La consultora suiza Sportradar identificó más de 1,200 partidos sospechosos en 12 deportes diferentes dentro de 92 países el año pasado
En el 2022, cuando Calvin Ridley fue suspendido por apostar en partidos de la NFL, el caso se consideró ampliamente como uno aislado entre las cuatro grandes ligas profesionales de Estados Unidos en la era de las apuestas deportivas legalizadas.
Ridley cumplió con un año de suspensión, ofreció una sentida disculpa diciendo que se había tratado de “error aislado de criterio” y fue reincorporado en marzo.
Pero en abril, tres jugadores fueron castigados por apostar en partidos de la NFL y dos más por hacer apuestas en encuentros que no pertenecen a la liga. Este mes se abrió una investigación a otro jugador.
Y entonces, un foco de atención se encendió no sólo en la NFL, sino en las apuestas deportivas de Estados Unidos en general. Si bien ninguna de las acciones de los jugadores estuvo relacionada con intentos de arreglar partidos, los incidentes han generado un diálogo público sobre la integridad de los deportes profesionales a medida que las apuestas deportivas legalizadas crecen cada vez más en el país.
"Las ligas están bailando con el diablo", dijo Declan Hill, un profesor de la Universidad de New Haven, quien es consultor para Interpol y pionero en el primer curso educativo en línea en contra del amaño de partidos. "Esto es lo que sucede. Habrá una jugada un poco extraña y dudosa y los fanáticos comenzarán a pensar: '¿Fue legítima?'. Y luego habrá otra. Y otra y otra. Y dentro de unos años, las ligas deportivas tendrán un problema. Porque su credibilidad fundamental está siendo cuestionada por los aficionados".
La discusión llega en un momento en el que los deportistas en Estados Unidos están más cerca de las apuestas que nunca.
Las imágenes de los jugadores se utilizan en los comerciales de las casas de apuestas. Los anuncios tienen una posición privilegiada en los estadios y en las arenas, incluidas algunas con sitios para apostar ahí mismo. MLB, durante muchos años la organización más reacia a los juegos de azar de las principales ligas de Estados Unidos, ahora permite que sus jugadores sean embajadores de compañías de apuestas.
En el contexto de las apuestas deportivas legales en Estados Unidos, generan enormes ingresos. Los estadounidenses apostaron más de 220,000 millones de dólares durante los cinco años desde que la Corte Suprema abrió el camino para que los estados ofrecieran apuestas deportivas.
La NFL, la NBA, la MLB y la NHL están entre los mayores ganadores, convirtiendo en ganancias los datos oficiales que son el elemento vital de las apuestas en el juego. Los venden a empresas de tecnología que los distribuyen a las casas de apuestas deportivas.
Las ligas se han asociado con esas mismas empresas tecnológicas para ayudarlas a detectar fraudes.
Los peligros potenciales de los juegos de azar fueron destacados por Sportradar, con sede en Suiza, que tiene acuerdos de datos y monitoreo con la NBA, la MLB y la NHL. En su segundo informe anual sobre “Corrupción en las apuestas y amaño de partidos”, publicado en marzo, la compañía dijo que, si bien los datos para 2022 obtenidos de su Sistema Universal de Detección de Fraude mostraron que más del 99 por ciento de los eventos deportivos están libres de corrupción en las apuestas, "sigue siendo una amenaza constante y creciente en todo el mundo del deporte".
Sportradar, a través de sus sistemas, identificó más de 1,200 partidos sospechosos en 12 deportes diferentes dentro de 92 países el año pasado. El mayor número de encuentros sospechosos (775) se detectó en el fútbol.
El fútbol es el deporte al que más se apuesta a nivel global (792,000 millones de dólares el año pasado). Entre las ligas individuales por partido, la NFL sumó 150 millones y se ubicó sólo detrás de la Liga de Campeones de Europa (245 millones) y la Liga Premier inglesa (220 millones) el año pasado.
Andreas Krannich, director administrativo de Sportradar Integrity Services, notó que los intentos de amaño se presentan con más frecuencia en divisiones y ligas inferiores. Sin embargo, comentó que hay una carrera constante para "tratar de descubrir a los delincuentes o adelantarse a ellos".