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Chiefs ganan el Super Bowl LVII tras vencer a los Eagles en las batallas en la línea de scrimmage y con balance a la ofensiva

Los Kansas City Chiefs volvieron a la cima de la NFL tras vencer a los Philadelphia Eagles en una dura batalla en la línea de scrimmage en el Super Bowl LVII.

Patrick Mahomes, quien en los últimos minutos del segundo cuarto se resintió de la lesión en el tobillo que sufrió en la Ronda Divisional, ganó el premio como Jugador Más Valioso del Super Bowl LVII, pero el premio bien pudo ser compartido por su línea ofensiva.

La protección del centro Creed Humphrey, de los tackles Orlando Brown y Andrew Wylie, y de los guardias Joe Thuney y Trey Smith fue prácticamente perfecta al no permitir que los Eagles, que sumaron 70 capturas en temporada regular y ocho más en Playoffsse fueran con las manos vacías ante Mahomes.

El plan de juego del staff de coacheo ofensivo de los Chiefs contrarrestó la agresividad de la línea frontal de Philadelphia con un persistente juego terrestre con el novato Isiah Pacheco, el juego más balanceado de Kansas City en el año (26 carreras y 27 pases) y envíos rápidos de Mahomes a sus receptores, en particular a JuJu Smith-Schuster.

Pacheco corrió en 15 ocasiones para 76 yardas y un touchdown y su agresividad para atacar la línea de scrimmage también ayudó a alejar la presión de Mahomes.

Los Chiefs promediaron 4.7 yardas antes del primer contacto.

De esa forma, los Chiefs mantuvieron a raya a una línea defensiva de los Eagles que pudo presionar a Mahomes en el 36 por ciento de las jugadas de pase de Kansas City, el tercer total más bajo de Philadelphia en la actual campaña.

En la primera mitad, Mahomes sólo pudo completar dos de cinco pases para 11 yardas a sus receptores y ninguno de sus cinco envíos bajo la presión de los Eagles; en la segunda mitad, el pasador de Kansas City completó sus nueve pases a sus receptores para 69 yardas, incluidos de touchdown y completó tres de cuatro bajo presión.

En la segunda mitad, Mahomes tardó un promedio de 2.46 segundos para lanzar sus pases, en comparación a los 2.93 que tardó en los primeros dos cuartos.

Además, los movimientos de la ofensiva de los Chiefs previos a las jugadas también fueron clave ante la agresiva defensiva de los Eagles, en particular en los pases de touchdown a Kadarius Toney y Skyy Moore en el último cuarto. En ambas acciones, ambos receptores iniciaron movimiento desde un extremo del campo para frenar justo al inicio de la acción y quedar sin marca para atrapar los envíos de Mahomes.

Con esos touchdowns, Kansas City se fue arriba 35-27 con 9:22 por jugar.

Durante el encuentro, en particular en la primera mitad, la línea ofensiva de los Eagles ganó la batalla y lo hizo con claridad. Cuando Jalen Hurts y su ofensiva se encontraban en situaciones de tercera o cuarta oportunidad y una o dos yardas, prácticamente era una batalla perdida para la línea frontal defensiva de los Chiefs.

Los Eagles convirtieron dos cuartas oportunidades y 11 de 18 en tercera oportunidad, en particular, con las clásicas “QB sneaks” en las que su línea ofensiva, en particular el centro Jason Kelce, empujaba a los rivales una o dos yardas para que Hurts, empujado por sus corredores, lograra los primeros y 10.

En total, los Eagles tuvieron 72 jugadas a la ofensiva por 53 de los Chiefs

En lo particular, Hurts tuvo una actuación destacada en su primera aparición en un Super Bowl al completar el 80 por ciento de sus envíos desde la bolsa de protección

En la segunda mitad del encuentro, los Chiefs no sólo reaccionaron a la ofensiva, también con una línea frontal defensiva que bajó sus revoluciones y jugó sin la intención de perseguir a Hurts, quien si sabe hacer algo muy bien es correr con el balón.

Después de presionar sólo en el 17 por ciento de las jugadas de pase a Hurts y permitir que los Eagles promediaran 8.0 yardas por jugada, los Chiefs colapsaron la bolsa de protección de Philadelphia en el 37 por ciento de las jugadas aéreas, redujeron a 1.4 yardas el promedio de yardas por jugada y sumaron dos capturas.

Los Chiefs ya habían dado aviso de su capacidad para presionar a Hurts cuando forzaron el balón suelto del pasador de los Eagles y que Nick Bolton regresó 36 yardas para touchdown para empatar la pizarra 14-14, después de que Philadelphia se había ido al frente con un bombazo de 46 yardas de Hurts a A.J. Brown.

Al final, la polémica arbitral hizo acto de presencia cuando los oficiales decidieron marcar un castigo por sujetar en contra de los Eagles. En las repeticiones, el esquinero James Bradberry jala ligeramente el jersey de Smith-Schuster cuando el receptor de los Chiefs, quien corrió hacia el centro del campo, se detiene para hacer un corte hacia la banda. Mahomes lanzó el pase a Smith-Schuster, que fue incompleto.

Ese castigo sucedió en una tercera oportunidad y ocho desde la yarda 15 de los Eagles. En temporada regular, ese tipo de acciones no siempre se marcan y los oficiales dejan seguir la acción. La realidad es que, sutil o no, sí hubo un jalón, pero es esa inconsistencia en el juicio de los oficiales la que termina por romper el ritmo de un juego que se dirigía a un final quizá más espectacular.

El enojo de los aficionados de los Eagles es justificado, pero después de reconocer que sí hubo castigo, su molestia debe canalizarse al juicio disparejo que tienen los oficiales para sancionar una misma cosa de forma distinta en temporada regular y en Playoffs y después, a las oportunidades que Philadelphia dejó escapar para ganar el partido, porque, aunque un pañuelo en un Super Bowl se magnifica, los Eagles no perdieron el Super Bowl LVII por esa decisión.