs, es incluso más sustentable de lo que hemos visto hasta ahora.

La historia nos dice que las mancuernas de entrenadores en jefe y mariscales son la base de todo equipo de campeonato, y Andy Reid y Patrick Mahomes son probablemente lo mejor de la actualidad en sus respectivas posiciones.

En el caso de Mahomes, está firmado a largo plazo y todavía no ha tenido ni una sola temporada mala en la NFL.

Antes del inicio de la pasada temporada, se suponía que la AFC Oeste sería la mejor división de la liga, sin embargo, tanto Las Vegas Raiders como Denver Broncos terminaron decepcionando.

Como si fuese poco, los Chiefs han dominado su división, y la han ganado todos los años desde el 2016.

Kansas City es un equipo joven, que además tiene una gran clase de novatos que han causado impacto en esta temporada: George Karlaftis, Isiah Pacheco, Trent McDuffie, Bryan Cook, Joshua Williams, Jaylen Watson, Skyy Moore y Leo Chenal.

En otras palabras, los fuertes se hacen más fuertes y el futuro les sonríe.

Igualmente, aclaro, que aunque sea semántica, en mi opinión, hay que ganar al menos dos títulos para considerarte una dinastía.

Es por eso que creo que Kansas City tiene más que un partido en juego el domingo, dado que en caso de ganar un segundo anillo, estaría ingresando a un grupo mucho más selecto, y a una conversación de la cual Andy Reid no quiere hablar.

LA FORTALEZA DE LOS EAGLES ESTÁ EN LAS TRINCHERAS

De más está decir que no será sencillo ganar para los Chiefs, sobre todo considerando que si uno analiza los distintos grupos posicionales, los Philadelphia Eagles parecen ser más fuertes en todos los roles menos mariscal, entrenador en jefe y ala cerrada.

Es fácil dejarse llevar por los mariscales o los fuegos artificiales ofensivos, pero la mayoría de las veces son los hombres grandes en las trincheras los que definen los partidos, y nadie es mejor que los Eagles en ese sentido.

Philadelphia tiene la mejor línea ofensiva de la NFL, que se las ingenió para empujar al físico frente defensivo de los 49ers en el Campeonato de la NFC.

Semana tras semana, han sido de los mejores ataques terrestres de la NFL, y en gran parte se debe a que los cinco frontales imponen su voluntad.

“Ayuda mucho haber tenido continuidad”, opinó el tackle izquierdo Jordan Mailata. “Hemos tenido salud durante casi todo el año, y así se hace más sencillo”.

El tackle derecho Lane Johnson, sufrió una lesión y de hecho sigue jugando lesionado, pero está en una clase aparte; no permite una captura hace dos temporadas.

Y el “capitán” del barco es el centro Jason Kelce, que es el cerebro y el alma de esta fantástica unidad; Landon Dickerson e Isaac Seumalo son subestimados.

Si a eso le sumamos que los Eagles tienen a un mariscal que es una constante amenaza por tierra en Jalen Hurts, esta ofensiva se hace un acertijo imposible de descifrar.

Y si quieren más trincheras, pero del lado opuesto, el frente defensivo de los Eagles ha sido históricamente bueno.

A tal punto que Philadelphia terminó la temporada con 70 capturas, la tercera máxima cantidad en la historia.

Cuatro jugadores de los Eagles registraron al menos 11 capturas en la temporada regular, y Philadelphia terminó con 27 pérdidas forzadas.

Hace muchos años que Fletcher Cox es de los mejores tackles defensivos de la NFL, y las adiciones del novato Jordan Davis, Linval Joseph y Ndamukong Suh sólo los hizo más fuertes ante el ataque terrestre.

Haason Reddick terminó la campaña con 16 capturas, y ha continuado siendo una pesadilla para mariscales rivales en la postemporada; Josh Sweat y Brandon Graham han tenido grandes temporadas.

Por supuesto que también ayuda tener la mejor defensiva por aire de la NFL, dado que en las pocas ocasiones en las cuales los Eagles no ejercen presión, la secundaria logra soportar la tormenta.

Cuando Andy Reid llegó a Philadelphia como entrenador en jefe en 1999, impuso una filosofía que hoy persiste en la franquicia de los Eagles: “Construir a partir de las trincheras”.

Y esa identidad que Reid instauró en Philadelphia en aquel entonces pudiese ser la diferencia entre la victoria y la derrota para el hoy entrenador en jefe de los Chiefs.