La temporada pasada debía brindar claridad acerca del futuro del quarterback con los Baltimore Ravens; en lugar de eso, sucedió lo opuesto
OWINGS MILLS -- Los Baltimore Ravens entraron al fin de semana de Ronda de Comodines en contra de los Cincinnati Bengals con un optimismo cauteloso. El quarterback Lamar Jackson había sufrido una lesión en la rodilla izquierda en la Semana 13, pero jugadores y coaches imaginaron que estaría de regreso para los playoffs, de acuerdo a múltiples fuentes del equipo.
Cuatro a seis semanas parecía el peor escenario posible para la recuperación y, para un equipo que cerró la campaña regular perdiendo tres de cuatro, incluyendo un duelo de la Semana 18 contra los mismos Bengals, se necesitaba ayuda.
Pero, indicios de un regreso no fueron evidentes. Algunos en el complejo estaban preocupados cuando Jackson no entrenó para nada durante la Semana 18. A lo largo de las semanas recientes, Jackson había asistido a las reuniones de quarterbacks, pero no era un regular en los eventos del equipo, al tiempo que se rehabilitaba en un relativo aislamiento, de acuerdo a fuentes del equipo. El único partido al que viajo fue a Pittsburgh la semana después de que se lastimó la rodilla frente a Denver. Jackson no estuvo sobre el campo para el trabajo de equipo durante la semana.
Los jugadores saltaron al campo para su primera práctica de la postemporada el miércoles, 11 de enero, para descubrir que Jackson seguía ausente. No se presentó esa semana por enfermedad. Compañeros de equipo alguna vez ilusionados se comenzaron a preguntar qué sucedía. Jugadores que hablaron con Jackson recibieron indicaciones de que no podría jugar.
Luego, horas después de la sesión de entrenamiento del jueves, a las 5:41 p.m., tiempo del Este, Jackson publicó un ahora famoso tweet, describiendo su lesión como un esguince en el ligamento posterior cruzado de segundo grado, con inflamación alrededor de la rodilla, y su anuncio de que no jugaría.
Los jugadores habían recién concluido las reuniones posteriores a la práctica en ese momento; muchos se dirigían a casa. Los coaches se hallaban en sus oficinas o en otras reuniones.
"Whoo, vaya. Quedé sorprendido por eso", dijo una fuente del equipo. El head coach John Harbaugh dijo no estar al tanto que Jackson divulgaría información acerca de su lesión, y que "no le prestó demasiada atención a ello".
Una fuente del equipo estaba bajo la impresión de que Jackson podría haber jugado sin arriesgar mayor daño a la rodilla, pero una vez que quedó claro que Jackson no se sentía bien, "¿Cómo disputas eso?", preguntó la fuente. "Debes respetar la perspectiva del jugador sobre su propia lesión".
Los Ravens perdieron por 24-17 ante los Bengals en un partido que giró cuando el quarterback suplente Tyler Huntley sufrió un balón suelto perdido en el cuarto periodo, sobre la línea de gol. Jackson no viajó con el equipo a Cincinnati, pero estaba de vuelta en el vestidor al día siguiente para la reunión final del club.
Jackson se comportó como siempre, amistoso, bromeando con compañeros, e incluso riendo con el receptor abierto Sammy Watkins en torno a sus comentarios previos al encuentro implorando a Jackson que jugara. "Vaya, Sam", dijo Jackson a Watkins, con una sonrisa.
Aunque todo el personal de los Ravens entrevistado por ESPN consideró la lesión de Jackson es legítima, algunos se preguntaron si haberle brindado un nuevo contrato hace cinco meses hubiera facilitado a Jackson un poco saltar al campo para los playoffs.
"Lamar puede hablar de eso, pero mi creencia es que no", declaró el gerente general de los Ravens, Eric DeCosta, a la conclusión de la campaña. "Pienso que Lamar estaba lastimado. Lo vemos todos los días, está lastimado.
"Y su estilo único como jugador, como quarterback, pero como un quarterback móvil... tener una lesión de rodilla --una seria lesión de rodilla-- lo dificulta. Y entonces, es simplemente desafortunado que se lastimó, y el momento en que ocurrió. Se que intentaba regresar... Es simplemente inoportuno, y pienso que mala suerte para nosotros y mala suerte para Lamar".
Si la pasada temporada debía brindar claridad acerca del futuro de Jackson en Baltimore, consiguió lo opuesto. La pregunta respecto a si ambas partes acordarán una extensión está menos clara que nunca. Pero, un par de cosas sí son claras: los Ravens tendrán que colocar la etiqueta de jugador franquicia sobre Jackson para el 7 de marzo para evitar que se convierta en agente libre; y no habrá un convenio a largo plazo a menos de que los Ravens o Jackson --quien no es representado por un agente-- suavicen su postura respecto al dinero garantizado para el contrato.
Jackson --quien ha prometido no hablar públicamente acerca de su contrato desde el arranque de la campaña regular del 2022-- desea un pacto totalmente garantizado en línea con los cinco años y 230 millones de dólares que los Cleveland Browns acordaron con Deshaun Watson en marzo. Los Ravens, mientras tanto, se rehúsan a garantizar la cantidad total, según fuentes del equipo. Jackson rechazó un contrato de cinco temporadas y 250 millones de dólares en septiembre que incluyó 133 millones de dólares garantizados, muy por debajo del convenio de Watson, pero más que los totales garantizados para Russell Wilson (124 millones de dólares) y Kyler Murray (103.3 millones de dólares) en el pasado receso de temporada.
De acuerdo a una fuente con conocimiento de las negociaciones contractuales de Jackson, todas sus contraofertas a los Ravens el año pasado constituían contratos totalmente garantizados que excedieron lo de Watson, quien firmó su convenio con los Browns después de ser canjeado por los Houston Texans y antes de cumplir una suspensión de 11 partidos por violar la política de conducta personal de la NFL por cometer agresión sexual, según lo definió la liga, contra terapeutas masajistas.
"Solo porque los Browns estaban desesperados, no significa que los Ravens lo estén", dijo un alto ejecutivo de la NFL. "Ellos son una franquicia estable. No están a punto de saltar por algo, simplemente porque Cleveland lo hizo".
Si no hay un compromiso, la posibilidad de que los Ravens traspasen a Jackson, quien en el 2019 se unió a Tom Brady como los únicos en obtener el premio a Jugador Más Valioso de la NFL de manera unánime, nunca ha sido más latente. Eso es asumiendo que otro equipo estaría dispuesto a realizar el compromiso necesario, lo que probablemente significaría múltiples selecciones de primera ronda para los Ravens y un contrato totalmente garantizado para Jackson.
La designación que elijan los Ravens podría revelar mucho. Con una etiqueta de jugador franquicia no exclusivo, equipos potencialmente interesados podrían extender una hoja de oferta si están dispuestos a ceder dos selecciones de primera ronda para adquirir a Jackson mediante intercambio con Baltimore. La etiqueta de jugador franquicia exclusivo, fijada en 45 millones de dólares, permite a los Ravens controlar los términos. Si Baltimore desea algo más que dos selecciones de primera ronda por él, la etiqueta de jugador exclusivo es el camino.
"Hace un par de meses, hubiera dicho que no había manera [en que un canje ocurriera]", admitió una fuente del equipo en los días posteriores a la derrota de playoffs. "Ahora, se siente que todo es posible".
DE INICIO, parecía que Jackson había tomado la decisión correcta al apostar a sí mismo y no firmar un contrato antes de la campaña del 2022. Fue nombrado Jugador Ofensivo de la AFC para el mes de septiembre después de convertirse en el primer jugador en la historia de la NFL con al menos tres pases de touchdown y 100 yardas por tierra en partidos consecutivos.
Luego, Jackson se encontró con la peor racha de su carrera. A lo largo de sus nueve encuentros siguientes, lanzó siete pases de touchdown contra cinco intercepciones.
Lógicamente, Jackson ya no parecía ser la figura lúdica que famosamente danzaba con sus compañeros en las laterales, repartía agua a sus compañeros durante su primera aparición en el Pro Bowl, y daba maromas en las diagonales para puntualizar escapadas de touchdown.
Incluso cuando las cosas iban bien, Jackson pareció estar más presionado. Se involucró en una discusión con su compañero Ronnie Stanley en una victoria de la Semana 9 en New Orleans, después de que el tackle izquierdo le dijera que se relajara después de una penalidad. En el mismo encuentro, Jackson lanzó su casco al suelo en las laterales en múltiples ocasiones, después de errar en conexiones a receptores abiertos y tirar intercepciones. Dos semanas más tarde, furiosamente pateó un balón después de un castigo por demora de juego en la zona roja contra Carolina en un partido que acabó con una racha de cuatro victorias consecutivas.
Cuando se le preguntó a media temporada si Jackson se había vuelto cada vez más frustrado, Harbaugh respondió que no hay una medida para "más".
"Ese es el término que alguien puede lanzar allá para crear una narrativa, supongo", explicó Harbaugh en noviembre. "Lamar detesta perder. Todos detestamos perder, y detestamos no ejecutar, y todos detestamos no anotar touchdowns en la zona roja. Entonces, si esa es la frustración, seguro. No me importa esa clase de frustración; quiero que todos estemos frustrados por eso".
A pesar de la insistencia de Jackson de que no charlaría sobre su situación contractual luego de la Semana 1, se encontró a sí mismo en medio de ese candente tema a lo largo de la campaña.
En un partido de la Semana 8 en Tampa Bay, Jackson tiró dos pases de touchdown en la segunda mitad de una victoria por 27-22. Mientras salió trotando del campo hacia el túnel, un cartel de un aficionado que se zafó de donde estaba amarrado cayó a los pies de Jackson. Decía: "Páguenle ahora".
Jackson lo autografió y devolvió al fan.
"Eso fue gracioso", dijo Jackson después. "Vi que cayó justo a mis pies y simplemente lo tenía que levantar".
Lamar Jackson approves this message:
— Kimberley A. Martin (@ByKimberleyA) October 28, 2022
"Pay 'em now!" pic.twitter.com/9uRyBb5POf
Cuatro semanas más tarde, Jackson no estaba de humor para bromas después de una derrota por 28-27 en Jacksonville durante la Semana 12. En una tensa sesión ante los medios posterior al juego, se mostró frustrado por los frecuentes problemas de zona roja y de forma poco característica, recordó que EverBank Field fue donde perdió su último partido colegial. "Perdí de nuevo, así que a la mie--- esto", dijo.
El temperamento de Jackson se encendió todavía más cuando recurrió a las redes sociales después del partido y vio una publicación de un fanático de los Ravens que decía: "Alguien pidiendo más de 250 millones de dólares garantizados como [Jackson] ... partidos como este no deberían reducirse a [el pateador de lugar] Justin Tucker". El fan agregó, "Dejen que Lamar camine y gasten ese dinero en un equipo bien redondeado".
Jackson respondió al poco tiempo con una contestación profana señalando, entre otras cosas, que el aficionado "nunca había olido un campo de fútbol americano". La publicación de Jackson fue borrada después de tres horas y media, y se disculpó más tarde en la semana. Esa vez fue la última que Jackson habló con reporteros.
Harbaugh dijo que era "fuera de carácter" para Jackson responder de esa manera, añadiendo, "Nunca lo he visto decir una cosa así antes".
Una semana más tarde, en una victoria de 10-9 sobre los Denver Broncos en la Semana 13, Jackson se lastimó la rodilla izquierda en la jugada final del primer cuarto y se fue rengueando al vestidor. No volvería a jugar.
AL TIEMPO QUE ALGUNOS de los mejores jugadores de la NFL se reunían en los Pro Bowl Games en Las Vegas a inicios de este mes, el esquinero de Baltimore, Marlon Humphrey, exploraba el interés de algunos agentes libres potenciales por unirse a los Ravens.
"Siempre que lo intenté, me respondieron con un '¿Van a pagarle a Lamar?'", publicó Humphrey en sus redes sociales.
Durante la conferencia de prensa de final de temporada de los Ravens en enero, DeCosta declinó ofrecer porcentajes sobre las probabilidades de llegar a un acuerdo con Jackson este año, agregando, "Ciertamente se necesitan dos para el tango".
Las dos partes requieren cerrar su diferencia filosófica sobre el dinero garantizado para alcanzar un acuerdo, y los oficiales de los equipos han señalado que ha sido difícil lograr que Jackson regrese por momentos a las negociaciones durante los dos años que han pasado desde que el quarterback ha sido elegible para una extensión. Varios agentes veteranos de la NFL opinan que Jackson ha mostrado poco interés en aceptar reuniones con representantes, pese a que lo han intentado decenas. No se sabe si ha habido charlas contractuales sustanciales en las cinco semanas desde que culminó la temporada.
El compañero de equipo y amigo de Jackson, Calais Campbell, quien es un veterano de 15 temporadas y un vicepresidente ejecutivo de la NFL Players Association, está entre los que minimizan el escrutinio que se asigna al hecho de que Jackson se auto-representa.
"No es como que está descifrando [las cosas del contrato", dijo Campbell a ESPN durante la temporada. "Ha pasado tiempo y esfuerzo para colocarse en la mejor posición... La mayoría de personas no lo hace de ese modo. Es, de hecho, admirable".
Jackson es ampliamente considerado como el mejor quarterback de amenaza dual en la historia de la NFL, superando a defensivos con sus movimientos elusivos y velocidad, así como con su subvalorado brazo. Se convirtió en el primer jugador en la liga en producir 5,000 yardas por pase y 2,500 yardas por tierra en las primeras tres campañas de una carrera.
Su impacto para el triunfo también es innegable. Desde el 2019, los Ravens tienen marca de 40-17 con Jackson, promediando 27.5 puntos por partido. A lo largo del mismo periodo, Baltimore está 4-9 sin él, totalizando 17.2 puntos por partido.
Los 13 partidos perdidos denotan la preocupación que existe por la durabilidad de Jackson, especialmente después de que no consiguiera terminar una campaña por segunda temporada consecutiva. Ha estado marginado por 10 de los últimos 22 partidos de Baltimore, incluyendo la postemporada.
A pesar de sus lesiones recientes, las habilidades incomparables de Jackson lo convierten en el quarterback del receso de temporada, en caso de que Baltimore lo deje a disponibilidad, de acuerdo a múltiples ejecutivos de la liga.
"Pasa al frente de la fila", expuso un ejecutivo de la AFC. "No hay nadie como él. Quizás haya desacuerdo entre el jugador y el equipo, pero en general, sigue siendo un gran jugador y no es un tipo malo, La durabilidad es una preocupación leve".
Pero, múltiples oficiales de equipos rivales contactados por ESPN dijeron que la idea de ceder al menos dos selecciones de primera ronda --el precio de entrada, con base en la etiqueta de jugador franquicia no exclusivo-- por el derecho de pagar a Jackson entre 230 y 250 millones de dólares en dinero garantizado puede hacer que los equipos duden.
"Los equipos siempre necesitan quarterbacks, así que habrá interés, como resultado, especialmente si el gerente general y el head coach requieren ganar ya", dijo un ejecutivo de la NFC. "Pero cuando consideras el factor de lo que tienes que ceder a futuro, conceder sus demandas contractuales, además, de los temas de durabilidad, será difícil de vender. Hay mucho por descifrar allí".
El actual receso de temporada también podría fortalecer la posición de los Ravens de no ofrecer contratos totalmente garantizados. Si quarterbacks como Joe Burrow de los Bengals, Justin Herbert de Los Angeles Chargers y Jalen Hurts de los Philadelphia Eagles no reciben extensiones de contrato totalmente garantizadas, que excedan los 124 millones de dólares que entregaron a Wilson, subrayaría el hecho de que el convenio de Watson es más una excepción que un precedente. La habilidad de Watson de negociar directamente con potenciales socios de canje para Houston, y efectivamente elegir su destino, también hicieron única su situación.
Y, probablemente no ayuda a la causa de Jackson que Watson, Wilson y Murray la pasaron mal y marcaron los QBRs más bajos de sus respectivas carreras tras firmar esos contratos. Denver y Cleveland pagaron un combinado de cinco selecciones de primera ronda por Wilson y Watson y triunfaron en un combinado de 12 partidos durante el año pasado. Equipos que creen se puede ganar con un nivel de juego promedio en la posición de quarterback citarán esos ejemplos como motivo para no apostarlo todo a Jackson.
Por ahora, la ventaja de Jackson está en no hacer nada. Si recibe la etiqueta de jugador franquicia exclusivo, puede esperar a firmar o no reportar para nada al equipo, lo que hizo el ex corredor de los Pittsburgh Steelers, Le'Veon Bell, cuando se quedó sin jugar en el 2018.
"Podría convertirse en un punto muerto, porque yo no esperaría que el firmara la [oferta calificada de la] etiqueta por algún tiempo", señaló un ejecutivo de la AFC. "Y [los Ravens] estarán muy lejos en cuanto al dinero garantizado".
SI EL CONTRATO DE JACKSON fue la trama de la temporada de los Ravens durante la campaña del 2022, el futuro del coordinador ofensivo se fue convirtiendo, cada vez más, en punto de debate entre aficionados. Roman renunció el 19 de enero, y el momento llama la atención: justo cuando el futuro de Jackson con la franquicia parece incierto, los Ravens buscaron un nuevo coordinador.
Los Ravens hablaron con Jackson después de partir caminos con Roman, preguntando su opinión respecto a personal y su visión para la ofensiva, de acuerdo a una fuente del equipo. Baltimore luego dio a Jackson oportunidades de involucrarse en la búsqueda del coordinador ofensivo, Pero, no tuvo interacción directa con ninguno de los candidatos.
Después de entrevistar a 14 coaches, los Ravens contrataron al coordinador ofensivo de la Universidad de Georgia, Todd Monken, quien podría haber sido el candidato más candente disponible, el 14 de febrero. Múltiples equipos de la NFL cortejaron a Monken, pero él priorizó Baltimore, con su estabilidad bajo Harbaugh y DeCosta, y la oportunidad de dirigir a un quarterback de élite. El puesto de coordinador ofensivo de Baltimore era considerada una posición premium entre las disponibles.
La organización respeta bastante a Roman, cuyos Ravens estuvieron entre las mejores ofensivas terrestres entre el 2019 y 2022. Pero, un juego aéreo muy dependiente de los alas cerradas y corredores se ubicó N° 27 o peor en yardas por pase en la NFL en tres de las cuatro campañas de Roman al mando de las jugadas allí. Una fuente del equipo dijo que Jackson no estaba insatisfecho con la mayor libertad y empoderamiento en el juego aéreo que experimentó durante una derrota por 42-38 ante Miami (21 de 29 pasando, 318 yardas, tres touchdowns) en la Semana 2, y un nuevo coordinador podría ser capaz de brindarle eso. Otra fuente del equipo agregó que, como Jackson cree que puede hacer cualquier cosa con un balón, puede ser difícil de saber exactamente qué quiere, y limitar su habilidad para correr sería una imprudencia.
Pero, temas claros surgieron durante la búsqueda por un coordinador ofensivo para Baltimore, según fuentes involucradas: El equipo desea desarrollar a Jackson como pasador, y Harbaugh sintió que los cambios ofensivos eran necesarios para tratar de regresar a un Super Bowl.
Monken no teme lanzar el ovoide. Cuando Monken fue coordinador ofensivo de los Tampa Bay Buccaneers en el 2018, los Bucs intentaron la cuarta mayor cantidad de pases en la NFL (625). Pero, ese equipo también lanzó la mayor cantidad de intercepciones (26). De hecho, en los tres años de Monken con Tampa Bay (2016-18), los Bucs tuvieron la segunda mayor cantidad de entregas de balón en la liga (89). Ese patrón continuó cuando se unió a los Browns en el 2019 cuando Baker Mayfield tiró 21 intercepciones, la segunda mayor cantidad en la NFL. Distorsionando el cuadro está el hecho de que, aunque mandó jugadas para una de las mejores ofensivas colegiales en Georgia, Monken no mandó jugadas durante la mayor parte del tiempo como coordinador de NFL.
El tema de Jackson fue una pieza central en el proceso de entrevistas. Los Ravens preguntaron a los candidatos cómo mejorarían a Jackson y cómo crearían química con él, según una fuente con conocimiento del proceso.
Los coaches delinearon planes para Jackson, desde trabajo de pies y lanzar en movimiento, a darle más conceptos ofensivos para estudiar.
Un candidato dijo que salió con la sensación de que Baltimore planeaba que regresara Jackson. Otro candidato presentó planes ofensivos con Jackson y sin él, solo por si acaso.
En un punto crítico para Harbaugh, el head coach en su temporada N° 16 de los Ravens debe trazar una senda para Jackson o esperar el éxito siguiendo el ejemplo de los Seattle Seahawks, quienes construyeron su plantilla alrededor de un nuevo quarterback. Después de que Wilson fuera canjeado tras 10 campañas en Seattle, su reemplazo, Geno Smith, se convirtió en la historia inesperada de la NFL, ganando el premio como Regreso del Año después de conducir a los Seahawks a los playoffs. Tal ruta, por supuesto, llegaría con considerable riesgo para los Ravens.
Si los Ravens partieran caminos con Jackson, el equipo adquiriría suficiente capital de draft para seleccionar a uno de los mejores prospectos en la posición de quarterback del draft de este año, o el siguiente. Baltimore puede sumar a un veterano al corto plazo como el agente libre Mayfield, quien tiene lazos con el nuevo coordinador ofensivo de los Ravens. En el 2019, Mayfield tiró para una marca personal de 3,827 yardas en su única campaña con Monken como su coordinador.
Un plan de reserva a corto plazo es Huntley, el suplente primario de Jackson por el último par de campañas y un agente libre restringido. Pero, la ofensiva de Baltimore sufrió en grande la temporada pasada con Huntley, totalizando cuatro touchdowns en sus cinco inicios. El balón suelto de Huntley en la línea de gol fue, también, la jugada decisiva en el descalabro de postemporada en Cincinnati.
Los jugadores de Harbaugh han dejado en claro su preferencia. Durante el programa previo al Super Bowl de NFL Network, Campbell declaró que Baltimore no debe estar considerando canjear a Jackson, describiéndolo como "una leyenda", y el factor-X por excelencia.
"Cuando estamos sobre el campo de fútbol americano y sabemos que Lamar Jackson está allí atrás como quarterback, creemos que le podemos ganar a cualquiera", notó Campbell. "No podemos simplemente poner a cualquiera allá atrás y esperar ser un gran equipo de fútbol americano".
Campbell añadió, "En los negocios, habrá momentos donde debes estudiar ideas, y alguien podría acercarse y decir, 'Ey, te damos cinco selecciones de primera ronda o lo que sea'. Pero, ¿con quién lo reemplazas?
"No hay garantías de que uno de esos quarterbacks novatos llegue y sea un Lamar Jackson. Puedes ir por un agente libre y no saber realmente cómo se van a acomodar. Y realmente, no hay agentes libres allá afuera que sean Lamar Jackson. Entonces, sea lo que sea que necesitemos hacer. Ey, Eric DeCosta, te amo. Encontremos el modo de hacer que esto suceda".
DeCosta ha mostrado que no teme mover a jugadores de gran renombre. Traspasó al tackle ofensivo de Pro Bowl, Orlando Brown Jr., y al recluta de primera ronda Marquise Brown en el último par de recesos de campaña, recibiendo dos selecciones de primera ronda de vuelta.
Partir caminos con Jackson sería un nivel diferente, sin embargo. Ha habido apenas nueve canjes involucrando a quarterbacks con designación de Jugador Más Valioso en la NFL --desde Roman Gabriel en 1969 a Matt Ryan el año pasado-- desde que el premio se entregó por primera ocasión hace 66. Ningún quarterback JMV ha sido canjeado, nunca, antes de los 30 años de edad. Jackson tiene 26.
DeCosta no descartó la idea cuando se le preguntó si el equipo escucharía ofertas de canje.
"Es algo de lo que no vamos a hablar en este punto", dijo DeCosta en enero. "Nuestro enfoque ahora es realmente llegar a un acuerdo a largo plazo; es nuestro enfoque singular en este punto.
"Va a tomar algo de tiempo, va a requerir algo de esfuerzo, va a necesitar de una gran comunicación --dar y recibir-- pero tengo confianza de que vamos en el camino correcto para conseguir algo".
El siguiente paso en esa senda, se espera, sería la etiqueta de jugador franquicia. La ventana para colocar esas designaciones sobre los jugadores abrió el martes y cierra hasta el 7 de marzo. Lo que suceda desde allí será el marco para una de las historias más atractivas del receso de campaña.