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Por qué Will Howard se considera el mejor quarterback del NFL Draft 2025

El mariscal de campo campeón nacional con Ohio State, Will Howard, comprende que el proceso de superar la adversidad es un "ciclo sin fin"


WILL HOWARD NO TENÍA ni idea de lo mal que iba su semana hasta que el internet se lo informó. "¿Estás bien?", le preguntó su novia Skyler Skoglund el mes pasado, después de que Howard abriera su teléfono. Había volado desde el Combinado de la NFL hasta Minnesota para verla, un breve respiro del frenético ritmo de la temporada de reclutamiento. Honestamente, pensó que todo estaba bien. Entonces, el mariscal de campo de 6 pies con 4 pulgadas y 236 libras de Ohio State recibió un curioso mensaje de texto.

Era una captura de pantalla de una publicación en redes sociales del ex mariscal de campo de Colorado, Shedeur Sanders, proyectado para ser seleccionado en la primera ronda de este año, reprendiendo a los detractores por odiar a Howard.

Confundido, Howard envió un mensaje de texto a su agente, Chase Callahan.

"¿Me están odiando ahora?", preguntó Howard a Callahan.

Howard había sido abucheado durante su sesión de pases en el Combinado, pero se lo sacudió pensando que se trataba de algunos fanáticos de Michigan todavía amargados porque Ohio State ganó el campeonato nacional en enero. No sabía que un video viral de él lanzando por encima de los receptores en esa sesión estaba circulando en línea, o que se había convertido en la controversia del día del evento.

Las noticias sobre la actuación de Howard llegaron incluso al otro lado del charco, con un titular mordaz de un tabloide británico: "El prospecto de la NFL, Will Howard, salvajemente criticado por 'el peor rendimiento del Combinado de todos los tiempos'".

Su agente le dijo que no se preocupara. Estas cosas pasan en los largos días entre el Super Bowl y el draft de la NFL. Hace dos años, otro quarterback de Ohio State, C.J. Stroud, fue objeto de un intenso escrutinio cuando se filtró la noticia de que había obtenido malos resultados en una prueba previa al draft diseñada para ayudar a medir la capacidad de un quarterback para tomar decisiones en fracciones de segundo.

Stroud se convirtió en el segundo recluta global de ese año, para los Houston Texans, y fue Novato Ofensivo del Año de la NFL.

Los posibles escenarios para Howard en el Draft 2025 de la NFL --que se celebrará del 24 al 26 de abril en Green Bay, Wisconsin-- no son tan deslumbrantes. Nadie sabe a dónde irá, pero no se prevé que sea seleccionado temprano como Sanders o Cam Ward, de Miami.

Howard no está preocupado. Cree que algún día será un mariscal de campo titular de la NFL, y que todo el ruido previo al draft es solo otro capítulo en las muchas tribulaciones de Will Howard.

"Creo que soy el mejor mariscal de campo de esta clase", declaró el joven de 23 años a ESPN. "Creo que hay un talento increíble. Pero si vas a ser un competidor, al final del día, tienes que tener esa fe en ti mismo, y creo que eso es lo que me ayuda a superar esos momentos adversos.

"Las cosas malas pasan. Tienes que ser capaz de afrontarlas, y las personas mentalmente fuertes son capaces de superarlas. Creo que en mi carrera he tenido que hacerlo una y otra vez, y me he dado cuenta de que es un ciclo sin fin".

PÉRDIO SU puesto titular una vez, o técnicamente dos veces, en Kansas State, dependiendo de a quién le preguntes. No era precisamente una elección popular para tomar las riendas de un equipo de Ohio State cargado de estrellas cuando los Buckeyes lo sacaron del portal de transferencias a finales del 2023. Fue criticado durante la temporada del 2024, cuando los Buckeyes sufrieron derrotas en Oregon y en casa ante Michigan.

Pero, Howard ha pasado por momentos más difíciles. En el 2020, era un estudiante de primer año en Kansas State que vivía a 1,200 millas de su casa en Downingtown, Pennsylvania, aislado y viviendo solo debido a la pandemia de COVID-19. Había llegado al campus en enero del 2020 como estudiante de preinscripción, se fue a casa para las vacaciones de primavera y no pudo volver hasta junio. Cuando regresó, contrajo COVID. Howard esperaba una temporada de redshirt.

Se vio catapultado al puesto titular en el cuarto partido de la temporada del 2020, cuando Skylar Thompson sufrió una lesión en la parte superior del cuerpo que puso fin a su temporada. El primer encuentro en la titularidad de Howard fue en TCU, contra el entrenador en jefe Gary Patterson, una de las mejores mentes defensivas del fútbol americano, y aunque los Wildcats ganaron ese día en gran parte gracias a su defensiva y luego vencieron a Kansas en casa la semana siguiente, Howard sabía que estaba superado. Y tenía razón. Kansas State perdió sus últimos cinco partidos de la temporada.

"Will siempre tiene un aire de confianza", dijo el entrenador del equipo de Kansas State, Chris Klieman. "Eso es algo que siempre me ha gustado. Incluso si sufría de nervios o ansias por algo, hombre, no lo dejaba ver. Creo que nuestros jugadores, especialmente los mayores, apreciaron mucho la confianza de este chico al entrar en a la reunión previa a la jugada con un grupo de tipos de quinto año y decir: 'Bien, vamos a recorrer el campo y anotar'.

"Creo que lo que le diferencia ahora mismo de mucha gente es la confianza y la fe que tiene en sí mismo debido a la adversidad a la que se ha enfrentado. Hubo algunos partidos en los que no jugó muy bien como auténtico freshman. Tiene sentido; no había tenido las repeticiones. Pero sé que aprendió mucho de ello".

Howard fue suplente de Thompson la temporada siguiente, y luego fue titular en tres partidos cuando Thompson se lesionó. Se enfilaba como titular de los Wildcats para su tercer año, pero en diciembre del 2021, Kansas State incorporó al ex mariscal de campo de Nebraska, Adrian Martinez, a través del portal de transferencias. Nueve meses después, Kansas State nombró a Martinez titular.

La decisión de sumar a Martinez desde el portal enfadó a Howard. Le dieron ganas de irse. Pero respetaba a Martinez por su resiliencia, después de todas las lesiones y críticas que soportó durante cuatro años como titular en Nebraska, y por la forma en que manejó su transferencia.

Martinez no llegó ladrando órdenes, dijo Howard. Se tomó el tiempo para conocer a todos, se esforzó y fue respetuoso. Martinez, a su vez, apreció la profesionalidad de Howard.

"Nunca me pareció que me guardara rencor", dijo Martinez. "Nunca me pareció que estuviera resentido por esa situación, lo cual creo que habría sido muy fácil de hacer.

"Es una de esas dinámicas interesantes en las que pasas de ser muy competitivo y repartirte los lanzamientos a que, de repente, alguien es el titular y tienes que hacer todo lo posible para apoyarlo. Y yo sentí ese apoyo de Will. Estudiábamos juntos las cintas. Nos apoyábamos mutuamente. Parecíamos hermanos, ¿sabes? Y, sigo sintiendo lo mismo por Will. Creo que es un compañero de equipo increíble".

Se convirtieron en compañeros de habitación cuando salían de visita, y Howard siempre rompía la tensión antes de un gran partido haciendo chistes. A mitad de la temporada del 2022, los papeles se invirtieron cuando Martinez se lesionó y tuvo que abandonar el partido contra TCU. Howard llevó a los Wildcats a una victoria en casa por 48-0 contra Oklahoma State la semana siguiente, con cuatro touchdowns y 296 yardas por pase. Martinez recuperó su puesto de titular en el siguiente partido contra Texas, pero sufrió una lesión en la pierna una semana después en Baylor.

Liderados por Howard, los Wildcats ganaron sus tres últimos partidos de la temporada regular, lo que propició una revancha de la Big XII contra TCU. Howard completó 18 de 32 pases para dos touchdowns que condujeron a K-State a una victoria por 31-28 en la prórroga. El otoño siguiente, con el puesto de titular finalmente suyo, lanzó para 2,643 yardas con 24 touchdowns y 10 intercepciones. Pero el freshman genuino Avery Johnson, un mariscal de campo del estado, apareció en ocho partidos e impresionó, lanzando cinco pases de touchdown y corriendo para siete anotaciones.

Al final de la temporada regular del 2023, dijo Howard, habló con Klieman sobre el futuro. Howard estaba a punto de graduarse en contabilidad, pero le quedaba un año de elegibilidad y se había planteado si debía presentarse al draft de la NFL o quedarse en Manhattan. Klieman le dijo que, si volvía, tendría que competir con Johnson por el puesto de titular. (Klieman se negó a comentar sobre esa conversación).

Howard dijo que no siente rencor hacia Kansas State --donde su hermano menor Ryan Howard es un liniero ofensivo-- y que sigue teniendo una buena relación con el grupo de coaches. Pero su salida de K-State lo motivó y le hizo darse cuenta de que, independientemente de cómo juegues, "nunca realmente la haces".

"¿Hubiera deseado que creyeran en mí y querido que me quedara?", se preguntó. "¿Me habría quedado, siquiera? No lo sé. Creo que le saqué todo a esa experiencia. Creo que necesitaba un nuevo camino, de todos modos. Pero, el hecho de que quisieran ir en otra dirección, sí, me enfureció".

EN EL INVIERNO del 2023, el entrenador en jefe de Ohio State, Ryan Day, también buscaba un cambio. El equipo había perdido contra su archirrival Michigan por tercera vez consecutiva, un partido que dejó a los Buckeyes fuera del College Football Playoff.

Kyle McCord era el titular para Ohio State esa temporada, pero se dirigió al portal de transferencias en diciembre, después de que Day se negara a confirmar si McCord sería el quarterback de inicio en el Cotton Bowl.

McCord, jugando en uno de los mejores equipos de fútbol americano del país, logró mejores estadísticas que Howard en el 2023. Pero, Day vio en Howard a un competidor. Le gustaba su tamaño, fuerza y juego de pies. Le impresionaron algunos de los lanzamientos que Howard hizo en zona roja, pero sabía que antes de llegar a cualquier conclusión, necesitaba tener al pasador en el campus.

"En cuanto lo conoces", dijo Day, "simplemente lo reconoces que, primero, tiene una personalidad contagiosa. Es decir, puede liderar a la gente, y eso era importante. Luego empezamos a hablar de fútbol americano. Es brillante. Podía recordar jugadas; podía verbalizar lo que había hecho en los partidos. Era como hablar con un jugador de la NFL. Cuando terminé esa conversación, eso me conquistó más que nada".

Day dijo que normalmente no trae a un mariscal de campo para una temporada en una situación en la que hay que ganar, ¡ya! Todo tenía que encajar con su talentoso y orgulloso equipo. La presión recaía sobre Day --la presión siempre recae sobre Day-- pero también se le pasaba a Howard.

Howard estaba tan entusiasmado con el viaje que le dijo a Day que ya lo tenía, que iba con todo. Howard le dijo al coach que no lo defraudaría, le dijo algo así como: "Vayamos a ganarlo todo".

De vuelta a casa en Pennsylvania, la madre de Howard se mostró escéptica. "¿Estás seguro de que quieres hacer esto?", le preguntó.

Howard sabía que era el reto que necesitaba si quería jugar en la NFL. A los pocos días de su viaje de reclutamiento, estaba de vuelta en el campus, listo para empezar.

Siguió el mapa que Martinez le había dejado un año antes: ser humilde, conocer a todo el mundo y trabajar duro.

"Estaba corriendo como un loco cuando llegué allí, y estaba en muy mala forma", dijo Howard. "Recuerdo que vomité mientras corría, pero yo estaba como, 'No voy a quedarme sentado'".

"Recuerdo que el coach Day vino un día al gimnasio y [dijo]: 'Necesito que seas el tipo al que podamos recurrir en cuarta oportunidad cuando necesitemos una yarda. Tienes que ser el tipo que va a ser capaz de conseguirlo. Y, tienes que demostrárselo a todos, para que todos en este edificio sepan que vas a ser ese tipo'".

El centro Seth McLaughlin, un transferido desde Alabama que también se unió a Ohio State en el 2024 con solo un año de elegibilidad restante, dijo que los Buckeyes volvieron a trabajar tras la derrota en el Cotton Bowl, impulsados por borrar esos recuerdos de finales de temporada. Media docena de ellos podrían haber ido a la NFL, pero regresaron con un propósito: ganar el título que se les escapó en el 2023.

Todos los ojos estaban puestos en los recién llegados, dijo McLaughlin, observándolos y evaluándolos. Dijo que era más importante pare ellos ser confiables que queridos.

Howard quería ambas cosas. Quería que le desafiaran, y Day lo puso a prueba muchas veces en primavera. Intentó crear situaciones que sacudieran a Howard. No puedes lanzar intercepciones en Ohio State, le decía a Howard. Si lo hiciera, sería el fin del mundo.

Siempre que Day arremetía en contra de Howard por algo que había hecho mal, el quarterback respondía rápidamente: "Sí, señor, lo tengo".

"Y él odiaba cuando decía eso", dijo Howard. "Él decía: '¡No me tienes!'".

Pero la personalidad calmada de Howard le fue muy útil en situaciones tensas, como el partido de principios de noviembre contra el N° 3, Penn State. Sus compañeros de equipo sabían lo importante que era ese partido para Howard, jugando en su estado natal. En su primera jugada, Howard lanzó intercepción devuelta para touchdown. McLaughlin dijo que Howard volvió a la línea de banda y le dijo con calma al equipo: "Oye, es culpa mía"

En la siguiente serie, condujo a los Buckeyes en una serie de 74 yardas que terminó en touchdown.

"Esa intercepción nunca le afectó, especialmente en ese ambiente emocional", recordó McLaughlin. "Ese fue el momento en el que me di cuenta. Pensé: 'Vaya, este tipo es especial'".

Los altibajos eran capaces de resultar en latigazo cervical. Tres semanas antes, en Eugene, Oregon, Howard fue criticado por su gestión del tiempo en los últimos momentos contra los Ducks. Retrocedió para pasar a falta de seis segundos en tercera y 20, tratando de poner a su equipo en posición de gol de campo. Corrió por el centro para conseguir 12 yardas, y luego se deslizó por dentro de la línea de 30 yardas. Pero el reloj se había agotado, sellando una derrota por 32-31. Howard se llevó las manos a la cabeza. Pensó que había caído al suelo cuando quedaba un segundo.

Después del partido, Howard, quien completó 28 de 35 pases esa noche para 326 yardas y dos touchdowns, dijo que caminó por el vestuario y abrazó a todos los jugadores. Se culpó a sí mismo por la derrota. "Culpa mía", le dijo a sus compañeros de equipo.

Internet explotó con memes y bromas. McLaughlin dijo que "desacreditaron por completo el gran juego que había hecho hasta ese momento".

El equipo regresó de Eugene temprano a la mañana siguiente, y Howard no podía comer ni dormir y no sabía qué hacer. Así que dejó caer sus maletas en el césped de las instalaciones techadas de Ohio State, apoyó la cabeza en las maletas y se quedó mirando al techo.

"Estaba rezando", dijo, "hablando con Dios, ya sabes. ¿Por qué yo? ¿Por qué me sigue pasando esto?".

Dijo que fue un momento espiritual, en el silencio, y que se sintió mejor cuando se fue.

La temporada regular terminó con otra derrota descorazonadora: un tropiezo por 13-10 ante Michigan.

Una semana después, los Buckeyes obtuvieron el octavo puesto del College Football Playoff. Howard procedió a hilar la mejor racha de cuatro partidos de su carrera. Completó el 75.2 por ciento de sus pases para 1,150 yardas, ocho touchdowns y deos intercepciones.

Después de la victoria de Ohio State por 34-23 contra Notre Dame en el juego por el campeonato nacional, Howard fue nombrado Jugador Más Valioso Ofensivo.

Se saltó el Senior Bowl para volver a Columbus y celebrarlo con sus compañeros de equipo. Sabía la importancia del Senior Bowl y el impacto que la semana puede tener en el valor de un jugador en el draft, pero se sentía obligado a estar con las personas que habían tenido tanto impacto en él durante los 13 meses anteriores.

Hubo una comida de celebración para los jugadores de último año y los entrenadores en Hyde Park Prime Steakhouse, y los jugadores contaron historias y se rieron.

"Sigue siendo un poco surrealista", confesó Howard.

NO HAY REGISTROS que hagan un seguimiento del peor rendimiento en la historia del Combinado de la NFL. No se televisó hasta el 2004, cuando NFL Network comenzó a emitir partes de los ejercicios. Fue por entonces, cuando un pequeño grupo de medios de comunicación pudo ver a los quarterbacks y receptores abiertos desde el interior de las instalaciones.

Rick Gosselin, veterano escritor de la NFL que ha cubierto muchos Combinados, no recuerda ninguna actuación que haya destacado lo suficiente como para merecer el apodo de "la peor de la historia".

"Siempre hay alguien que va a correr más lento de lo esperado", sostuvo Gosselin, "y va a ser un gran problema, y luego, cuando llegue el día del draft, lo van a reclutar donde se suponía que lo iban a reclutar antes del Combinado.

"Francamente, el evento del Combinado está muy sobrevalorado".

El ex gerente general de los New York Jets, Mike Tannenbaum, dijo que nunca tomó una decisión de draft basándose en una exhibición del Combinado. Uno bueno, puede aumentar ocasionalmente el valor de draft, dijo. Pero, uno malo no puede perjudicarlo. El único mariscal de campo que recuerda, que movió la aguja durante una sesión del Combinado, fue Justin Herbert, consolidando su posición como recluta del Top-10 en el 2020. Los Angeles Chargers lo seleccionaron en el puesto N° 6.

Tannenbaum le daría crédito a un mariscal de campo si participara en el entrenamiento, ya que muchos otros ya no lo hacen. El año pasado, los tres mejores pasadores disponibles (Caleb Williams, Jayden Daniels y Drake Maye) se fueron primero, segundo y tercero, a pesar de que ninguno de ellos participó en los ejercicios sobre el terreno de juego.

Sanders y Ward, los dos mejores quarterbacks disponibles este año, también optaron por saltarse los entrenamientos.

"El contexto lo es todo", dijo Tannenbaum, ahora analista de la NFL para ESPN. "[Howard] tuvo una temporada realmente buena. Jugó para el mejor equipo este año en una conferencia muy, muy competitiva. El vídeo del partido es exponencialmente más importante que un entrenamiento en el que lanzas a personas a las que nunca antes has lanzado".

Tannenbaum, como muchos expertos en draft, dijo creer que Howard se irá en alguna ronda intermedia, a un equipo que apueste por su potencial.

La camada de pasadores del 2025 se considera escasa en comparación con los últimos años, pero Matt Miller, analista de draft para ESPN, dijo que eso no significa que no habrá una gran demanda.

La continuidad en la posición, dijo, se ha convertido en una rareza. También, la paciencia.

"Así que tienes los equipos malos que tienen a los quarterbacks jóvenes", dijo, "tienes los equipos buenos con los establecidos, y todos los demás en el medio. Es como si rotaran los años de reclutamiento de quarterbacks.

"Creo que lo bueno de esta camada es que hay una clase media en el puesto de quarterback, que es algo que ha faltado. No ha habido esos jugadores de segunda o tercera ronda que podrían convertirse en titulares. Y, eso solía ser algo común. Esta clase de quarterbacks es rica en esa clase media, con tipos como Will Howard".

Los expertos en el draft desconfían en la potencia del brazo y la capacidad de procesamiento de Howard. En la tabla general del analista de draft para ESPN, Jordan Reid, incluye a Howard como el octavo mejor quarterback en el draft, escribiendo que "Muchas de las imperfecciones de Howard salen a la luz cuando las defensivas aceleran su procesamiento".

Pro Football Focus le pone a Howard una calificación de 50.9 bajo presión, que lo ubica en el puesto N° 27 de 56 mariscales de campo elegibles para el draft.

Howard, como era de esperarse, confía en su capacidad de procesamiento. Un lunes por la tarde de mediados de marzo en Irvine, California, estaba terminando una enchilada de pollo y viendo una película con Jake Heaps, un ex mariscal de campo profesional que lo está entrenando en los días previos al draft. Heaps es el entrenador personal de Russell Wilson.

Heaps le pidió a Howard que fuera a la pizarra y dibujara su jugada favorita contra el Cover 2, y Howard rápidamente garabateó la jugada que los Buckeyes usaron en el Rose Bowl, cuando Howard conectó con Emeka Egbuka en pase de touchdown de 42 yardas por el medio del campo.

"Tenían mucha confianza en él", dijo Heaps, "para lidiar con muchos, yo diría, audibles y ajustes sobre la línea en jugadas profundas estilo profesional: de carrera a pase y de pase a carrera. Todas estas son cosas que se les pide a los mariscales de campo de la NFL, que no se les pide a todos los universitarios".

ERA LA última semana de marzo, y Bob y Maureen Howard conducían por la autopista desde Pensilvania hacia Columbus, Ohio, en camino al pro day de Will en Ohio State. Su hija menor, Grace, estaba sentada, en silencio, en el asiento trasero de su todoterreno blanco.

La familia suele escuchar podcasts de crímenes reales en estos largos viajes en coche, y ha habían pasado por muchos de ellos durante la carrera universitaria de Will.

El pro day sería diferente al Combinado, con Howard lanzando a receptores conocidos en un entrenamiento programado. Y, Howard no decepcionaría, acertando 65 de sus 67 lanzamientos, con dos pases dejados caer. Internet exclamaría: "¡Will Howard brilla en el trabajo del pro day!".

Bob y Maureen, al igual que su hijo, intentan no obsesionarse demasiado con ningún acontecimiento previo al draft. Pero, a veces es difícil. En entrevista telefónica durante su viaje, los Howard prefirieron centrarse en tiempos más sencillos. Como cuando Will solía ir por ahí con un balón en mano todo el tiempo, dijeron. Grace no podía pronunciar su nombre cuando era pequeña, así que lo llamaba "Ball"

Aprendió a tocar el violonchelo y el trombón de niño, y siempre quiso tocar la canción del especial de Navidad de los Peanuts al piano. Pero, no sabía tocar el piano, así que un día de nieve, cuando estaba particularmente aburrido, se sentó y aprendió a tocarlo por su cuenta. Obtuvo una puntuación de 1,380 en el SAT y obtuvo su maestría en entrenamiento deportivo en un año, en Ohio State.

Oh, y un dato curioso: Will fue la inspiración para un invento. Era un bebé grande, dijo Maureen, y rápidamente se soltaba de la frazada que le envolvía. Podía dormir durante horas cuando lo llevaban en la carriola, pero en una cuna, se despertaba de mal humor a los 30 minutos. Maureen, fisioterapeuta pediátrica, diseñó un traje de apoyo resistente para ayudarle a dormir. Funcionó, y ella y Bob lo llamaron en broma, 'la pijama mágica'.

Después de que naciera su segundo hijo, Tori, lo sacaron de nuevo, y la gente de sus grupos de madres preguntaba por él. Hizo algunos prototipos más mientras Bob, que trabaja en finanzas, empezó a investigar productos de transición, y encontró una necesidad. Finalmente, consiguieron una patente para la Pijama Mágica del Bebé Merlín. Trabajaban desde casa, que se convirtió en un verdadero negocio familiar: Will y sus hermanos, incluso, ayudaron a montar una pequeña línea de montaje.

Bob y Maureen vendieron el negocio en el 2021, lo cual fue bueno porque han tenido muchos partidos de fútbol americano a los que había que asistir.

Will y su familia verán el draft en casa, en Downingtown, y será una reunión modesta. Pero han reservado mesa en su restaurante favorito de la ciudad para una fiesta el sábado por la noche, después de que se anuncien todos los nombres, y planean celebrar el nuevo destino de Howard.

El final oficial de la temporada de reclutamiento, también, podría ser motivo de celebración.