La realidad es que los Pittsburgh Steelers mantuvieron su invicto, pero la victoria sobre los Tennessee Titans no debió ser tan cerrada y agonizante.
No se trata de menospreciar a los Titans, al contrario. Tennessee respondió a la adversidad como el equipo que llegó invicto a la Semana 7, pero si algo demostró el triunfo de Pittsburgh es que Ben Roethlisberger necesita reducir el número de errores que comete en el campo.
Pittsburgh se llevó la victoria gracias a que Stephen Gostkowski falló un intento de gol de campo, oportunidad que los Titans tuvieron para forzar al tiempo extra, gracias a un grave error de Roethlisberger.
El quarterback de los Steelers sufrió tres intercepciones. La primera, al final del segundo cuarto, quizá la menos dañina, aunque de no lanzar profundo con 11 segundos para ir al descanso, ese regalo quizá le quitó a Pittsburgh la posibilidad de intentar un gol de campo que aumentara su ventaja a 27-7.
La segunda intercepción, aunque rebotó en la línea de scrimmage, llevó a los Titans a sumar un gol de campo que los acercó 27-17 al final del tercer cuarto y la última, los llevó a intentar el gol de campo con el que buscaban empatar la pizarra.
Arriba 27-24, con 2:40 por jugar en la yarda 19 de Tennessee y en tercera y 12, los Steelers necesitaban anotar y al mismo tiempo, consumir tiempo. No hicieron ni una cosa ni la otra. Roethlisberger lanzó el ovoide a las diagonales por el centro del campo a JuJu Smith-Schuster, quien estaba rodeado por tres defensivos.
Los Titans, que se recuperaron de un déficit de 20 puntos en el tercer cuarto, tuvieron 2:34 minutos para llegar a territorio de Pittsburgh y amenazaron con poner el juego para cualquiera, pero llegó la falla de Gostkowski.
En un juego que controlaron a placer, en particular ante unos pasivos Titans en el primer medio, suena incoherente que un equipo que ganaba por 20 puntos haya lanzado en 49 ocasiones y corrido en 25. Ya sea que se completen los envíos o sean incompletos, lanzar demasiado sólo ayuda a ganar tiempo para reaccionar al equipo que pierde.
Está bien que Roethlisberger esté de regreso, pero eso no significa que los Steelers deban abusar del juego aéreo.
Por otro lado, hay que aplaudir la capacidad de la ofensiva de Pittsburgh para hacer buenas conversiones en tercera oportunidad.
Los Steelers convirtieron el 72 por ciento (13 de 18) de sus terceras oportunidades ante Tennessee, el cuarto porcentaje más alto de un equipo en un juego en la actual temporada, de acuerdo a ESPN Stats & Information.
Pittsburgh también tiene el tercer porcentaje más alto de 2020 (73 por ciento vs. Philadelphia).
Las 13 conversiones en tercera oportunidad son el total más alto para los Steelers en un juego desde que hicieron 15 el 12 de septiembre de 1999 ante los Cleveland Browns.
Grave error mental o táctico en Atlanta
Consumir tiempo. Limitar la capacidad de reacción del rival y sentenciarlo a la derrota.
Suena fácil, en realidad debería serlo, pero a varios equipos en la NFL, en particular a los Atlanta Falcons, les cuesta mucho trabajo hacerlo.
Todd Gurley, corredor de Atlanta, es el ejemplo más reciente de lo grave que es no tener disciplina mental y no reconocer los momentos que tiene un juego, lo que resultó en una (otra) dolorosa derrota y en un triunfo que le cayó del cielo a los Detroit Lions.
Abajo 16-14 en el marcador, Atlanta llegó a la yarda 10 de Detroit con 1:12 por jugar en el último cuarto. Los Lions usaron su último tiempo fuera y lo único que necesitaban los Falcons era dejar que los segundos se consumieran e intentar un fácil intento de gol de campo para ganar.
En primera oportunidad, Gurley tomó el ovoide y rompió dos tacleadas y cuando superó la última, su impulso lo llevó a cruzar la línea de gol. Los Lions prácticamente dejaron pasar a Gurley, pero el corredor no pudo evitar la anotación y dejó en el reloj lo que resultó ser el tiempo suficiente para que los Lions arrebataran la victoria.
Matthew Stafford completó pases de 13, 22 y 29 yardas para preparar el envío de 11 yardas de touchdown al ala cerrada T.J. Hockenson con el reloj en ceros con el que Detroit se llevó el triunfo.
De acuerdo al modelo de probabilidad de victoria de ESPN, los Falcons hubieran tenido 99 por ciento de probabilidades de ganar de haberse quedado Gurley en la yarda 1 de Detroit. Cuando el corredor anotó, esa cifra cayó a 97.5 por ciento.
Si los Falcons no le ordenaron a Gurley quedarse en la yarda 1, es un grave error del staff de coacheo.
Por otro lado, el duelo entre Falcons y Lions fue parejo casi en todos los aspectos. En yardas totales, los Lions sumaron 386 por 388 de los Falcons y prácticamente ambas ofensivas fueron un espejo la una de la otra en yardas por tierra (64/66), yardas por aire (ambos 322) y tiempo de posesión (29:15 minutos por 30:45).
Si miran bien, la diferencia en el tiempo de posesión es de un minuto con 15 segundos. Otra prueba de lo dañina que resultó el touchdown de Gurley.
El recuerdo de Tom Brady aparece en Foxborough
Mientras los Tampa Bay Buccaneers ponían en su lugar a Las Vegas Raiders, en Foxborough, el recuerdo de Tom Brady comenzó a pesar.
Después de que los Raiders se recuperaron de ir abajo 14-10 para acercarse 24-20 con 12:43 por jugar, Brady dirigió a la ofensiva de los Buccaneers a anotar tres veces consecutiva, la segunda anotación en un ataque de dos jugadas tras una intercepción de su defensiva, para sentenciar el triunfo sobre Las Vegas.
Con una serie de 67 yardas en 11 jugadas y 5:11 minutos que Brady culminó con un pase de cuatro yardas a Chris Godwin, los Buccaneers aumentaron su ventaja 31-20. Tras la intercepción, Ronald Jones anotó en carrera de una yarda para poner el marcador 38-20 y más tarde, Brady lanzó envío de anotación de una yarda a Tyler Johnson para cerrar la cuenta en la pizarra.
Brady completó 33 de 45 pases para 369 yardas y cuatro touchdowns.
En Foxborough, Cam Newton sufrió tres intercepciones y completó sólo nueve de 15 envíos para 98 yardas en la derrota por 33-6 que los New England Patriots sufrieron ante los San Francisco 49ers.
Newton fue sustituido por Jarrett Stidham, a quien no le fue muy distinto, tras completar seis de 10 pases para 64 yardas con una intercepción.
Es la segunda ocasión en la actual temporada que los Patriots sufren tres intercepciones (vs. Kansas City). La última vez que les había sucedido fue en 2003.
Además, la derrota ante los 49ers marca la tercera ocasión que bajo el mando de Bill Belichick, los Patriots pierden en casa por 20 o más puntos. Las otras dos fueron en 2008, cuando Brady sólo jugó un partido y perdió el resto de la temporada por la rotura de ligamentos en la rodilla.
En total, los Patriots suman sólo tres pases de touchdown en la actual temporada, el total más bajo en la NFL, y sufrido 11 intercepciones, el total más alto en la liga. Por su lado, Brady tiene 17 envíos de anotación y ha sufrido cuatro intercepciones con los Buccaneers.
Tal parece que es momento de reconocer a Brady por tomar la decisión de dejar New England.
ESPN Stats & Information contribuyó a este reporte.