El ex corredor de Wisconsin y los Denver Broncos, Montee Ball, reconoció que bebía demasiado durante su carrera colegial y en la NFL y mediante terapia aceptó que es un alcohólico.
Ahora sobrio, Ball se inscribió en Wisconsin para clases de verano. Ball dijo al Sporting News que su adicción comenzó en el 2011, su temporada junior con los Badgers y continuó en su breve carrera en la NFL cuando bebía cuatro veces a la semana.
Dijo que se arrepiente de no tomar en serio los consejos que le dieron.
"No tomé ninguno [consejo] en serio", declaró Ball al Sporting News. "Fui tonto en pensar que mis días como jugador durarían para siempre. Literalmente me senté al fondo del cuarto para enviar mensajes de texto o ver Instagram sin poner atención a los profesionales que me explicaban cómo prepararme para la vida después del fútbol americano y lo importante que era.
"No usé mi plataforma para ayudar a otros y para usar la NFL como un trampolín en la vida. Me rodeé de mala gente, no en el equipo sino en la ciudad. Fui tonto para creer que tenía todas las respuestas. Sigo pateándome el trasero por eso".
Ball dijo que el entrenador de corredores de los Broncos, Eric Studesville, le dijo tras una reunión que podía oler el alcohol en su aliento.
"Me dijo cómo podía oler el alcohol en mí y que pensaba que podía tener un problema con la bebida", señaló Ball al News. "Dijo que si necesitaba ayuda él podía contactar personas para que hablara. No lo escuché".
Los Broncos lo cortaron en el 2015 luego de reclutarlo en la segunda ronda del draft del 2013. Firmó con los New England Patriots para su equipo de prácticas en el 2015 pero nunca jugó un partido. Observó a los Broncos ganar el Super Bowl 50 sobre los Carolina Panthers desde su celda en prisión tras ser arrestado el 5 de febrero del año pasado por violencia doméstica.
"Provocó que salieran lágrimas de mis ojos", sentenció. "En un momento, estaba en la cima del mundo y ahora estaba viendo al equipo que me cortó meses antes desde mi celda en prisión, eso dolió mucho".
Fue sentenciado a 60 días en prisión en agosto pasado luego de declararse culpable de alterar el orden por dos incidentes de violencia.