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El juego terrestre le da balance al ataque de Cowboys

La percepción general es que los Dallas Cowboys sufrirán si Ezekiel Elliott tiene que ausentarse, pero, si se mira más de cerca, es posible que el equipo de la estrella solitaria esté listo para sobrevivir sin su corredor estrella.

Más allá de las 147 yardas en 33 acarreos --marca personal-- que Elliott sumó en la victoria sobre los Washington Redskins por 33-19, está el desempeño de la línea ofensiva de los Cowboys y la tranquilidad que le da al quarterback Dak Prescott.

El pasador de Dallas sólo lanzó en 22 ocasiones y completó 14 de sus envíos para 143 yardas. Prescott pudo haber trabajado menos por la forma en que Elliott corrió y, sobre todo, por los huecos que la línea ofensiva le abrió.

Si el proceso legal que se lleva por la suspensión de seis juegos que la NFL le aplicó a Elliott se resuelve y resulta que debe cumplirla, Prescott y los Cowboys en general necesitan que su línea ofensiva responda como lo hizo ante Washington.

Si bien la explosividad y fuerza que ofrece Elliott son difíciles de emular, el desempeño de la línea ofensiva puede ayudar a Alfred Morris, Darren McFadden y a Rod Smith a compartir la labor de correr el ovoide con la producción suficiente para apoyar la labor de Prescott.

Basta con ver la facilidad con la que el centro Travis Frederick, los guardias Chaz Green y Zack Martin y los tackles La’el Collins y Tyron Smith abrieron huecos ante los Redskins por los que Elliott pasó sin ser tocado, incluida su primera anotación en carrera de 13 yardas.

Y así como lo hicieron ante Redskins y en los dos juegos anteriores, los Cowboys necesitan darle con frecuencia el ovoide a Elliott o a quien sea que esté en el backfield con Prescott.

Y la razón es sencilla. Cuando Elliott ha corrido para 100 o más yardas en 2017, Dallas tiene marca de 3-1. Cuando la producción del corredor es menor a las 100 yardas, el récord de Dallas es de 1-2.

En los últimos tres juegos de Dallas, Elliott ha rebasado las 100 yardas y a excepción del duelo ante Green Bay en el que se enfrascó en un duelo de pistoleros con Aaron Rodgers, Prescott lanzó 25 pases ante San Francisco y 22 ante Washington.

Es decir, el peso del ataque de los Cowboys está más balanceado e, incluso, inclinado hacia el ataque terrestre, que en los próximos compromisos enfrentará a las defensivas contra la carrera números 25 (Kansas City) y 16 (Atlanta), ante las cuales podrá tomar aún mejor ritmo con o sin Elliott en el backfield.