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Los Chiefs fueron superiores a los Eagles en el Super Bowl LVII, pese a controversia por castigo al final

ARIZONA -- No dejen que el ruido les nuble la realidad. Los Kansas City Chiefs ganaron prácticamente todos los duelos vitales en el momento más importante y son los merecidos campeones de la NFL.

Se pensaba que la línea defensiva de los Philadelphia Eagles se iba a aprovechar de los tackles ofensivos de los Chiefs, pero Kansas City no permitió ninguna captura en todo el partido. Se creía que el ataque terrestre de Philadelphia iba a imponer su voluntad, pero fuera del mariscal Jalen Hurts, ningún corredor de los Eagles superó las 21 yardas por tierra.

"Toda la semana, escuchamos acerca de la línea defensiva de Philadelphia", declaró el centro Creed Humphrey. "Hoy salimos a enviar un mensaje, y eso fue exáctamente lo que hicimos".

Lo curioso es que, durante la primera mitad, el partido se jugó al ritmo de los Eagles, que controlaron el tiempo de posesión y estuvieron abajo en el marcador hasta el tercer cuarto. Pese al balón suelto de Hurts que terminó en touchdown de Nick Bolton, el mariscal de Philadelphia estuvo a la altura de las circunstancias y jugó un gran partido.

De hecho, se convirtió en apenas el segundo pasador de la historia en anotar tres touchdowns por tierra en un juego de campeonato de la NFL. El otro fue Otto Graham en 1954. Por si fuese poco, Hurts se hizo grande en el bolsillo y mostró gran eficacia por aire.

"Si alguien tenía dudas sobre Jalen Hurts", dijo Patrick Mahomes. "Esas dudas ya no existen".

Sobre el final de la primera mitad, el linebacker T.J. Edwards tacleó a Patrick Mahomes, y el mariscal de los Chiefs se resintió de la lesión en el tobillo. Los equipos que estaban arriba por 10 puntos al medio tiempo de un Super Bowl tenían récord de 26-1.

"El tobillo se sentía fenomenal hasta que me lo doblé", aclaró Mahomes. "No me infiltré en el mediotiempo".

Lo que les quiero decir es que, contrario a lo que leerán en muchos otros lugares, los Eagles no perdieron este partido por los oficiales –ya hablaremos más de ello un poco más adelante. Más bien, porque perdieron duelos cruciales y porque la defensiva nunca pudo descifrar el acertijo de la ofensiva de los Chiefs.

Mahomes, quien luego sería nombrado el MVP del juego, arrancó el complemento al rojo vivo y acertó sus primeros 12 pases. Aún más importante fue el hecho de que usara sus piernas, probándole a sus compañeros de que su tobillo estaba bien.

Mahomes extendió las jugadas cuando fue necesario y tuvo una carrera de 26 yardas que fue clave en la serie definitiva.

Párrafo aparte para el entrenador en jefe Andy Reid. Nunca he visto a un diseñador de jugadas más creativo en la zona roja y eso quedó en evidencia tanto en el touchdown de Kadarius Toney como en el de Skyy Moore, ambos en el cuarto periodo.

Mientras los Chiefs fueron contundentes en la segunda mitad, la defensiva de los Eagles nunca estuvo a la altura y allí radicó la diferencia.

Había dudas acerca de la salud de Mahomes y el mariscal salió corriendo del túnel en el entretiempo como una locomotora. Quizá, si se guían por las estadísticas, no fue el partido más espectacular del pasador de los Chiefs, pero inspiró a sus compañeros, mantuvo la compostura cuando su equipo no estaba bien, ejecutó en los momentos cruciales y encontró la manera de ganar.

“No hay dudas de que era el MVP”, enfatizó Reid sobre Mahomes luego del encuentro. “(Tiene) una incomparable voluntad para ganar”.

Con este triunfo, Mahomes no sólo ganó su segundo anillo de campeón sino que, además, rompió la maldición del MVP de la temporada, dado que los anteriores ganadores del premio en la temporada regular habían perdido el Super Bowl.

Una de las críticas sobre Reid a lo largo de su carrera fue que no se apoyaba lo suficiente en el ataque terrestre.

En el Super Bowl LVII no fue el caso. El corredor de origen dominicano y puertorriqueño, Isiah Pacheco, respondió con 15 acarreos para 76 yardas y un touchdown y fue vital en múltiples terceros intentos.

"Nunca hay que abandonar tus sueños", expresó Pacheco. "Nunca dejé de trabajar, y nunca dejé de creer".

Desde la gerencia también aportaron su granito de arena con la adición de Toney, quien no había visto mucha acción hasta que dejó huella en el partido, primero con el touchdown tras un gran cambio de dirección y después, con el regreso de despeje más largo en la historia de los Super Bowls, que fue la antesala de un nuevo touchdown para los Chiefs.

La defensiva de Kansas City ajustó tuercas en el complemento, con Nick Bolton y Willie Gay a la cabeza y el resto es historia, lo cual nos lleva al controversial castigo que dará vueltas al mundo.

Puedo entender que para muchos haya sido anticlimático que un partido termine de esta manera, pero la realidad es que fue un castigo correctamente sancionado.

El jalón a JuJu Smith-Schuster es claro cuando inicialmente quiere cambiar de dirección y cuando se estira la camiseta, te la van a cobrar nueve de 10 veces. Aclaro que el pase no debe ser atrapable en un jalón y que no importa si es detrás o adelante de la línea de golpeo.

"Lo agarré", admitió el esquinero de los Eagles, James Bradberry. "Tenía el deseo de que la dejen pasar, pero lo agarré".

Aún más importante es el hecho de que esa penalidad nubla la vista y el panorama de lo realmente importante. Philadelphia tenía todo para ganar el partido y falló en momentos y aspectos clave y es por eso que mañana despertaremos escuchando la palabra dinastía y leyenda para describir tanto a los Chiefs como a Mahomes, porque han llegado a cinco finales de conferencia consecutivas, porque han ganado dos Super Bowls en cuatro años y porque esto recién comienza.

“Patrick quiere ser el mejor mariscal de todos los tiempos”, concluyó Reid acerca de Mahomes. “Esa es su meta”.