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Se sobrecalentaron las sillas de algunos coaches en la Semana 6

Estimados amigos de ESPN, con la Semana 6 en curso encontramos equipos que han venido tropezando más de lo que muchos hubiéramos imaginado.

Las derrotas y en todo caso de la inconsistencia ha sido un factor para que muchos entrenadores en jefe estén en la silla caliente.

Jason Garrett de nueva cuenta está en el ojo del huracán. Después de la tercera derrota consecutiva de los Dallas Cowboys, ahora ante los New York Jets, una vez más se encuentra contra la pared.

Desde hace muchos años, el rendimiento de los Cowboys ha sido más que irregular, pero el trabajo de Garrett parecía que no estaba en riesgo. Las cosas podrían cambiar.

Dallas ganó su primeros tres juegos antes equipos que probablemente terminaran como los peores del año.

Caer contra los New Orleans Saints y Green Bay Packers dolió, pero perder contra los Jets, un equipo que no conocía aún la victoria, le empezará a generar mucho ruido en el entorno.

Por su parte, los Atlanta Falcons llegaron hace dos años al Super Bowl y lo perdieron después de dilapidar una ventaja de 25 puntos ante los New England Patriots. Esa historia ustedes la conocen.

A pesar de esa frustración, el head coach Dan Quinn había ganado suficiente crédito, y la sensación era que el equipo podría regresar pronto al juego grande. Sin embargo, la realidad se ha obstinado en alejar de la postemporada de cada vez más a los Falcons.

Atlanta perdió en aquel Super Bowl una oportunidad de oro, misma que ha marcado la carrera de Quinn como entrenador.

El crédito se le ha terminado y ahora vive "al día".

Varios entrenadores en jefe nuevos llegaron este año a la liga.

Brian Flores, sin experiencia como head coach, y con apenas un año como asistente de la defensiva con los Patriots, tomó la responsabilidad como entrenador en jefe con los Miami Dolphins. Flores podría permanecer en el puesto gracias a que el suyo es un proyecto a muy largo plazo.

Miami no ha ganado un solo juego, y la realidad es que parece no haber proyecto. Los Dolphins no van a ningún lado.

El año pasado, terminó la era de Marvin Lewis con los Cincinnati Bengals.

Para esta temporada llego Zac Taylor como nuevo entrenador en jefe, pero después de seis semanas sigue con idéntico récord que Miami, 0-6.

Salvo aquel juego de la Semana 1 contra los Seattle Seahawks donde los Bengals fueron competitivos, siguen sin lograr nada.

Otros como Vic Fangio, quien ya ganó dos juegos al frente de los Denver Broncos, pueden respirar un poco más tranquilo. Mismo caso para Adam Gase, quien logró al frente de los Jets su primer triunfo del año, precisamente frente a los Cowboys.

Los Jets apostaron mucho por Gase al grado de despedir a su gerente general para que pudiera tener vía y libre y hacer su proyecto de reconstrucción del equipo.

Eso sí, no por ser entrenadores de primer año, Fangio y Gase tienen asegurado su posición.

Finalmente, tenemos a Anthony Lynn el entrenador en jefe de Los Angeles Chargers y está en su cuarta temporada al frente.

El año pasado los llevo a la postemporada y a ganar juego divisional sobre los Baltimore Ravens, y este año que se esperaba un salto de calidad, pero el equipo ha sufrido una dramática involución. Está jugando peor que en años anteriores.

Su trabajo está en riesgo.

Algunas sillas en la NFL están calientes y probablemente más de uno se va a quemar.