Jim Irsay señaló que cualquier acercamiento con el quarterback retirado sería una violación a las reglas de la NFL
INDIANAPOLIS -- El propietario de los Indianapolis Colts, Jim Irsay, quiere dejar en claro que Andrew Luck está fuera de alcance.
Luego de enterarse que la disponibilidad de Luck fue indagada el año pasado por los Washington Commanders, Irsay acudió a sus redes sociales para advertir a los equipos sobre cualquier conexión relacionada con el mariscal de campo retirado de los Colts.
"Si algún equipo de la NFL intentó contactar a Andrew Luck [o cualquiera relacionado con él], para jugar para su franquicia, sería una clara violación a las políticas de la liga", escribió Irsay en su cuenta de Twitter.
La NFL prohíbe que los equipos tengan contacto con jugadores o entrenadores que se encuentren bajo contrato con otra franquicia.
Luck, de 33 años de edad, quien se retiró en el 2019 con tres temporadas restantes en su contrato, técnicamente sigue siendo propiedad de los Colts. El contrato se detuvo después de su partida, lo que significa que, si alguna vez decide regresar a la NFL, los Colts serían los dueños de sus derechos.
ESPN reportó que Washington intentó indagar si Luck tenía interés de volver a la NFL en el 2022. No está claró con quién, exactamente, tuvo contacto Washington sobre Luck.
Una fuente de los Colts dijo que el equipo no tiene claro la naturaleza de las conversaciones, pero está tratando de enterarse qué ocurrió exactamente y si se realizó un contacto indebido con el jugador o su entorno.
La política de la NFL contra el contacto indebido es algo vaga, pero no se requiere el contacto directo con un jugador para que ocurra una violación.
"Cualquier declaración pública o privada de interés, calificada o no calificada, en el jugador de otro equipo, al agente o representante de ese jugador, o a un miembro de los medios de comunicación, es una violación", señala la parte relevante de la política.
Luck, un cuatro veces seleccionado al Pro Bowl que se retiró a los 29 años, ha señalado firmemente en el pasado que no tiene intención de regresar a la NFL.