ATLANTA -- A veces, encontrar tu lugar en el mundo es más importante que tus aptitudes mismas.
Estar en un ambiente en el cual te sientes cómodo, en el cual las circunstancias a tu alrededor te ayudan a alcanzar tu máximo potencial.
Robert Woods nació en la ciudad de Gardena en el estado de California. Tras ser uno de los jugadores más galardonados del país a nivel secundario, decidió quedarse cerca de su casa y asistir a la Universidad del Sur de California.
Todavía recuerdo verlo jugar con los Trojans, donde fue finalista para los premios Biletnikoff y Maxwell, y en un momento dado llegó a ser considerado el mejor prospecto en su posición.
Pero cierto declive en su producción en su tercer año en USC, en parte debido a la emergencia de Marquise Lee, hizo caer sus acciones de cara al draft.
Acto seguido, los Bills lo eligieron en la segunda ronda del draft, y recuerdo pensar que Buffalo se había llevado una gema.
Pero la producción no estuvo allí. De hecho, Woods nunca superó las 700 yardas en un año en ninguna de sus cuatro temporadas en el occidente de New York.
Tal es así, que Buffalo no estaba dispuesto a pagar siete millones de dólares por temporada por un receptor que no había probado ser un número 1; Woods se terminó yendo en la agencia libre.
Los Rams notaron su potencial, y Woods volvió a casa tras firmar un contrato de cinco temporadas y 34 millones de dólares.
Casi de inmediato, vimos otra cara de Woods, a tal punto que acumuló más yardas que en cualquier temporada con los Bills, a pesar de haber jugado cuatro partidos menos por lesión.
“Sabía que el esquema que emplean en Los Angeles me iba a ayudar”, admitió Woods. “Sean McVay coloca a sus jugadores en posición para ser exitosos”.
Se suponía que Brandin Cooks, por quien los Rams pagaron una selección de primera ronda, iba a ser la primera opción del equipo angelino.
Aunque 86 recepciones para 1219 yardas y seis touchdowns nos dicen otra cosa.
Woods está entre los primeros 10 de la NFL en recepciones y yardas por atrapada; sin embargo, nadie lo menciona entre la crema de la posición pese a que ha sido el mejor receptor en la mejor ofensiva de la NFL.
“No importa cuál sea la ruta, tengo confianza ciega en él”, declaró el mariscal Jared Goff. “Es lo más cercano a una garantía que tenemos”.
Y no fue el único en repartir flores para Woods.
“Ni siquiera puedo expresar lo valioso que es Robert para nosotros”, enfatizó McVay. “Lo puede hacer todo, y trabaja más duro que nadie”.
Elogios de alta gama para un receptor abierto de personalidad humilde, que apenas tiene 26 años, y que no teme ensuciarse las manos cuando de bloquear se trata.
“Yo lo llamo mi fullback personal”, expresó Todd Gurley. “No vas a encontrar muchos receptores que bloqueen mejor que Robert”.
Menos de un mes atrás, el mariscal de los Dallas Cowboys y actual comentarista televisivo Troy Aikman, se deshizo en elogios para con Woods.
“Es probablemente el mejor receptor abierto de la NFL cuando tomamos en cuenta todo lo que hace”, sentenció Aikman. Yo no lo llevaría tan lejos, aunque sí diría que es probablemente el más subestimado.
Y si quieren buscar un Factor X para los Rams, no miren más allá del señor Robert Woods, quien jugando cerca de su casa, se ha convertido en el jugador que siempre pensé que sería.