Echamos un vistazo a las finanzas en Dallas para determinar si hay cupo para el receptor abierto estelar, recién cortado por Arizona
FRISCO -- Ahora, en los primeros días de junio, los Dallas Cowboys se encuentran sobrados de espacio bajo el tope salarial.
Cuentan con más de 21 millones de dólares por debajo del límite, de acuerdo a datos de la NFL Players Association. Tenían apenas 10.9 millones de dólares antes del 1° de junio, y sumaron otros 10.9 millones por la decisión de desprenderse del corredor Ezekiel Elliott a inicios del receso de campaña.
Los Cowboys pueden darse cualquier capricho que deseen, para fortalecer una plantilla que ya es sólida, pensando incluso en el receptor abierto DeAndre Hopkins, recientemente liberado por los Arizona Cardinals, al tope de la lista. Si los Cowboys no hubieran adquirido por la vía del canje a Brandin Cooks al arranque del receso de campaña, quizás habría mayor urgencia para sumar a un receptor como Hopkins.
Pero, aguarden. No es como encontrarse un billete de 20 en unos pantalones enterrados en el fondo del closet.
Primero, vamos a revisar cómo los Cowboys obtuvieron esos 10.9 millones de dólares adicionales.
El 15 de marzo, cortaron a Elliott, designándolo como corte post-1° de junio. En lugar de contar por 16.72 millones de dólares contra el tope salarial, Elliott contará únicamente por 5.82 millones en contra del tope salarial de este año, y aproximadamente 6 millones contra el tope del año entrante.
En segundo lugar, la mayoría del espacio bajo el tope salarial ya estaba ocupado, o reservado. Aunque, sí, los equipos pueden hacer prácticamente cualquier cosa con el tope, si así lo eligen.
Vamos a echar un vistazo a dónde irá la mayor parte del dinero:
Escuadra de prácticas, acuerdos por lesiones y elevaciones de temporada
No existe una cifra definitiva que pueda ponerse en papel, pero los equipos mantienen un espacio adicional bajo el tope salarial por estos motivos. Se calcula entre 8 millones y 10 millones de dólares, con las elevaciones semanales ocupando la mayor parte de ese dinero. Un jugador en la escuadra de prácticas cobra entre 16,100 a 20,600 dólares. Si un novato es ascendido desde la escuadra de prácticas a la plantilla activa, cobraría poco más de 44,000 dólares semanales.
Esas pequeñas diferencias se van sumando a lo largo de una campaña de 17 partidos.
Incentivos de final de temporada
Tyron Smith está por cobrar 6 millones de dólares esta temporada, entre bonos y salario base. A través de incentivos de tiempo de juego, puede ganarse otros 9 millones. Puede embolsarse unos 2 millones de dólares adicionales, si los Cowboys ganan el Super Bowl y él participa en al menos el 75 por ciento de las jugadas de temporada regular, y el 51 por ciento de las jugadas en cada ronda de playoffs.
Ese dinero tiene que reflejarse en algún lugar.
Lo mismo va para el dinero vinculado a otros jugadores en términos de bonos por partido que podrían no contar totalmente contra el tope, pero que se va agregando conforme transcurre la campaña.
Extensiones de contrato para CeeDee Lamb, Trevon Diggs, Terence Steele
¿Por qué no aparece el nombre de Dak Prescott en esta lista? Porque el número del quarterback contra el tope salarial probablemente bajaría, de acuerdo a la estructura de un potencial convenio.
Ese podría no ser el caso para Lamb, Diggs o Steele. El vicepresidente ejecutivo Stephen Jones dijo que el equipo desea regresar al hábito de firmar a jugadores entrando a sus años de contrato.
Extensiones para los tres probablemente elevarían sus impactos contra el tope salarial del 2023 --que actualmente están en 4.457 millones de dólares para Lamb, 4.847 millones para Diggs, 4.304 millones para Steele-- con base en la estructura de acuerdos futuros.
Los Cowboys tienen a Lamb bajo contrato hasta el 2024 con una opción al quinto año de contrato en 17.99 millones de dólares, pero les gustaría amarrar a su receptor abierto dos veces elegido al Pro Bowl a largo plazo. Para que eso suceda, es probable que esté mirando un contrato que promedie alrededor de 24 millones de dólares por año, si no es que más. Hay siete receptores abiertos cobrando al menos 24 millones de dólares por temporada.
Diggs ha sido elegido a cada uno de los dos últimos Pro Bowls, también. El esquinero está mirando un acuerdo que podría estar en el rango de los 20 millones de dólares anuales, si no es que más.
Steele regresa de una serie lesión de rodilla, pero los Cowboys confían en que será capaz de reencontrarse con la forma que lo convirtió en uno de los mejores tackles derechos jóvenes en la liga. Estará jugando este año a cambio de una oferta calificada de segunda ronda, como agente libre restringido.
Acuerdos de menor longitud suelen conducir a mayores impactos contra el tope salarial en los primeros años. No obstante, los Cowboys podrían buscar espaciar esos acuerdos desde un punto de vista de flujo de efectivo, especialmente cuando se considera una extensión para Prescott más adelante, o incluso para Micah Parsons tan pronto como el próximo receso de campaña.
Los Cowboys tienen espacio para sumar a un jugador como Hopkins si lo desean, pero hasta ahora parece que no quieren. Es como si supieran que 21 millones de dólares ya no alcanzan como antes.