La oficina del Buró Federal de Investigaciones en Tampa no encontró indicios de un posible ataque para el partido entre Chiefs y Buccaneers
No existe una amenaza específica de un ataque relacionado con el Super Bowl LV y eventos relacionados a pesar de las preocupaciones sobre el aumento del extremismo supremacista banco, dijeron este miércoles las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley.
El FBI ha realizado diversos arrestos en el área de Tampa de personas que supuestamente participaron en el motín del 6 enero en el Capitolio de los Estados Unidos. Sin embargo, Michael McPherson, jefe de la oficina del FBI en Tampa, dijo que no han encontrado indicios de que algo similar podría ocurrir en torno al partido del domingo.
"Estamos investigando constantemente lasamenazas que ocurren en todo el país", declaró McPherson en conferencia de prensa. "No hay amenazas creíbles para el Super Bowl o cualquier actividad relacionada en este momento".
El juego de campeonato de la NFL en el Raymond James Stadium entre los Kansas City Chiefs y Tampa Bay Buccaneers será diferente a cualquier otro. Se produce en medio de la pandemia del coronavirus que limitará la asistencia e impondrá numerosas restricciones relacionadas con la salud.
Sin embargo, los oficiales están tratando el juego como siempre lo han hecho --sobre todo desde los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001-- con alrededor de 70 agencias distintas involucradas y centenares de personal en funciones para proteger contra cualquier tipo de ataque terrorista.
"El Super Bowl es un objetivo atractivo", indicó David Pekoske, subsecretario interino del departamento de seguridad nacional. "No podemos perder de vista el balón".
Debido a la pandemia, el número de aficionados en el partido será de alrededor de un tercero de la capacidad aproximada de 70,000 aficionados del estadio. No habrá reuniones antes del juego, se debe utilizar el cubre bocas todo el tiempo y la NFL entregará un equipo de seguridad que contiene cubre bocas y desinfectantes para las manos para todos los aficionados que ingresen al estadio.
Como en el pasado, se están imponiendo restricciones de vuelos alrededor del estadio y sus eventos, incluyendo la prohibición del uso de drones. Los que no respeten estas órdenes podrían hacerse acreedores a multas civiles de hasta 30,000 dólares y un posible procesamiento judicial.
"El Super Bowl no es una zona de drones. Dejen sus drones en casa", sentenció McPherson.
El jefe del FBI agregó que las redes sociales son el método preferido por los extremistas --nacionales y extranjeros-- para planear y organizar cualquier tipo de operación. Los consejos de las personas que revisan tales comunicaciones son una forma clave en que las agencias pueden enfocarse en ellas e interrumpirlas, dijo.
"Los terroristas se mueven a la velocidad de las redes sociales", señaló McPherson. "Vamos a investigarlo".
El jefe de la policía de Tampa, Brian Dugan, refirió que desde hace más de un año cuando la planificación del juego comenzó en serio, nadie preveía que se acercara la pandemia del coronavirus, o que los locales Buccaneers estarían jugando el partido.
"Estamos a la altura del reto", expresó Dugan, quien recientemente se recuperó del COVID-19. "El objetivo es encontrar una experiencia amigable con el aficionado que sea segura para todas".