PHILADELPHIA -- Los Philadelphia Eagles planean recortar el número de prácticas de campamento de entrenamiento abiertas al público en el Lincoln Financial Field de dos a una este verano, y cobrarán la entrada, según fuentes, con los fondos recaudados siendo dirigidos a la organización caritativa del club.
Los precios de las entradas serán de 10 dólares, y el dinero se dirigirá al Eagles Autism Challenge, que recauda fondos para la investigación en torno al autismo.
Los méritos de la decisión han sido debatidos internamente, según fuentes múltiples, dado que el acceso al campamento de entrenamiento ya ha sido disminuido de manera significativa en años recientes, y por el hecho de que esas sesiones gratuitas a menudo benefician a familias de bajos ingresos que desean conectar con el equipo, pero no pueden adquirir entradas para partidos. Al final, el deseo de apoyar los esfuerzos caritativos de la franquicia pudo más.
Los Eagles tuvieron al menos 18 prácticas abiertas al público durante cada verano por los 17 años que celebraron el campamento de entrenamiento en Lehigh University. Ese número se redujo a cinco cuando el equipo decidió mudar su campamento a Philadelphia en el 2013, y desde entonces ha caído a una práctica abierta al pública, la cual llega con un costo, aunque sea con fines caritativos.
El resto de las prácticas de los Eagles se llevarán a cabo en las instalaciones más pequeñas del NovaCare Complex. Por el espacio limitado, esas sesiones son solamente por invitación, e incluyen sobre todo a patrocinadores corporativos y un pequeño grupo de aficionados con abonos de temporada.
El acceso al campamento de entrenamiento ha cambiado considerablemente a lo largo de la liga en años recientes, con los equipos optando por utilizar sus propias instalaciones en lugar de viajar para el campamento, y declinando cada vez más el gasto requerido para abrir las prácticas en sus respectivos estadios.
Los Eagles no son el primer equipo en cobrar entrada al campamento de entrenamiento. Los Washington Redskins lo intentaron en el 2000 al poco tiempo de que Dan Snyder adquiriera al equipo. No duró mucho. Una razón por la que Washington desechó la idea era que los visores de otros equipos podían asistir a las prácticas que cobraban entrada, y lo hacían con regularidad. Esa política ha sido cambiada desde entonces. A los equipos ahora se les prohíbe asistir al entrenamiento de otro club, ya sea que haya o no cobro por la entrada.
La pasada temporada baja, los Minnesota Vikings ofrecieron asientos premium para sus 18 prácticas abiertas al público, pero había boletos gratuitos para todas esas sesiones de los Vikings en su nuevo TCO Performance Center, en Eagan. En julio, los Atlanta Falcons cobraron 5 dólares por entrada para su primera práctica en el nuevo Mercedes-Benz Stadium, con el dinero destinándose al proyecto de mejoría del Atlanta Super Bowl Host Committee, pero las sesiones celebradas en sus instalaciones de Flowery Branch, Georgia, fueron sin cargo.
Los Seattle Seahawks cobran una cuota de transportación para ver sus entrenamientos en las instalaciones del VMAC, requiriendo a todos los asistentes llegar al campo vía los transportes desde un centro comercial cercano.
Con base en una encuesta a los 32 reporteros de la Nación NFL de ESPN, los Eagles y Seahawks son actualmente los únicos equipos que no ofrecen una práctica pública a la que se pueda acceder sin pago. Seattle tiene una práctica de campamento de entrenamiento pública este año en el estadio Pop Keeney, la cual lleva un "cargo por evento" de 10 dólares, también. Las otras 11 prácticas abiertas serán realizadas en sus instalaciones, unas de las más grandes de la NFL, con un sistema de registro por orden cronológico.
Todos los fondos recaudados para la única práctica abierta de Philly se destinarán a la caridad. Los Eagles han juntado más de 6 millones de dólares en los primeros dos años del Eagles Autism Challenge, una empresa que es cercana al CEO y propietario del club, Jeffrey Lurie, cuyo hermano, Peter, está en el espectro.
A partir de esta temporada, el equipo ofrecerá una sala sensorial dentro de Lincoln Financial Field para acomodar a familias e individuos impactados por autismo.