TEMPE -- Si los meteorólogos están en lo correcto, para cuando los Arizona Cardinals aterricen en North Carolina este sábado, la tormenta invernal Jonas habrá dejado la ciudad, dejando un desastre de nieve y hielo.
Pero eso no fue suficiente para distraer a los Arizona Cardinals.
Al tiempo que la tormenta golpeaba la costa este, los Cardinals no desperdiciaron su último día de preparación a 70 grados Fahrenheit (21.1 grados Celsius) para el Juego por el Campeonato de la NFC del domingo contra los Carolina Panthers preocupándose por el clima que les esperará el fin de semana.
"Tienes que jugar ya sea que las condiciones climáticas sean fantásticas, húmedas, frías, con viento, lo que sea", declaró el mariscal de campo de los Cardinals, Carson Palmer. "Tienes que estar listo para seguir adelante".
Las temperaturas el domingo por la tarde estarán en alrededor de los 40 grados Fahrenheit (4 grados Celsius). Para la hora que inicie el juego, 18:40 hora del este, las temperaturas bajarán alrededor de los 38 grados Fahrenheit (3.3 grados Celsius) bajo un cielo despejado, de acuerdo a AccuWeather.
"No se puede pedir nada mejor que eso en Charlotte", expresó el entrenador en jefe Bruce Arians.
Palmer ha estado acostumbrado a lanzar en clima frío luego de pasar ocho temporadas con los Cincinnati Bengals.
Los Cardinals practicaron con balones húmedos esta semana pero no pudieron recrear el lanzar un balón congelado. La clave, indicó, es tener un buen agarre, lo que ayuda cuando un pasador tiene manos grandes.
"He jugado mucho en humedad, frío, nieve, viento, sin un guante", sentenció Palmer, "y voy a hacer lo mismo".
Palmer dijo que la ventaja el domingo será para el equipo que esté más acostumbrado a jugar en frío, humedad, en una superficie dura. Cree que ese equipo será Carolina. Sin embargo, los Cardinals han jugado en condiciones frías más que seguido que los Panthers esta temporada.
Ambos han jugado en cuatro partidos donde las temperaturas están por debajo de los 55 grados Fahrenheit (12.8 grados Celsius) al inicio del juego, de acuerdo a las estadísticas de la NFL. Pero Arizona jugó tres partidos a menos de 50 grados Fahrenheit (10 grados Celsius), en Pittsburgh ante los Steelers, en Seattle ante los Seahawks y en Philadelphia frente a los Eagles. Carolina ha jugado en dos.
Habiendo pasado la mayor parte de su carrera en Cincinnati, Palmer está acostumbrado a jugar en los elementos. Pero algunos de sus compañeros no, como el centro Lyle Sendlein, quien creció en Scottsdale, Arizona, jugó en Texas y en la NFL sólo ha estado en Arizona; o el esquinero Patrick Peterson, quien creció en el sur de Florida, estudió en LSU y fue reclutado por Arizona en el 2011. Hay alrededor de siete jugadores que crecieron y asistieron a universidades en el sur y han jugado todas sus carreras en Arizona.
También hay un grupo de Cardinals, incluyendo al corredor Andre Ellington, al jugador de equipos especiales elegido al Pro Bowl, Justin Bethel, y el pateador Chandler Catanzaro, que crecieron y asistieron a universidades en el área de Carolina antes de mudarse a Arizona para jugar con los Cardinals, así que ellos saben cómo puede ser el clima invernal en la región.
Y también hay un grupo de Cardinals que está bien equipado para jugar en el frío, como los receptores abiertos Larry Fitzgerald y Michael Floyd, quienes son originarios de Minnesota; y el corredor David Johnson, quien nació en Iowa.
En cuanto a los liniero -- tanto ofensivos como defensivos-- "no podría importarles menos", sentenció Palmer.
Si bien los especialistas pronostican que los Cardinals no se toparán con la tormenta, Palmer no siente que hayan esquivado ninguna bala.
"No lo sabemos", expresó Palmer. "No tenemos ningún meteorólogo en nuestro equipo. Puedes verificarlo las veces que quieras, pero cambia muy rápido, sobre todo una tormenta así. Las cosas van y vienen realmente rápido. Parece que estará bien, pero estamos preparados para lo peor".