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Nos ha quedado a deber la agencia libre del 2023 en la NFL

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Después de los primeros días de negociaciones, el actual periodo de fichajes e intercambios palidece en comparación a lo ocurrido hace apenas un año

¿Soy yo, o el periodo de agencia libre actual nos ha quedado mucho a deber?

Hace un año, nombres como Von Miller, Christian Kirk y J.C. Jackson le volaban la tapa a las sumas de los contratos récord para sus respectivas posiciones en el mercado abierto.

Eso, sin mencionar la acción en el plano de los traspasos.

Ahora, francamente hay pocos contratos en el mercado acierto de los cuales realmente emocionarse.

Es notable el enorme contrato que recibió Javon Hargrave por parte de los San Francisco 49ers (cuatro años y 84 millones de dólares, 40 millones de dólares garantizados a la firma), y también llama la atención el acuerdo que otorgaron los Atlanta Falcons a Jessie Bates III (cuatro años y 64.02 millones de dólares). Al momento, son dos de mis movimientos favoritos de la agencia libre, y veo potencial en ambos casos para cumplirlos a totalidad.

Después, veo varios movimientos que me dejan dudas. Echemos un vistazo a algunos de ellos:

Los Cincinnati Bengals pudieron haber conseguido una de las mayores gangas del mercado, pactando por cuatro temporadas y 64.092 millones de dólares con Orlando Brown Jr., un tackle ofensivo que ya sido invitado en las últimas cuatro temporadas consecutivas al Pro Bowl, la primera de ella como tackle derecho y las últimas tres como tackle izquierdo. Brown viene de ceder cero capturas ante la defensiva de Philadelphia en el Super Bowl LVII como un de las claves, junto con el resto de la línea ofensiva, de la victoria de los Kansas City Chiefs.

Seguro, no es Walter Jones o Joe Thomas en su época de esplendor, pero es confiable.

En cambio, los Chiefs prefirieron comprometer 80 millones de dólares a lo largo de cuatro años, incluyendo 40 millones de dólares garantizados al momento de la firma del acuerdo, para Jawaan Taylor como reemplazo de Brown. Sí, el mismo Taylor que nunca ha ganado una invitación al Pro Bowl en sus cuatro años como profesional, jugando en la misma conferencia que Brown.

Y, en la misma AFC Oeste, los Denver Broncos comprometieron 87.5 millones de dólares a lo largo de cinco años, con 35 millones de dólares garantizados a la firma del contrato, para Mike McGlinchey, un tackle derecho fijo con cinco años de experiencia en la liga, que tampoco sabe lo que es jugar un Pro Bowl. Encima de todo, recuerdo más fresco que tenemos de McGlinchey en un emparrillado es verlo volando por los aires, cortesía de una maniobra de Micah Parsons en playoffs. Y, no olvidemos que la línea ofensiva de San Francisco --todos, no exclusivamente McGlinchey-- la pasó francamente mal en el Juego de Campeonato de la NFC ante los mismos Eagles que fueron contenidos en el Super Bowl por Kansas City dos semanas después.

Taylor y McGlinchey promedian ahora más dinero anual que Brown, y recibieron más dinero garantizado que Brown, quien acordó con Cincinnati el miércoles, después de que Taylor y McGlinchey tenían sus contratos pactados.


Los Chicago Bears se encargaron en los últimos meses en purgar su nómina, y comenzaron el receso de campaña como el equipo con más espacio para trabajar por debajo del tope salarial, casi 100 millones de dólares.

No sorprende, por lo tanto, que sean hasta el momento uno de los equipos más activos.

Sin embargo, llama poderosamente la atención el compromiso por cuatro años y 72 millones de dólares, con 36.8 millones garantizados, que asumieron con el linebacker Tremaine Edmunds. ¿Por qué? Bueno, porque apenas hace unos meses rechazaron categóricamente ofrecer una extensión de contrato a Roquan Smith, un mejor linebacker que Edmunds.

Edmunds tiene en su haber dos invitaciones al Pro Bowl, pero ninguna desde el 2020, mientras que Smith viene de una campaña de Pro Bowl, con inclusión en el primer equipo All-Pro.

Se entiende en ocasiones la renuencia a pagar demasiado en la posición, después de todo, no es premium. Y traspasar a Smith a los Baltimore Ravens a la mitad de la temporada pasada, les redituó en selecciones de segunda y quinta ronda. Pero, ¿vale la pena la recompensa por disminuir la calidad en la posición, y de todos modos desembolsar grandes billetes para un contrato multianual?

¿No es mejor bueno conocido que malo por conocer?


Ya que tocamos el tema de los Bears, hay que aplaudir la incorporación del corredor D'Onta Foreman mediante pacto por una temporada y 3 millones de dólares anunciado este jueves. El año pasado, después de que los Carolina Panthers enviaran a Christian McCaffrey en canje a los 49ers, Foreman se convirtió en el punto focal de la ofensiva terrestre y respondió de gran manera, consiguiendo marcas personales en acarreo, yardas terrestres, yardas por acarreo y touchdowns terrestres. Si mantiene un nivel similar, también puede ser uno de los grandes robos del receso de campaña, y más en un mercado tan deprimido para la posición de corredor.

Lo curioso del asunto es que el fichaje de Foreman llega horas después de que Chicago pactara por dos años y 4.5 millones de dólares con Travis Homer, un eterno suplente para los Seattle Seahawks que, en cuatro campañas como profesional, no alcanza el total de yardas terrestres que tuvo Foreman solo en la temporada pasada.

¿Serán suficientes Foreman y Homer para compensar la pérdida de David Montgomery, quien emigró a los Detroit Lions? Parece complicado, particularmente por lo que toca a la versatilidad de Montgomery para contribuir en el juego aéreo, también.


Siguiendo con el propio Montgomery, y el tema de los corredores, los Lions son otro de los equipos que nos hacen rascarnos la cabeza. Firmaron al ex corredor de su rival divisional por tres temporadas y 18 millones de dólares, con 8.75 millones de dólares garantizados a la firma, números bastante decentes, din duda.

Pero, dejaron emigrar a Jamaal Williams, quien lideró a la NFL el año pasado en touchdowns terrestres con 17, y quien venía de su primera temporada de 1,000 yardas por tierra, total que no ha alcanzado Montgomery desde el 2020. Y, en el proceso, rompieron una dupla de corredores conformada por Williams y D'Andre Swift que probó ser muy efectiva el año pasado.

En cambio, los New Orleans Saints consiguieron los servicios de Williams pactando por tres temporadas y 12 millones de dólares, con 8.15 millones garantizados, para emparejarlo con el estelar Alvin Kamara.

De nuevo, el pasto no siempre es más verde al otro lado de la cerca.


Dado que mencionamos lo del mercado de corredores, es una pena cómo han caído los salarios en la posición, al menos en lo que se refiere al mercado abierto.

Saquon Barkley, Josh Jacobs y Tony Pollard recibieron la etiqueta de jugador franquicia, por lo que podrían jugar el 2023 a cambio de 10.9 millones de dólares si es que no alcanzan un acuerdo multianual con sus respectivos equipos, sean o no canjeados en las próximas semanas.

De acuerdo a las condiciones del mercado, pueden considerarse afortunados. Mientras que, en otras posiciones la inflación de los precios no para, no sucede lo mismo con corredores.

Hasta el momento, nadie ha recibido un mayor contrato al de Miles Sanders, quien firmó por cuatro años y 25 millones de dólares, con 13 millones garantizados al momento de la firma, para los Panthers. Después de él, Montgomery y Williams son los únicos que encontraron un mínimo de 10 millones de dólares anuales en sus pactos nuevos.

Ninguno otro de los 15 corredores que han firmado un contrato en el actual receso de temporada, logró algo que supere los dos años.

En cambio, la lista de nombres disponibles todavía es impresionante: Ezekiel Elliott, Leonard Fournette, Kareem Hunt, Devin Singletary, Damien Harris, y Jerick McKinnon llaman la atención. A ellos todavía puede unirse el nombre de Dalvin Cook, y hubo rumores hace algunos días de que los Tennessee Titans considerarían desprenderse de Derrick Henry por la vía del canje.

La liga puede ser muy malagradecida con su materia prima, los jugadores.


El mayor canje que hemos visto hasta el momento, involucró a Jalen Ramsey pasando de Los Angeles Rams a los Miami Dolphins a cambio de una selección de tercera ronda, y un jugador de relleno, el ala cerrada, Hunter Long.

Seguro, DJ Moore fue parte de un canje inmenso por el primer turno global, pero el receptor abierto realmente no fue el punto focal del intercambio, aunque ayudará de inmediato a la ofensiva de los Bears.

Después de Ramsey, resalta lo de Darren Waller pasando de Las Vegas Raiders a New York Giants, y Stephon Gilmore de los Indianapolis Colts a Dallas Cowboys. Ambos son jugadores por arriba de los 30 años, que ayudarán sin necesariamente convertirse en protagonistas, realmente.

El traspaso de Jonnu Smith de los New England Patriots a Falcons, y del guardia Shaq Mason de los Tampa Bay Buccaneers a Houston Texans, apenas se percibió.

Todo lo contrario sucedió el año pasado, cuando Davante Adams, Tyreek Hill, Amari Cooper y A.J. Brown estremecieron a la liga con sus respectivos traspasos, solo hablando de la posición de receptor abierto.

También, tuvimos a los quarterbacks Russell Wilson, Deshaun Watson, Carson Wentz y Matt Ryan cambiando de uniforme por la vía del canje, y Khalil Mack entre los defensivos más notables. Nada que ver con los nombres que han sido negociados este año.

Apenas llevamos una semana de negociaciones, y todavía hay tiempo. Además, viene lo aparentemente inevitable, con Aaron Rodgers y su pase de los Green Bay Packers a New York Jets. Conforme se aproxime el draft, muchos nombres de gran cartel pueden comenzar a moverse.

Sin embargo, está claro que el mercado se ha movido mucho menos de lo que se movía hace 12 meses.


Finalmente, vamos a cerrar enlistando un puñado de convenios de agencia libre que pasaron más o menos bajo el radar y que, en nuestra opinión, pueden generar muy buenos retornos.

• El linebacker T.J. Edwards a los Bears (tres años, 19.5 millones de dólares).

• El linebacker David Long Jr. a los Dolphins (dos años, 11 millones de dólares).

• El tackle ofensivo Andrew Wylie a los Washington Commanders (tres años, 24 millones de dólares).

• El tackle defensivo Jarran Reed a los Seattle Seahawks (dos años, 10.8 millones de dólares).

• El safety Juan Thornhill a los Cleveland Browns (tres años, 21 millones de dólares).