Los New England Patriots quieren otorgarle a Massachusetts el segundo título en un lapso de 99 días tras el campeonato que obtuvieron los Boston Red Sox a costa de otra franquicia de California y para ser más específicos, de Los Angeles.
En 2004 estos dos representativos ya lograron una gesta similar cuando el equipo comandado por Tom Brady y compañía se impusieron en el Super Bowl XXXIX a los Philadelphia Eagles para conseguir su tercer anillo de campeones y apenas meses atrás, en octubre, la novena que tiene como sede el mítico Fenway Park, barrió en cuatro juegos a los St. Louis Cardinals, lo que parece otro capricho del destino al tratarse de la otrora casa de los Rams.
Por supuesto que también hay historias del otro lado de la moneda como el hecho que Bill Belichick no ha ganado en sus revanchas de Super Bowl.
Enfrentó un par de veces a los New York Giants y a los Eagles. Nunca supo descifrar los esquemas que le planteó Tom Coughlin y apenas el año pasado los monarcas de la Conferencia Nacional se desquitaron de lo ocurrido en el pasado en Jacksonville, Florida.
Ahora, 17 años después, los Rams quieren repetir lo hecho por los dos representantes de la División Este de la Conferencia Nacional, pero aquí te ofrecemos los cinco motivos por los que los Patriots igualarán a los Pittsburgh Steelers como los equipos con más Trofeos Vince Lombardi en sus vitrinas.
1) Brady no lava sus uniformes tras los partidos
No se debe a un tipo de superstición o algo por el estilo que tenga el N°12 de los Patriots sino al hecho que su línea ofensiva ha hecho un trabajo sublime para mantenerlo en pie en lo que va de los playoffs y como muestra basta una estadística: 90 intentos de pase en la postemporada sin ser capturado.
Sí, es cierto que se enfrenta ahora al mejor liniero defensivo interior de la liga en los últimos años --Aaron Donald--, pero sus rivales en camino a la cita en Atlanta tampoco han sido sencillos ya que enfrente ha tenido a jugadores como Joey Bosa, Melvin Ingram, Dee Ford y Chris Jones.
La presión de los Rams llegará por el centro de la línea con Donald y Ndamukong Suh y por el exterior estará Dante Fowler Jr., pero Dante Scarnecchia, uno de los bastiones de Belichick, ya debe tener un plan diseñado para esto, además del sistema de pases rápidos que lo hace tan difícil de capturar.
¿Esperan una presentación como la de Justin Tuck o Michael Strahan en dos de las derrotas de los Patriots en el Super Bowl? Olvídenlo. Los Patriots aprendieron la lección con dos anillos menos entre sus posesiones y esto no les volverá a ocurrir.
2) Backfield ideal para Brady
A lo largo de la semana del Super Bowl, uno de los comentarios más recurrentes en las intervenciones de los jugadores de los Rams y los Patriots fue el noveno viaje al juego por el título del mariscal de campo, pero esto en gran medida se debió a que pocas veces ha contado con un trío de corredores tan sólidos.
Ninguno de los que lo integran son tan completos como su contraparte (Todd Gurley II), pero, anteponiendo las necesidades del equipo, juegan un rol inteligente con Sony Michel como el líder de este backfield. El novato de Georgia tiene la habilidad para correr dentro de los tackles, desgastar al rival y también explotar con su velocidad por fuera y James White, de un corte diferente, suele ser utilizado con eficacia en situaciones de pase.
Rex Burkhead navega debajo del radar, sin tanto reflectores, pero también responde cuando lo solicitan y como ejemplo está la última serie en la Final de la Conferencia Americana ante los Kansas City Chiefs al atacar inteligentemente los huecos en la zona roja sin arriesgar el ovoide.
Michel se ha constituido como una fuerza imparable en los partidos importantes y ha dejado en claro que los escenarios grandes no le pesan, por lo que el Super Bowl LIII no será la excepción.
3) Evitar el juego físico de los esquineros
Dos de los movimientos que más ruido generaron en el período de agencia libre precisamente llegaron desde Los Angeles cuando los Rams incorporaron a Aqib Talib y Marcus Peters.
Sean McVay y compañía no tuvieron empacho alguno en decir que requerían mayor presencia física y agresividad en su defensiva secundaria y esto justamente es lo que obtienen de dos jugadores como ellos.
Los Patriots encontraron la fórmula de no extrañar tanto a Josh Gordon y si bien no cuentan con una amenaza vertical, las rutas cortas y cruzadas suelen ser ejecutadas a la perfección por jugadores como Julian Edelman y Chris Hogan. Rob Gronkowski también suele ser colocado como abierto, en el slot y desde su posición habitual para desajustar al rival.
Su sistema de pases cortos desestabiliza al rival y aún con toda la experiencia de Wade Phillips del otro lado, será un día largo para la defensiva de los Rams.
Otro tema que le juega en contra a los Rams es la indisciplina y con dos jugadores tan agresivos, esto lo sabrán aprovechar a la perfección los jugadores de los Patriots desesperando a rivales con una gran tendencia a cometer castigos que van minando la confianza y regalándole yardas a una ofensiva implacable dentro de la yarda 20 del adversario.
4) Expertos en generar entregas
Las estrellas del equipo están del lado de la ofensiva y ninguno destaca precisamente del lado defensivo, como prueba, sólo hay que echar un vistazo a las estadísticas que presumen: ¿líder en intercepciones? Duron Harmon con cuatro. ¿Jugador con más capturas? Trey Flowers con 7.5. ¿Más pases defendidos? Stephon Gilmore con 20. Entre sus líderes tacleadores aparecen tres profundos y un apoyador --Kyle Van Noy--, lo que también deja fuera de la conversación a Dont'a Hightower, uno de sus hombres más reconocidos.
Sin embargo, fueron la N°5 en robos de balón con 28 en total y gran parte de esto se debe a las cargas retrasadas de sus apoyadores y la presión que son capaces de generar en el mariscal de campo rival, además que también son muy disciplinados en el tema de los castigos (N°4 en la NFL).
El duelo a seguir será el de Stephon Gilmore, uno de los jugadores infravalorados, ante el exjugador de los Patriots: Brandin Cooks.
El nombre del coordinador Brian Flores ha sido ligado desde el año pasado con múltiples franquicias para el puesto de entrenador en jefe y esto tiene una razón. Los esquemas que pudieron plantear en 15 días para contener a Goff y compañía saldrán a relucir en el gran escenario ya que la prioridad será secar el ataque terrestre y obligar a que el joven mariscal de campo les gane con el brazo. No es la fórmula ideal si quieres vencerlos y tampoco tienes al ahora Jugador Más Valioso de la liga (Patrick Mahomes) para dejarle esa responsabilidad.
5) La clave eterna: ejecución perfecta
El conocimiento que tiene Tom Brady de sus compañeros va más allá de lo que se pueda escribir y si a eso le sumamos que llevan desde 2001 perfeccionando el plan de juego, pues hay pocos que se atreven a apostar en su contra y con justificada razón.
Ver al mariscal de campo cometer errores es muy raro y ante los Chiefs, con la intercepción en zona roja, es algo que francamente podemos contar con los dedos de la mano. Sí, también es cierto que en ese compromiso un pañuelo evitó que se consumara otro robo de balón clave, pero es raro que tenga dos choques consecutivos con esa clase de entregas.
La ofensiva no es aquella de antaño con Rob Gronkowski en plenitud, pero sigue siendo una gran amenaza en zona roja, y tampoco la que atacaba el juego vertical con Randy Moss, pero sus receptores son capaces de generar muchas yardas tras la recepción.