<
>

Cambio de posición mantuvo vivo el sueño de NFL en Braxton Miller

HOUSTON -- Días después que comenzó el sueño de Braxton Miller en la NFL, volvió al lugar donde se reinventó en secreto e impulsó su futuro hacia la NFL hace un año.

Dentro del Woody Hayes Athletic Center, la máquina de lanzar balones disparaba hacia Miller, quien atrapaba los envíos. La habilidad era algo nuevo para él, pero nunca se cansó de trabajar en eso.

De alguna manera su transición de mariscal de campo a receptor abierto ya ha comenzado a rendir frutos. Los Houston Texans lo reclutaron en la tercera ronda del draft del 2016.

Pero hay mucho más cosas que quiere.

Mientras trabajaba para rehabilitarse en el otoño del 2014 y otras universidades trataban de ficharlo para sacarlo de Ohio State, Miller tenía un plan secreto. Su hombro lesionado no lo iba a detener, no lo iba a permitir El mariscal de campo más reconocido en la historia de la Big Ten decidió cambiar a una posición donde no importaba que su hombro no estuviera lo suficientemente sano para lanzar el balón más allá de 45 yardas.

Ese cambio, su disposición para adaptarse, le dio a Miller una ventaja para su carrera en la NFL. Muchos mariscales de campo universitarios intentan esta transición. Algunos lo hacen por elección y otros por necesidad. No siempre funciona, pero Miller está determinado en hacerlo funcionar. Los Texans, también, piensan que lo hará. Esperan que la capacidad de Miller como receptor crezca y le aporte una dimensión dinámica a su ofensiva.

"Estoy trabajando por algo especial aquí", declaró Miller. "Estoy listo para demostrar mi talento. Estoy listo para ser uno de los mejores reclutas del draft que hayan seleccionado. No hay tiempo que perder".

VIENDO AL FUTURO

Han sido más los mariscales de campo que han fracasado en su intento por cambiar posición de los que han tenido éxito.

Tras su negativa a mudarse de posición, el ex mariscal de campo de Kansas State, Colin Klein, no fue reclutado y sólo tuvo una prueba en el minicampamento de novatos en Houston hace tres años. El ex mariscal de campo de los Buckeyes, Terrelle Pryor comenzó su carrera en la NFL como pasador y recientemente comenzó su intento para cambiar a receptor. Los Jacksonville Jaguars eligieron al ex pasador de Arkansas, Matt Jones, como receptor abierto en la primera ronda del 2005, pero fracasó en parte debido a sus arrestos por drogas.

Las historias de éxito incluyen al retirado Hines Ward, quien jugó 14 temporadas como receptor con los Pittsburgh Steelers, Antwaan Randle El, quien jugó nueve años como receptor, y el receptor de los New England Patriots Julian Edelman.

Edelman fue mariscal de campo en San Mateo y después en Kent State. Los Patriots lo eligieron en la séptima ronda del 2009 y ahora es una pieza central en su ofensiva.

"La situación con Julian y su transición es que tuvo una gran ética de trabajo y algunas intangibles en su determinación, eso en verdad le permitió trabajar muy duro en su transición para la posición muy bien", expresó Chad O'Shea, entrenador de receptores de los Patriots quien tenía ese mismo puesto cuando Edelman fue seleccionado.

"Tenía un gran paquete de habilidades en cuanto a sus cambios de dirección, algo que fue evidente desde el principio. Todo lo demás estaba poco pulido, porque no lo hacía, no se alineaba como receptor. Era mariscal de campo".

Una vez que Miller se dio cuenta que no podría jugar como mariscal de campo en el nivel que quería, buscó un cambio.

"Fue con Urban [Meyer, entrenador en jefe de Ohio State] y dijo esto es lo que quiero hacer", expresó Zach Smith, entrenador de receptores de Ohio State. "'Quería jugar como receptor. Es mi último año. No quiero arriesgar mi hombro. Quiero comenzar esta transformación así que estoy un año adelantado del juego'".

No había duda que su capacidad atlética iba a ser importante. Le ayudó a convertirse en un dos veces Jugador Ofensivo del Año en la Big Ten como mariscal de campo.

"Verlo con el balón en sus manos, pensé, 'Este chico es un fenómeno. Es un juego de video'", refirió Tom Herman, coordinador ofensivo de Ohio State del 2012 al 2014. "'Es el atleta más explosivo y dinámico que he visto nunca dentro de un campo de fútbol americano'".

Herman, ahora entrenador en jefe en la Universidad de Houston, le enseñó a Miller cómo confiar en sus brazos más que en sus piernas, al tiempo que trataba de no frenar el arma que tenía en el atleticismo de Miller. Le enseñó a Miller cómo prepararse como mariscal de campo de élite en el fútbol americano colegial. Ohio State perdió sólo dos partidos en las temporadas sophomore y junior de Miller combinadas, el Juego por el Campeonato de la Big Ten y el Orange Bowl.

En el Orange Bowl, Miller sufrió la primera de dos lesiones que cambiaron el curso de su carrera. Herman cree que Miller pudo haber sido un mariscal de campo titular en la NFL si no hubiese sido por sus dos lesiones de hombro.

En ese Orange Bowl, Miller cayó sobre su codo y el dolor se extendió a su brazo derecho. Terminó el partido, pero terminó con un desgarre en el hombro que necesitó cirugía.

Regresó al fútbol americano ese verano, pero su buena salud duró poco. Agravó ese mismo hombro durante una rutina de pases de 10 yardas en agosto del 2014. Esa segunda lesión ocurrió sin contacto, sin esfuerzo.

"Tuve que averiguar qué iba a hacer", sentenció Miller. "Fueron muchas noches obscuras, mucha tristeza. Simplemente fue una situación trágica por la que nunca había pasado".

Su terapeuta físico Kevin Wilk fue la primera persona que le dijo sobre su posible cambio de posición durante el otoño del 2014.

¿Qué tal si su brazo no se había recuperado totalmente? ¿Y si ya no podía lanzar como acostumbraba?

"Sentí que estaba preocupado porque ocurriera de nuevo una tercera vez", dijo el ex receptor de Ohio State, Michael Thomas.

Miller poco a poco comenzó a compartir su plan con sus compañeros. En ocasiones, atrapaba algunos pases de otros mariscales de campo en la primavera del 2015, o despejes, simulando que estaba jugando. Después le dijo a Smith, entrenador de receptores, que era en serio.

Mientras trabajaba en volver y ponderaba su futuro en Ohio State, comenzaron las propuestas de otras universidades. Los mariscales de campo J.T. Barrett y Cardale Jones jugaron muy bien en ausencia de Miller, otras universidades vieron una vacante para los servicios de Miller. Varas universidades de la SEC, Florida State, que había perdido al mariscal de campo Jameis Winston en la NFL y Oregon, que también perdió a Marcus Mariota, tenían interés, de acuerdo a una fuente. Lo buscaron como mariscal, algunos sugiriendo que podían prepararlo mejor para la NFL de lo que podían Ohio State.

Sin embargo, el corazón de Miller estaba en Columbus.

"Nunca pensé en irme", refirió Miller.

Tampoco le dijo nunca a otras universidades que tenía pensado cambiar de posición.

Ese secreto se mantuvo dentro del programa.

RECEPTOR ABIERTO PARECE SER UNA POSICIÓN NATURAL PARA ÉL

Los entrenamientos nocturnos comenzaron hace un año en el Woody Hayes Athletic Center.

Miller y algunos compañeros utilizaban sus llaves para escabullirse dentro de las instalaciones en la noche, alrededor de las 8:30 p.m. En ocasiones permanecían ahí después de las 11. Thomas ayudaba con los detalles de la posición. Los mariscales de campo Jones y Barrett a veces le lanzaban pases. El profundo Vonn Bell en ocasiones le ofrecía competencia.

"No quería tener que responder preguntas", dijo Thomas, explicando el secreto.

Para junio, Miller comenzó a practicar con entrenadores. Tenía que ver el campo de manera distinta, de manera vertical en lugar de horizontal. Tenía que perder de peso para lucir más como receptor. Aprendió posiciones de receptor, cómo detenerse y arrancar apropiadamente, y cómo entrar y salir de las rutas efectivamente.

"Me puse un poco nervioso", reconoció Smith. "Aquí está un dos veces jugador del año de la Big Ten, uno de los atletas de élite del país y uno de los entrenadores en jefe más exitosos dándote balones y diciendo, 'Tienes mes y medio. Hazlo un gran receptor'".

Cada nuevo movimiento era torpe al principio, pero cuando lo entendió, lo entendió rápido.

Tuvo 26 recepciones para 341 yardas en su única campaña como receptor. Cuando terminó, su tarea fue convincente para los equipos de la NFL que podía hacerlo de manera profesional.

"Lo que vimos en el Senior Bowl, vimos un chico que tiene la capacidad de jugar la posición, y lució muy natural para él", indicó el gerente general de los Texans, Rick Smith. "Se metió en eso. Es importante para él, ama el fútbol americano como dice Bill [O'Brien], así que pensamos que tiene todas las habilidades que son necesarias para tener éxito en la posición.

Fue utilizado principalmente en la ranura en Ohio State, los Texans piensan emplearlo ahí también. También planean usarlo por fuera. No se sorprendan si ejecuta algunas formaciones wildcat. Los Texans ejecutaron la wildcat el año pasado, pero nunca tuvieron un atleta así para ejecutarla.

Miller cambió a receptor porque no podía ser el mejor en la posición de mariscal de campo con la condición en su hombro. Sabe que no está donde quiere como receptor, pero tiene la intención de llegar.

"Digo que mi separación y la manera en que me desprendo del balón así que los defensivos no están cómodos de principio a fin", respondió Miller cuando se le preguntó en qué necesita mejorar más. "Nunca estarán cómodos marcándome".

El trabajo lo guiará. No olvidará eso después de ser reclutado en el draft. Es por eso que volvió, apenas dos días después que los Texans lo seleccionaron, al lugar donde comenzó este viaje. Ya no necesita esconderse en la obscuridad y ya no lo hará. El reflector de la NFL iluminará su próximo paso.