Luego de informar a los New York Jets que tenía la intención de firmar con ellos, el linebacker Anthony Barr se arrepintió, cambió de parecer, e informó a los Minnesota Vikings que regresaría a la franquicia, confirmaron fuentes a ESPN.
La noticia fue revelada en primera instancia por NFL Network.
Los Vikings optaron por no colocar la etiqueta de jugador franquicia sobre Barr. El equipo hubiera incurrido en un cargo estimado de 15.7 millones de dólares para el 2019 con la movida, que en cambio hubiera convertido a Barr en el jugador más caro de la plantilla, descontando a los quarterbacks.
Barr, de 26 años de edad, fue el primer recluta de draft del mandato del head coach Mike Zimmer, seleccionado noveno global en el 2014. Hizo la transición desde la posición de linebacker externo 3-4 en UCLA, donde totalizó 23.5 capturas del 2012 al 2013, a apoyador por el lado fuerte 4-3 en el sistema de Zimmer.
Aunque el rol de Barr se transformó en Minnesota, su habilidad para perseguir a los pasadores siguió siendo notable a lo largo de cinco campañas, acumulando 13.5 capturas y 31 derribos de quarterback.
Una molestia en el tendón de la corva limitó a Barr a 13 encuentros la temporada pasada, su menor total desde su campaña de novato. Sumó un partido con múltiples capturas frente a los Miami Dolphins, pero también sumo su menor cantidad de tacleadas para una temporada, con 55.
Nombrado a cuatro Pro Bowls consecutivos luego de un año de destape en el 2015, Barr fue uno de cuatro jugadores de Minnesota elegibles para extensión contractual el año pasado. En lugar de eso, pasó el receso de temporada sin que firmara un nuevo contrato, forzándolo a jugar bajo la opción del quinto año de contrato.
Información de Courtney Cronin fue utilizada en la redacción de esta nota.