Hubo razones legítimas por las que los Seattle Seahawks se sentían muy bien acerca de sí mismos en este momento de la pasada temporada baja.
Venían de una derrota en la Ronda Divisional ante los Carolina Panthers, pero el quarterback Russell Wilson había alcanzado un nivel que el equipo previamente no había visto .Durante una racha de ocho partidos desde la Semana 10 a la Semana 17, Wilson completó el 67.5 por ciento de sus pases, promedió 8.62 yardas por intento de pase y tiró para 25 touchdowns con apenas dos intercepciones.
El cuerpo de entrenadores sintió que había realizado un salto cualitativo en su cuarta campaña. Y los Seahawks contaban con que Wilson llegara con ese momento a la campaña del 2016. Pero tres lesiones separadas --un esguince en la parte alta del tobillo, un esguince en el ligamento medial colateral y un problema en el pectoral-- jamás le permitieron tomar fuerza.
Los números de Wilson estuvieron bien --un porcentaje de pases completos de 64.7 por ciento, 7.7 yardas por intento, 21 pases de touchdown y 11 intercepciones-- pero los Seahawks debieron recortar su libro de jugadas gracias a su limitada movilidad. El juego terrestre nunca encontró ritmo y la línea ofensiva sufrió en todo momento.
Con las actividades organizadas del equipo en progreso finalmente, el enfoque para Wilson será recuperar esa forma del 2015. El head coach Pete Carroll prácticamente lo dijo cuando le preguntaron las expectativas respecto a Wilson durante una entrevista con el programa "Brock and Salk" de 710 ESPN Seattle hace algunas semanas.
"Pienso que cuando ves la segunda mitad de la temporada previa, creo que tiene la habilidad de ser el mejor mariscal de campo allá afuera, haciendo lo suyo", explicó Carroll. "Y lo mostró. Desafortunadamente, en el Juego 1 [del 2016], es golpeado. Debe armar una temporada baja extraordinaria. Asumió el reto físico que le presentemos de tener la mejor temporada baja de su vida. La está teniendo. Ha trabajado en todas las áreas de su juego. Es realmente importante para él. Está sobre ello".
Wilson tiene mucho a favor de cara a la campaña del 2017. Tiene apenas 28 años de edad, y su arsenal podría ser el mejor de su carrera, liderado por Doug Baldwin, Jimmy Graham, Tyler Lockett y C.J. Prosise. Por supuesto, si los Seahawks no lo pueden proteger, no va a importar.
Pero al menos, simplemente contar con un quarterback sano debe ayudar a una ofensiva de Seattle que ranqueó N° 17 en eficiencia el año pasado.
"Luce grandioso lanzando el balón", dijo Carroll. "Luce grandioso moviéndose por allí. Simplemente se siente tanta diferencia con lo que hizo por tanto tiempo en aquella campaña. Nunca durante el año pasado lo vimos en una práctica donde pudiera moverse. Nunca. Así que se lo aguantó por algún tiempo. Los últimos cinco o seis partidos, pudo moverse. Peo no es como es ahora. Debemos cuidarlo, vigilarlo, y tenemos tremendas expectativas para el desempeño de Russell el año que viene".