Concluida la Ronda de Comodines, es momento de echar una mirada inicial a los partidos que nos aguardan en la Ronda Divisional, el próximo fin de semana
Estimados amigos de ESPN, la Ronda de Comodines nos dejó buenos partidos y algunas sorpresas importantes.
Salvo su mejor opinión, Los Angeles Rams --quienes hace apenas dos semanas perdieron ante los New York Jets-- ofrecieron una actuación inmaculada para derrotar al campeón de su división, Seattle Seahawks.
Los Baltimore Ravens derrotando a Tennessee Titans no es sorpresa, pero sí fue la victoria de otro equipo como visitante.
Lo de los Cleveland Browns, sin head coach y sin entrenar en la semana por temas de COVID-19, y pegándole a los Pittsburgh Steelers... bueno.
Ahora, la Ronda Divisional trae emparejamientos muy atractivos. Vamos a repasarlos:
Conferencia Nacional
Los Angeles Rams en Green Bay Packers
Los Rams tendrán una difícil visita a la “tundra congelada” de Green Bay en sábado.
Sean McVay, head coach de los Rams, dio cátedra de cómo preparar un juego para derrotar al experimentado Seattle a domicilio. Sin embargo, luce poco probable repetir la actuación ahora ante los Packers.
El ataque terrestre de Los Angeles con Cam Akers ayudó a controlar el reloj de juego a su favor. Ahora, deberán repetirlo para dejar fuera del campo del mayor tiempo posible al quarterback Aaron Rodgers.
Aun así, será interesante ver el enfrentamiento entre la defensiva de los Rams y la ofensiva de Green Bay, comandada por el casi Jugador Más Valioso de la temporada, Rodgers.
Tampa Bay Buccaneers en New Orleans Saints
Al compartir la División Sur de la Conferencia Nacional, será el tercer enfrentamiento entre estos dos equipos en el año.
En los partidos de temporada regular, los Saints provocaron tres intercambios de balón. En buena medida esa, fue una de las razones de las derrotas de los Bucs ante New Orleans.
No creo que el partido esté cargado esta vez hacia los Saints, aunque siguen siendo favoritos. Recordemos que los Saints han sufrido eliminaciones en playoffs inverosímiles en los últimos años.
Una de ellas por una tacleada fallida de Marcus Williams a Stefon Diggs de los Minnesota Vikings el llamado 'Minnesota Miracle'. Otra, por una interferencia no marcada contra Chauncey Gardner-Johnson de los Rams. Gardner-Johnson ahora juega para New Orleans.
Será un tercer duelo entre Tom Brady y Drew Brees, quien este 15 de enero cumplirá 42 años.
De perder los Saints, este podría ser el último juego en la carrera de Brees. Aparentemente anunciará su retiro a final de la temporada.
Conferencia Americana
Cleveland Browns en Kansas City Chiefs
Los campeones enfrentarán en casa a un equipo que se ha convertido en las últimas semanas en una amenaza.
Cleveland llega con la moral por todo lo alto, tras derrotar dos veces en ocho días a los Steelers.
Mucho mérito para un equipo que no pudo contar con su head coach, Kevin Stefanski, por positivo de COVID-19. Tampoco pudieron entrenar en sus instalaciones por la misma situación.
Aun así, me quedo con la magia de Patrick Mahomes y de su entrenador Andy Reid. La baraja ofensiva de Kansas City es impresionante.
Hay lugar para preguntar si el descanso de tres semanas de Mahomes podría afectar su ritmo, pero no creo que sea el caso.
Baltimore Ravens en Buffalo Bills
Baltimore ha resultado un equipo incómodo.
Aquello de "nadie quiere enfrentar a..." aplica para estos Ravens, que llegan encanchados y motivados.
La ofensiva encabezada por Lamar Jackson que hace semanas era predecible, ahora luce imparable. La defensiva sigue siendo de mucho respeto y enfrentará a una ofensiva encabezada por la sensación del año.
Por su parte, Josh Allen, ¡jugadorazo! Los Bills prácticamente no tienen ataque terrestre, y todo pasa por el brazo y las decisiones de Allen.
El año pasado, el quarterback de Buffalo tuvo 20 pases de anotación. En la presente temporada elevó la cifra a 37.
Pero no fue lo único. Allen es además el líder de este equipo.
Buena prueba la que tendrán los Bills, pero no tengo dudas que llegarán a la Final de Conferencia.
La lógica dice que los locales son favoritos, no por jugar en su campo, ya que el público en las tribunas este año no es un factor, pero deberían ganar porque se supone que son los mejores.
Pero está es la NFL, la liga más difícil de predecir.