Hacemos un análisis de las jugadas más polémicas en el triunfo de los Rams sobre los Bengals por el título de la NFL, con la lupa sobre el desempeño de las cebras
Por segunda ocasión en la historia de la franquicia, Los Angeles Rams son campeones del Super Bowl, tras batir por marcador de 23-20 a los Cincinnati Bengals en el Super Bowl LVI.
Sin embargo, el triunfo no llegó sin controversia. A continuación, echamos un vistazo a las decisiones de los oficiales que más polémica causaron en el SoFi Stadium de Inglewood, California:
¿Qué ocurrió al final de la serie del triunfo de los Rams?
Cuarto periodo, 1:51-1:38 por jugar
¿Qué pasó? Una secuencia de cuatro jugadas en la posesión más crucial del partido incluyó cuatro pañuelos y un enorme desastre. La cuadrilla del réferi Ron Torbert había tirado apenas cuatro pañuelos en total hasta ese punto del encuentro.
¿Cómo se resolvió? Los Rams obtuvieron un primer intento adicional, pero también les borraron un touchdown durante una loca secuencia, antes de hacerse con la ventaja definitiva.
Análisis: La secuencia comenzó con los Rams enfrentando una segunda oportunidad en la yarda 8 de los Bengals. La cuadrilla de Torbert decidió en contra de penalizar al linebacker de los Bengals, Germaine Pratt por sujetar o interferencia de pase en contra del corredor Darrell Henderson Jr. en un envío por el centro del campo. Las repeticiones mostraron a Pratt restringiendo a Henderson de alcanzar el ovoide, tanto antes como después de que el quarterback de los Rams, Matthew Stafford, se desprendiera del ovoide.
En la siguiente jugada, la cuadrilla de Torbert se movilizó. Penalizó al linebacker de los Bengals, Logan Wilson, por sujetar al receptor abierto de los Rams, Cooper Kupp, en otro pase incompleto, dando a los Rams un primer intento en su yarda 4. Parecía haber un contacto menos agresivo por parte de Wilson en esa jugada, pero hemos visto decisiones similares en otros partidos de la NFL que fueron oficiados de manera más estricta que el Super Bowl.
En la tercera jugada, hubo un pase de touchdown para Kupp, nulificado por penalidades en contra del liniero ofensivo de los Rams, Rob Havenstein, por sujetar, y en contra del safety de los Bengals, Vonn Bell, por rudeza innecesaria. El castigo por el golpe tardío de Bell a la cabeza de Kupp tras la anotación ciertamente fue justificado, mientras que la acción de Havenstein no fue diferente a muchos bloqueos que no fueron penalizado a lo largo de la noche.
En la cuarta jugada, el esquinero de los Bengals, Eli Apple, fue sancionado por una interferencia de pase mientras intentaba impedir a Kupp atrapar el ovoide en las diagonales, dando a los Rams otra serie de intentos que, al final, no necesitaron.
Es importante observas estas llamadas como un todo, porque expusieron la cuerda floja que recorre n los oficiales cuando hacen lo que la mayoría de los aficionados dice que quiere: dejar jugar. Hacerlo invita a los jugadores a elevar su agresión, y poner a prueba con cuánto se pueden salir con la suya. Para el final del partido, hay jugadores sujetando claramente, desafiando ser castigados. Cuando los oficiales inevitablemente lanzan sus pañuelos, parecen ser "inconsistentes", o alejarse del tono que siguieron en el resto del partido. La realidad es que responden a lo que hacen los jugadores como consecuencia de ese mismo tono.
Visto por separado, ninguno de esos pañuelos fue totalmente injustificado. Pero, si quieres saber por qué los oficiales repentinamente comenzaron a lanzarlos en los dos minutos finales del Super Bowl, la consecuencia de "dejar jugar" debe ser parte importante de esa conversación.
¿No hay castigo por jalar de la careta?
Tercer periodo, 14:44 por jugar
¿Qué pasó? El receptor de los Bengals, Tee Higgins sujetó al esquinero de los Rams, Jalen Ramsey, por la careta y le giró la cabeza, sacando a Ramsey de posición mientras Higgins saltaba por el pase de Joe Burrow.
¿Cómo se resolvió? Higgins no fue penalizado, y su touchdown de 75 yardas en la jugada fue dado como bueno.
Análisis: No fue un resultado inesperado para aquellos que vieron de cerca el partido. La cuadrilla del réferi Ron Torbert solamente lanzó tres pañuelos en la primera mitad, y los tres fueron inevitables: uno por demora en el juego, uno por inicio el falso, y otro por conducta antideportiva cuando un jugador inactivo de los Bengals, el esquinero Vernon Hargreaves III, corrió al campo para celebrar una intercepción en ropa de calle.
Esa es una manera compleja de decir que no hubo un solo pañuelo por una jugada de apreciación como sujetas, interferencia de pase, o, tomar de la careta. Tengan en mente que la cuadrilla de Torbert no tiró pañuelo cuando Ramsey tomó el jersey de Higgins en una tercera oportunidad que resultó en pase incompleto en la línea de gol durante el primer periodo, orillando a los Bengals a patear gol de campo de 29 yardas. Con base en el modo en que se ofició la primera mitad, ambos equipos hicieron bien en elevar su nivel de agresividad en la segunda parte, y Higgins hizo justamente eso. En todos los partidos, los oficiales deben juzgar si un contacto contra una careta de un jugador constituye una "fuerza", según requiere el libro de reglas. Como los oficiales son humanos, las interpretaciones pueden variar.
Absolutamente hemos visto pañuelos por instancias comparables a lo que hizo Higgins el domingo. Pero, la cuadrilla de Torbert, al menos hasta ese punto, claramente no buscaba insertarse en el partido. Depende de los jugadores de ambos lados hacer el ajuste acorde.
El touchdown no hubiera valido, y los Bengals hubieran sido sancionados con 15 yardas, de haberse lanzado el pañuelo.