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Will Anderson siente que los árbitros se cargaron a favor de Chiefs

Dos sanciones a Texans alargaron las series de KC y llevaron a puntos


KANSAS CITY, Mo. -- El ala defensiva de los Houston Texans, Will Anderson Jr., cree que los árbitros estuvieron en contra de su equipo en la derrota del sábado 23-14 en la ronda divisional de la AFC ante los Kansas City Chiefs.

La defensiva de los Texans fue sancionada con dos controvertidas penalizaciones en momentos separados cuando entraron en contacto con el mariscal de campo de los Chiefs, Patrick Mahomes. Ambas extendieron las series de Kansas City, lo que llevó a 10 puntos cruciales para los Chiefs.

“Sabíamos que íbamos a ser nosotros contra los árbitros en este partido”, enfatizó Anderson.

Will Anderson fue penalizado por golpear al mariscal en un pase incompleto de Mahomes al ala cerrada Travis Kelce en el tercer down durante el segundo drive de los Chiefs. Anderson pareció golpear a Mahomes en la parte superior del cuello poco después de lanzar. Ese drive terminó en un gol de campo que puso a los Chiefs arriba 6-3.

El referee Clay Martin explicó a un reportero que Anderson hizo “contacto forzado en el área de la máscara” en la jugada.

“Marcaron contacto forzado en la máscara, y por eso fue rudeza al pasador en esa jugada”, señaló Martin.

En el tercer cuarto, Mahomes se escabulló en un primer down y se deslizó y el tackle defensivo de los Texans, Folorunso Fatukasi, y el apoyador Henry To'oTo'o chocaron con él, provocando una penalización por rudeza innecesaria. Los Chiefs aprovecharon las yardas extra y culminaron la posesión con un touchdown que les puso 20-12 arriba.

Martin explicó en su informe que “la responsabilidad recae en el defensivo” para evitar el contacto una vez que Mahomes se deslizó.

“Así que se deslizó, obviamente, y cuando se desliza, se considera que está indefenso”, siguió Martin. “La responsabilidad es del defensor”.

Folorunso Fatukasi comentó a ESPN que no recordaba la jugada por la que fue castigado, y To'oTo'o añadió: “Es lo que es”.

Cuando el entrenador de Houston, DeMeco Ryans, fue cuestionado por las polémicas jugadas, hizo un comentario sutil. Pero Ryans reconoció que los “errores autoinfligidos” hundieron las posibilidades de los Texans de avanzar al Juego por el Campeonato de la AFC por primera vez en la historia de la franquicia.

“Sabíamos que en este partido éramos nosotros contra todos. Y cuando digo todos, son todos”, comenzó. “Sabiendo que, al entrar en este juego, lo que nos enfrentamos, no podemos cometer los errores que cometimos. Ya sea en los equipos especiales, no convertir nuestras patadas; en defensa, no estar donde se supone que deberíamos estar en la cobertura; en ataque, no proteger a nuestro mariscal de campo. Si eso se suma a todo lo demás que tenemos que afrontar, va a ser una batalla cuesta arriba muy dura”.

Y los Texans cometieron varios errores. Por eso, aunque Houston llegó a la ronda divisional por temporadas consecutivas, Ryans aceptó estar “desanimado” por el resultado del sábado.

“Este duele, porque sé que somos un mejor equipo de fútbol americano de lo que mostramos”, dijo. “Regresar y todavía tener que hablar de errores que cometimos en este momento, es desalentador. Porque tenemos que superarlo a estas alturas de los playoffs”.

Los equipos especiales de los Texans cometieron errores críticos que los mantuvieron en desventaja durante la mayor parte de la contienda. En la patada inicial del partido, Houston cedió un retorno de 63 yardas al receptor de los Chiefs Nikko Remigio, quien perdió el balón cuando el back defensivo Kris Boyd lo tacleó antes de que el corredor de Kansas City Samaje Perine recuperara el balón suelto.

Sin embargo, antes de la recuperación, Boyd salió corriendo a modo de celebración y se quitó el casco antes de llegar a la línea de banda. Recibió una penalización por conducta antideportiva de 15 yardas que hizo que el ataque de los Chiefs comenzara en la yarda 13 de Houston. La defensiva no permitió un touchdown, pero Kansas City aprovechó la posición de campo y clavó tres puntos.

Los Texans abrieron la segunda mitad con un touchdown del corredor Joe Mixon. Pero el pateador Ka'imi Fairbairn falló el intento de punto extra que habría empatado el marcador a 13. Fairbairn también falló un intento de gol de campo en el segundo cuarto.

Más allá de los errores de los equipos especiales, los Texans no lograron proteger al mariscal de campo C.J. Stroud, quien fue presionado en un máximo de su carrera de 23 ocasiones y capturado ocho veces, empatando el máximo de su carrera de la Semana 9 contra los New York Jets.

La tasa de presión de Stroud del 56% es la segunda más alta en un partido de playoffs de la NFL desde que ESPN comenzó a rastrear la presión en 2009, sólo por detrás del ex mariscal de campo de los Denver Broncos Tim Tebow (63%) en 2011.