A través de sus redes sociales, el ex ala cerrada de la NFL narró desde la búsqueda de un nuevo corazón para su hijo, hasta la cirugía de trasplante
CHARLOTTE -- Greg Olsen miró por la ventana frontal de su residencia en el sur de Charlotte, y vio a su hijo de 8 años de edad, TJ, jugando a patear un balón de soccer contra una pared, con su hermana melliza, Talbot.
"Tú sabes, es increíble lo resiliente que son estos chicos", dijo el recientemente retirado ex ala cerrada de los Carolina Panthers. "Y lo que estos doctores hacen, es increíble".
Apenas tres semanas antes, TJ se había sometido a un trasplante de corazón en el Atrium Health Levine Children's Hospital. Los Olsens han recaudado más de 5 millones de dólares para el complejo basado en Charlotte desde que su hijo naciera con un padecimiento congénito en el corazón, en el 2012.
Greg y su esposa, Kara, siempre supieron que TJ iba a necesitar un trasplante. Ellos solo esperaban que no fuera tan pronto.
No estaban preparados para lo que siguió cuando llegaron a Levine el 24 de mayo, pensando que TJ, quien llevaba tres cirugías a corazón abierto luego de nacer con medio corazón, se sintiera fatigado con un calendario ocupado de partidos nocturnos de béisbol y la boda de un familiar.
"En cuestión de horas, estábamos en la unidad de cuidados intensivos, y él sufría fallas cardiacas", dijo Greg.
Cuatro días más tarde, TJ estaba en la lista de trasplantes.
Hasta ese punto, las 14 campañas de Greg en la 14 y su status como celebridad, no habían podido ayudar al acelerar el proceso de donación.
El Dr. Gonzalo Wallis, director médico del programa de trasplante pediátrico en Levine, lo dejó en claro.
"Hay ciertas cosas que podemos influenciar", dijo Wallis. "Esta no es una de ellas".
"Su corazón está llegando a su final"
La primera publicación de Greg en redes sociales respecto a la condición de TJ llegó el 24 de mayo. El segundo párrafo lo decía todo: "Desafortunadamente, parece que su corazón está llegando a su final".
Desde ese punto en adelante, Greg mantuvo no solamente a sus amigos, familiares y aficionados al día respecto a la condición de TJ. Mantuvo al mundo al día, mediante sus redes sociales.
"La cobertura, y simplemente las menciones se han esparcido a lo largo de la nación, e incluso internacionalmente", dijo Savannah Simons, encargada de comunicación clínica estratégica en Atrium Health.
Wallis y el Dr. Joseph Paolillo, jefe de cardiología pediátrica en Levine, vio las muestras de apoyo, a pesar de que hicieron lo posible por evitar redes sociales. Paolillo dijo que fue una "experiencia estimulante", dado que elevó la concientización en torno al más común defecto de nacimiento en niños.
"Es una experiencia muy emotiva para cualquier involucrado", dijo Paolillo.
No todas las celebridades se sienten cómodos compartiendo problemas familiares. Greg ha estado compartiendo la historia de TJ desde que se descubrió el problema en el corazón de su hijo antes de que naciera, deseándole ponerle un rostro al padecimiento y plan subsecuente de tratamiento.
"Ahora, todos están tan dispuestos a compartir los positivos, ¿no es así?", advirtió Greg. "El home run de tu hijo, y la graduación universitaria de tu hijo, y una promoción en el empleo, touchdown.
"Pero, la realidad es que muchas personas allá afuera están pasando por cosas duras. Tener nuestra historia allá afuera y conseguir la tracción que obtuvimos le brinda humanidad a todo esto... y estamos cómodo con ello".
La espera
Hace arios años, durante una visita regular al hospital, Greg comenzó una relación con un chico de la misma edad que TJ. Ese chico debió esperar nueve meses por un trasplante. Estuvo allí tanto tiempo, que era conocido como el "alcalde" del hospital.
Gracias a la experiencia, una de las primeras preguntas que hizo Greg a Wallis respecto al trasplante de TJ fue: "¿Voy a tener que esperar tanto [como elos] por su hijo?".
Wallis recordó a Greg que el proceso de trasplante es transparente y hecho "para que nadie pueda adelantarse en la fila".
Y, ¿el hecho de que ayudó a desarrollar el HEARTest Yard Congenital Heart Center en Levine --la misma unidad que requería TJ-- al donar 2.5 millones de dólares? Eso no importaba, tampoco.
"La gente cree que puedes comprarte órganos y comprarte un boleto al frente de la fila", dijo el tres veces seleccionado al Pro Bowl. "Y eso no podría ser más alejado de la realidad".
Dependiendo en la región del país. la fila puede ser larga. En Seattle, donde Greg pasó la campaña del 2020 con los Seahawks, la espera puede ser de seis meses a un año. En New York City, pueden ser hasta seis meses.
Charlotte, porque puede alimentarse de varias áreas densamente pobladas dentro de un radio de 400 millas, es considerado un "buen mercado" para trasplantes. El promedio de niños para todas las edades es de 51 días para la más alta prioridad.
"Ellos dijeron, 'Escuchen, he recibido llamadas del mismo día. Y he recibido llamadas después de un año'", dijo Greg respecto a su conversación con Wallis. "Dijo, 'No puedo decirles cuánto tiempo tardará. Lo que puedo decirles es que TJ es grande. El resto de sus órganos... todos los marcadores hacia un resultado positivo son realmente muy buenos. Su corazón está fallando, pero el resto de su cuerpo es muy sano".
TJ obtuvo una coincidencia en ocho días, significativo para Greg porque ocupó el jersey N° 88 durante sus nueve campañas con los Panthers. El sacerdote de la familia Olsen lo llamó "un guiño de Dios".
"Tuvimos muchos guiños", dijo Greg.
También ayudó el hecho de que TJ fuera colocado en el registro nacional de corazones cerca del fin de semana de celebración de Memorial Day, dijo Wallis.
"Como todo en la vida, es cerca de los días festivos cuando la gente sufre accidentes", acotó Wallis, mostrando la realidad de los trasplantes.
No solamente TJ
Lo que la mayoría fuera del hospital no sabían era que otros tres niños recibieron trasplantes de corazón y uno más un trasplante de riñón de donadores anónimos durante un periodo de cinco días cerca de la fecha en que TJ se sometió a su cirugía.
Levine ha realizado 11 cirugías de trasplante en el 2021, y 111 a la fecha.
"Así que, hubo muchas familias de diferentes procedencias, distintos estratos de la vida", dijo Greg. "Todos estábamos paseando a nuestros hijos por los pasillos y pasando a las habitaciones de los demás, para ver cómo iba la recuperación de los demás.
"Fue un momento bastante alocado para un puñado de otras familias como nosotros".
También fue frenético para el personal médico.
"Mi equipo trabajó por tres días consecutivos", admitió Wallis. "Y nadie dijo nada".
Al tiempo que Wallis detallaba esos momentos, la ejecutiva de Levine, Callie Dobbins, se limpió una lágrima, recordatorio de que fue un viaje emotivo para los empleados, así como las familias.
"Es algo que te quita el aliento", expresó Wallis. "Vengo de un país de tercer mundo donde si alguien nacía con un padecimiento congénito en el corazón, no hay nada que pudiera haber hecho".
'No he acabado, aún' Cuatro días después de la cirugía, Greg publicó un video de 12 segundos de TJ desde su cama de hospital.
"Hola, todos'', dijo TJ en una voz suave. "Gracias por pensar en mí. Gracias por rezar por mí. Los amamos. Adiós''.
Wallis no vio el video, inicialmente. De nuevo, evitaba conscientemente las redes sociales.
"Hacer esto es como caminar la cuerda floja", dijo. "Y si sumas redes sociales a ello, es como incendiar la cuerda floja. Solamente nos estábamos enfocando en el cuidado de los niños, sin que importara el resto del ruido".
Pero, el ruido alrededor del país fue sonoro.
"Hay ciertamente otros familiares de celebridades que tienen temas como este que no se han hecho públicos", dijo Paolillo. "Pero parece ser, y quizás porque lo vivimos y somos parte de ello, que este tiene un impacto más duradero".
Dijo que le recordó a cuando el anfitrión de un programa nocturno, Jimmy Kimmel, anunciara en el 2017 que su hijo había nacido con un padecimiento congénito en el corazón que requería múltiples cirugías.
"Se ha desvanecido un poco, pero no se ha desvanecido del todo", expresó Paolillo. "Pienso que es la personalidad entretejida en la historia".
Greg, ahora un analista de NFL para Fox Sports, no planea desaparecer. Dijo a Wallis y Paolillo que "no he acabado, aún" en su búsqueda por elevar la concientización para lo que ha atravesado TJ, y lo que podría venir.
Pacientes como TJ que han recibido un trasplante de corazón pueden enfrentar complicaciones como rechazo del órgano, o infecciones. Además, los trasplantes al corazón no duran para siempre. En promedio, un corazón trasplantado puede durar 17 años en niños, de acuerdo a Simons, de Atrium Health.
Exactamente lo que sigue, no lo puede decir Greg. Su camino es tan incierto como el de TJ, aunque Paolillo puso sobre la mesa convertirse en portavoz para la donación de órganos.
"Sabemos que esto es mucho más grande que TJ, fue mucho más grande que nuestra familia", dijo Greg, quien se esforzó en agradecer a todo el personal del hospital en cada publicación. "Nunca pediría a mi hijo pasar por eso, pero nunca cambiaría lo que nos ha permitido hacer.
"Nunca cambiaría las vidas que nos ha permitido tocar, los programas que hemos iniciado, los médicos que ha permitido contratar, las historias que escuchamos".
Final feliz
Esparcidos en el porche central cuando TJ regresó a casa el 16 de junio, estaban 35 cascos de fútbol americano firmados por coaches colegiales, muchos de los cuales Greg nunca ha conocido.
Esa es la parte que Wallis gusta describir como el "final feliz" a la una historia que realmente no ha terminado, gracias a constantes necesidades médicas.
"No sé dónde vamos a ponerlos todos", dijo Greg de los cascos. "Llegan cada día. Nuestro garage estaba lleno de cosas. Fue abrumador, por momentos".
Pero, nada fue tan abrumados como tener que esperar 16 horas desde el momento en que TJ entró a cirugía, hasta verlo de nuevo.
Y nada tan gratificante como mirar por la ventana frontal y ver a TJ pateando un balón con su hermana.
"Simplemente una montaña rusa de emociones cada día de la recuperación", dijo Greg. "Hay altibajos. Simplemente sigues tratando de seguir adelante".