De cara a la temporada 100 de la NFL, la cual servirá para definir al campeón del Super Bowl LIV --considerado el N° 50 de la era moderna de la liga--, restan 12 equipos que nunca han ganado en el súper domingo.
De esa docena de franquicias, hay cuatro equipos que ni siquiera han logrado aparecer en el Super Bowl, mientras que son ocho los equipos que nunca han podido proclamarse campeones de la NFL, aunque tres de estos últimos clubes consiguieron erigirse monarcas de la desaparecida AFL antes de la fusión de ligas.
La NFC Este es la única división donde sus cuatro miembros han levantado en algún momento el Trofeo Lombardi, mientras que la AFC Sur es el peor sector en este rubro, con solamente los Indianapolis Colts como campeones de Super Bowl a la fecha.
Ordenamos a estos 12 equipos de acuerdo a las posibilidades --de menor a mayor-- que creemos tienen de conquistar su primer Super Bowl en la campaña del 2019:
Arizona Cardinals
El equipo de fútbol americano profesional más antiguo que sigue en operaciones es también uno que arrastra una historia que en su mayoría ha sido perdedora. Fundado en 1898 como el Morgan Athletic club, es uno de dos equipos originales de la NFL que sigue en operaciones, junto a los Chicago Bears. Los Cards poseen solamente dos títulos de la NFL, uno disputado que data de 1925 y otro de 1947. Su única aparición en un Super Bowl ocurrió en la edición XLIII, cuando una atrapada inverosímil de Santonio Holmes en los instantes finales robó el triunfo a favor de los Pittsburgh Steelers, por 27-23. En el 2015, cayeron en el Juego de Campeonato de la NFC ante otro equipo de esta lista, los Carolina Panthers.
Lo positivo: Los Cardinals se acaban de hacer con los servicios de uno de los quarterbacks más emocionantes en saltar a las filas profesionales en al menos una década, el ganador del Trofeo Heisman, Kyler Murray. Reclutado primero global en el draft, Murray llega a una ofensiva que cuenta con elementos clave importantes como el receptor abierto Larry Fitzgerald --aunque ya en el declive de su carrera-- y el corredor David Johnson, además de una defensiva que ha sido sólida en años recientes.
Lo negativo: Un head coach novato que nunca ha dirigido a nivel NFL y que llega con una marca bastante mediocre de las filas colegiales (35-40 en cinco temporadas, 1-2 en tazones) no es para echar las campanas al vuelo. También hay que poner en tela de juicio la dirección de la gerencia, que por segundo año consecutivo estrena entrenador en jefe y quarterback de primera ronda, después de haber contratado a Steve Wilks y reclutado a Josh Rosen décimo global el año pasado. La suspensión de seis encuentros para el esquinero Patrick Peterson, su mejor defensivo, tampoco ayuda.
Cincinnati Bengals
Como organización, los Bengals jamás han sido campeones. En la extinta AFL solamente jugaron dos campañas sin éxito, antes de la fusión, y han caído en sus dos apariciones de Super Bowl, ante el mismo rival. Los San Francisco 49ers superaron a Cincy en el Super Bowl XVI por 26-21, y el Super Bowl XXIII por 20-16. La última vez que superaron la Ronda de Comodines fue en 1990, y a partir de allí solamente han jugado playoffs en siete de 28 años.
Lo positivo: Los Bengals cuentan con uno de los mejores receptores abiertos en el juego en A.J. Green, un jugador capaz de cambiar el rumbo de cualquier partido --aunque viene de una temporada abreviada por lesiones--, y el corredor Joe Mixon poco a poco se está convirtiendo en un arma más consistente (1,168 yardas terrestres en el 2018). Defensivamente, Geno Atkins sigue siendo el hombre importante en la línea de golpeo. Viene de una campaña subvalorada de 10 capturas y ha sido invitado al Pro Bowl en siete de los últimos ocho años, con dos designaciones al primer equipo All-Pro en ese periodo. La llegada del linebacker Preston Brown al interior de la defensiva supone una mejoría con respecto a Vontaze Burfict, quien ya no está con la franquicia.
Lo negativo: Como en el caso de los Cards, Cincinnati apostó a un joven coach con antecedentes ofensivos, pero con experiencia limitada. Zac Taylor viene de desempeñarse como coach de quarterbacks con Los Angeles Rams, pero su única temporada de NFL en la posición de coordinador llegó en el 2015 con unos Miami Dolphins que terminaron con marca de 6-10 y que sufrieron cambio de head coach a medio camino. La afición de los Bengals está lista para ver un cambio de quarterback y seguir adelante sin Andy Dalton desde hace tiempo, pero el novato de cuarta ronda, Ryan Finley, no estará listo para la responsabilidad de la titularidad, todavía. Típicamente, los Steelers y/o Baltimore Ravens ofrecen plantillas más competitivas en la misma división.
Buffalo Bills
Dos veces campeones de la AFL en las campañas de 1964 y 1965, los Bills nunca han gozado de ese nivel de éxito desde la fusión. Increíblemente, lograron aparecer en cuatro Super Bowls consecutivos en la década de los 1990s. Un gol de campo de 47 yardas en los segundos finales que erró Scott Norwood los sentenció a la derrota, por 20-19, ante los New York Giants en el Super Bowl XXV. Las tres ediciones siguientes no fueron tan cerradas. Los Bills cayeron en el Super Bowl XXVI ante los Washington Redskins por 37-24, en el Super Bowl XXVII ante los Dallas Cowboys por 52-17, y nuevamente ante los Cowboys en el Super Bowl XVIII, por 30-13. Con únicamente una aparición en playoffs en los últimos 19 años (se quedaron en la Ronda de Comodines hace dos años), no han estado ni cerca de regresar al partido grande en algún tiempo.
Lo positivo: El tackle defensivo de primera ronda, Ed Oliver, tendrá impacto inmediato en una defensiva que ya contaba con elementos interesantes como el esquinero Tre'Davious White, y los alas defensivas Trent Murphy y Jerry Hughes, sobre todo. Los recién firmados agentes libres Cole Beasley y John Brown deberán abrir el campo para el quarterback de segundo año, Josh Allen, si puede encontrarlos.
Lo negativo: Un porcentaje de pases completos de 52.8 para Allen está muy lejos de ser suficiente para competir en esta liga. El backfield comandado por LeSean McCoy, de 30 años de edad, necesitaba ayuda en el rubro de la profundidad, y para eso llegó Frank Gore, de 36 años de edad. Finalmente, se trata de una franquicia que no parece decidirse entre una reconstrucción total (como cuando se deshicieron de veteranos valiosos como Stephon Gilmore, Marcell Dareus, Preston Brown, y Ronald Darby para, teóricamente, enfocarse en talento joven) y la tentación de intentar ganar ahora con incorporaciones como la de Murphy, Star Lotulelei, Vontae Davis, Kelvin Benjamin, Chris Ivory, la mayoría de ellas fallidas. Residir en la AFC Este en la era de Bill Belichick-Tom Brady es una pesadilla para los rivales divisionales.
Detroit Lions
Los Lions son el primero de cuatro equipos que aparecen en nuestra lista, que ni siquiera han jugado un Super Bowl. Al menos, Detroit puede presumir una historia más condecorada en las décadas previas. Los Lions poseen cuatro títulos de la NFL. El primero llegó en 1935, seguido por campeonatos en 1952, 1953 y 1957, los últimos tres tras vencer en el partido final a los Cleveland Browns, ante quienes perdieron el campeonato de 1954. La última vez que Detroit ganó un partido de playoffs fue en 1991, y se han metido en solamente ocho de 27 postemporadas desde entonces, sin lograr superar la Ronda de Comodines en ninguna de esas oportunidades.
Lo positivo: No es ningún Barry Sanders, pero parece ser lo mejor que han elegido después de un número de selecciones altas y fichajes de agencia libre invertidas en la posición. La línea ofensiva tiene buena pinta y se verá bien complementada por el ala cerrada T. J. Hockenson, reclutado en la primera ronda de este año. El grupo de receptores abiertos conformados por Kenny Golladay, Marvin Jones y el recién firmado Danny Amendola tiene potencial, también. La defensiva sumó a Trey Flowers en la agencia libre a una unidad que posee talento de primera línea con el tackle defensivo Damon Harrison, el linebacker Jarrad Davis y el esquinero Darius Slay.
Lo negativo: Merece todavía el beneficio de la duda, pero la primera campaña de Matt Patricia como head coach no fue grandiosa. Matthew Stafford es un quarterback que se ha hecho de una reputación por tener un gran brazo y cobrar un gran salario, pero todavía no ha podido liderar a Detroit a un triunfo de postemporada. Fuera de Slay, hay interrogantes en el backfield defensivo. El regreso de un Aaron Rodgers sano a las filas de los Green Bay Packers dificulta de manera masiva la vida en la NFC Norte.
Tennessee Titans
En apenas su primera temporada de existencia bajo su configuración actual, como Tennessee Titans, esta franquicia llegó al Super Bowl XXXIV para perder de manera agónica cuando Kevin Dyson se quedó a una yarda de la zona de anotación gracias a la providencial tacleada de Mike Jones, que salvó la victoria de los entonces St. Louis Rams, 23-16. Antes de eso, este equipo jamás había alcanzado un Super Bowl, pero como los Houston Oilers, fueron campeones en las dos primeras temporadas de existencia de la AFL, venciendo en ambas ocasiones a los Chargers.
Lo positivo: Apenas hace dos años, este equipo alcanzó la Ronda Divisional, en su única aparición de playoffs en los últimos 10 años. Se trata de una plantilla joven con mucho talento en varias posiciones, incluyendo la de quarterback con Marcus Mariota, la de corredor con Derrick Henry, la de receptor abierto con Corey Davis, la línea ofensiva con Taylor Lewan y Jack Conklin, y safety libre, con Kevin Byard. Si otros talentos jóvenes como Rashaan Evans y Harold Landry responden al reto, este equipo tiene para competir no solamente en el 2019 sino por varios años más.
Lo negativo: Las lesiones. Mariota, Davis, Lewan y Conklin están entre los jugadores clave de este equipo que se han visto afectados por diversas lesiones a lo largo de sus carreras, y eso ha sido un obstáculo difícil de superar para este club. Los cambios en la posición de head coach a lo largo de los últimos no han ayudado, Mike Vrabel es el quinto entrenador en jefe para la franquicia en los últimos 10 años.
Houston Texans
El equipo benjamín de la NFL, nació a la vida del fútbol americano profesional apenas en el 2002. Lo más lejos que han llegado en postemporada es a la Ronda Divisional, aduana que no han podido superar en tres intentos (2011, 2012 y 2016). Ha sido invitado en tres de las últimas cuatro ediciones de playoffs.
Lo positivo: Houston cuenta con una plantilla talentosa en muchas posiciones claves. A la ofensiva, la NFL sigue sin poder descifrar cómo detener al receptor DeAndre Hopkins, mientras que el quarterback Deshaun Watson es una de las figuras jóvenes a seguir en la liga. Defensivamente, poco se puede agregar cuando hay nombres como J.J. Watt y Jadeveon Clowney acompañados de gente como Whitney Mercilus, Benardrick McKinney, y el recién firmado Tashaun Gipson.
Lo negativo: La línea ofensiva todavía deja dudas, lo mismo que ocurre al otro lado del balón en las esquinas. Lamar Miller fue invitado al Pro Bowl el año pasado, pero la realidad es que la temporada del corredor de los Texans no fue del todo espectacular, y van dos años en fila que no alcanza las 1,000 yardas por tierra, además de que nunca ha sumado doble dígito de touchdowns terrestres en su carrera. Después de Hopkins, las alternativas son inconsistentes y limitadas en el juego aéreo para Watson entre receptores abiertos y alas cerradas.
Jacksonville Jaguars
Otro de los equipos más recientes, los Jaguars comenzaron a competir en la NFL en 1995, a la par de los Panthers. Lo más lejos que han llegado es al Juego de Campeonato de la AFC, tres veces. Cayeron ante los New England Patriots en 1996, ante los Titans en 1999, y nuevamente ante los Patriots en el 2017.
Lo positivo: Nick Foles no puede ser peor que Blake Bortles como quarterback titular de un equipo que parece tener las piezas necesarias para ser competitivo en postemporada todos los años. Jacksonville cuenta con una defensiva temible, liderada por el esquinero Jalen Ramsey y el liniero defensivo Calais Campbell, pero ofensivamente hay piezas interesantes también, comenzando por el corredor Leonard Fournette, y una sólida línea ofensiva que puede, y debe, jugar mejor frente a un mejor quarterback.
Lo negativo: Foles brilló intensamente en dos postemporadas para los Philadelphia Eagles --el último equipo en salir de esta lista-- incluyendo un nombramiento como Jugador Más Valioso del Super Bowl LII. Sin embargo, en ambas oportunidades ingresó a la alineación titular por lesión a Carson Wentz. La última vez que Foles inició una temporada como quarterback titular indiscutible, se fue con marca de 4-7 para St. Louis en el 2015. ¿Será capaz de mantener un nivel constante a lo largo de toda una campaña? Hablando de consistencia, la producción de Fournette en el 2018 se quedó muy corta en comparación a su nivel de talento, y la gerencia que dirige el vicepresidente Tom Coughlin parece estarse cansando del corredor. Finalmente, vale la pena preguntarse si Doug Marrone es el head coach indicado para llevar a un equipo hasta la victoria final. En cuatro temporadas como entrenador en jefe de NFL, solamente ha conseguido meterse a la postemporada en una ocasión.
Minnnesota Vikings
Igual que los Jaguars, este equipo estuvo disputando el boleto por el Super Bowl hace apenas dos años, e igual que los Jaguars, pasaron la postemporada pasada mirando desde casa. Los Vikes son muy peculiares para efectos de esta lista: fueron campeones de la NFL ya en la era de los Super Bowls, pero nunca han ganado ninguno. Representaron a la NFL como campeones en el Super Bowl IV, donde cayeron ante los Kansas City Chiefs, campeones de la AFL, última edición del súper domingo antes de la fusión definitiva de las ligas. Ha sido la única vez que Minny se ha proclamado campeón de la NFL, y en total han caído en tres Super Bowls más, aunque la última vez que llegaron hasta la instancia final fue en 1976.
Lo positivo: Jugadores de talento no faltan en la plantilla de Minnesota, quizás una de las más completas en la liga. Desde Stefon Diggs y Adam Thielen como receptores, Dalvin Cook en el backfield ofensivo, Xavier Rhodes en una esquina, Danielle Hunter en la línea defensiva, Anthony Barr y Eric Kendricks entre los linebackers y Harrison Smith en el fondo defensivo, Este equipo es sólido en casi todas sus líneas. Mike Zimmer es probablemente uno de los coaches de corte defensivo más subvalorados en la NFL.
Lo negativo: La línea ofensiva obtuvo al centro Garrett Bradbury en la primera ronda del draft, pero todavía persisten las interrogantes en otras posiciones. El interior de la línea defensiva estará bajo la lupa, tras perder a Sheldon Richardson en el receso de campaña. Finalmente, la interrogante mayor es Kirk Cousins, un quarterback de números respetables, pero actuaciones muy medianitas en partidos decisivos a lo largo de su carrera. En algún momento, hay que dejar la hoja de estadísticas a un lado y echarse el equipo al hombro, algo que Cousins, el jugador con el único contrato totalmente garantizado en la historia moderna del juego, no ha logrado hacer.
Cleveland Browns
Sin lugar a dudas, el equipo de moda en la NFL. Los Browns presumen una historia rica de glorias y títulos previo a la fusión de las ligas, pero en tiempos recientes, Cleveland ha sufrido en serio. Los Browns nacieron en la desaparecida AAFC, donde resultaron campeones en las cuatro temporadas que compitieron allí, de 1946 a 1949. Debutaron en la NFL en 1950, ganando su primer campeonato, y salieron campeones también en 1954, 1955 y 1964. La última vez que ganaron un partido de postemporada fue en 1994, y ni siquiera se han metido a playoffs desde el 2002.
Lo positivo: El quarterback Baker Mayfield parece ser, ahora sí, la respuesta a una búsqueda que duró dos décadas en la posición. Fue nombrado Novato Ofensivo del Año en el 2018 y este año contará con mejores armas, gracias al arribo del corredor Kareem Hunt y el receptor abierto Odell Beckham Jr. a un arsenal que ya contaba con el corredor Nick Chubb y el receptor abierto Jarvis Landry, entre otros. La defensiva poco a poco va adquiriendo identidad, gracias en buena medida a los jóvenes Myles Garrett y Denzel Ward. Sheldon Richardson y Olivier Vernon llegan a apuntalar a esta unidad. Desde la gerencia, John Dorsey también ha hecho un trabajo notable para romper con algunos vicios del pasado reciente en su puesto.
Lo negativo: Si es cierto que ganar es un hábito, como pregonaba Vince Lombardi, entonces el momento podría tardar un poco. Estamos hablando de un equipo que ha tenido una temporada ganadora --la del 2007-- en los últimos 16 años. Por otro lado, la presión es distinta para un equipo del que se esperan cosas positivas, que para un equipo que se espera elija nuevamente entre los primeros turnos del draft. Finalmente, Freddie Kitchens fue promovido de coach de quarterbacks a coordinador ofensivo el año pasado, y ahora a head coach, todo en menos de tres meses. Antes de eso, jamás había sido coordinador o head coach a ningún nivel.
Carolina Panthers
Pese a una historia que data apenas de 1995, los Panthers ya han aparecido en dos ediciones del Super Bowl. Cayeron en el Super Bowl XXXVIII ante los Patriots, por 32-29, y más recientemente fueron vencidos en el Super Bowl 50 por los Denver Broncos. Aun así, hablamos de un equipo que se ha metido a playoffs en cuatro de los últimos seis años, con buenas perspectivas para el 2019.
Lo positivo: Por momentos de la temporada pasada, el quarterback Cam Newton estaba jugando al mismo nivel que le hizo acreedor del nombramiento como Jugador Más Valioso de la liga en el 2015. En el backfield, Christian McCaffrey tuvo una temporada de destape, y solo se espera que mejore ahora que el equipo intentará administrar mejor su carga de trabajo para no desgastarlo en demasía. Defensivamente, el linebacker Luke Kuechly lidera a grupo sólido que incluye una buena cuota de talento en nombres como el tackle defensivo Kawann Short y el safety Eric Reid, aunado a incorporaciones como la de Bruce Irvin y el novato Brian Burns para presionar desde las orillas. Todavía hay muchos jugadores en este equipo con experiencia de Super Bowl, y eso es un intangible difícil de cuantificar.
Lo negativo: Los Panthers viven en una división con tres equipos con aspiraciones serias de postemporada, junto a sus vecinos New Orleans Saints y Atlanta Falcons. El equipo ha manifestado confiar en la recuperación de Newton tras una lesión severa en el hombro que lo envió a la banca en parte final de la campaña pasada, pero es probablemente que no tengamos resultados visibles hasta que inicie la campaña regular. Carolina ha logrado suplir con Newton la falta de producción de sus armas ofensivas, particularmente el juego aéreo, pero los receptores de este equipo necesitan, sí o sí, dar el paso al frente si este equipo ha de aspirar a algo serio.
Atlanta Falcons
Los Falcons han llegado al Super Bowl en dos ocasiones, sucumbiendo en el Super Bowl XXXIII ante los Broncos, por 34-19, y más recientemente sufriendo un colapso inverosímil ante los Patriots en el Super Bowl LI, para caer por 34-28 en la prórroga. Junto a Bengals, Texans, Jaguars y Panthers, los Falcons jamás han sido campeones absolutos, aunque con una fecha debut de NFL de 1966, ningún equipo tiene más temporadas de existencia sin títulos que Atlanta. Todos los demás equipos de nuestra lista fueron, al menos, monarcas de la NFL o la AFL en la época previa a la fusión.
Lo positivo: Como organización, Atlanta puede presumir constancia entre la gerencia general que dirige Thomas Dimitroff, el head coach Dan Quinn y la posición de quarterback con Matt Ryan. No sorprende que los equipos mejor posicionados en nuestro ranking compartan estas características en los tres puestos clave. Los Falcons han sido invitados asiduos a postemporada en campañas recientes, con triunfos de playoffs en dos de las últimos tres años, y muchos jugadores en su plantilla poseen experiencia de Super Bowl. Elementos como el receptor abierto Julio Jones, el corredor Devonta Freeman, el centro Alex Mack, el tackle nariz Grady Jarrett, y el linebacker Deion Jones, aparecen entre lo mejor de la liga en sus respectivas posiciones. Se espera que el regreso de Dirk Koetter como coordinador ofensivo ayude a Ryan a volver a su mejor nivel como pasador.
Lo negativo: La línea ofensiva, que ha supuesto ser un signo de interrogación en años recientes, cuenta con dos incorporaciones nuevas vía draft por el lado derecho en el guardia Chris Lindstrom y el guardia Kaleb McGary, por lo que alcanzar una química perfecta como unidad puede ser un proceso tardado. Defensivamente, la mayor prioridad es encontrar el modo de generar mayor presión sobre los pasadores rivales, y fuera del regreso de Adrian Clayborn vía agencia libre, la franquicia no recibió demasiada ayuda en este rubro durante el receso de temporada. Los safeties titulares Ricardo Allen y Keanu Neal se combinaron para cuatro inicios el año pasado, por lo que estamos a la espera de ver en qué forma regresan tras sus respectivas lesiones.
Los Angeles Chargers
Los Chargers aparecieron en cinco de las primeras seis finales de la vieja AFL, antes de la fusión, pero solamente pudieron conquistar el título de 1963. Ya en la época moderna del juego, su única aparición de Super Bowl ocurrió en la edición XXIX, donde fueron demolidos por los Niners, por 49-26. El año pasado volvieron a la postemporada luego de cuatro años de ausencia, y superaron en la Ronda de Comodines a los Ravens antes de tropezar ante New England en la Ronda Divisional.
Lo positivo: Ningún equipo de esta lista posee a un quarterback con mejores credenciales para el Salón de la Fama que los Chargers con Philip Rivers, quien además viene de su mejor temporada en años. Ofensivamente, está rodeado por talento de alto calibre en las posiciones de corredor con Melvin Gordon, receptor abierto con Keenan Allen, y una reconstruida línea ofensiva que dio un paso importante al frente en el 2018. Defensivamente, Joey Bosa ya es un jugador que roza la élite en la liga, y pocos backs defensivos son capaces de tener un impacto tan grande en el juego como el safety de segundo año Derwin James. El esquinero Casey Hayward está entre los más infravalorado de la NFL.
Lo negativo: Después de convertirse en un contendiente constante de playoffs durante la década pasada, los Chargers sufrieron una baja de juego importante a nivel colectivo que los vio terminar últimos en su división tan recientemente como el 2015 y 2016. El head coach Anthony Lynn lo ha hecho de maravilla al frente de la franquicia, con marcas ganadoras en sus dos campañas al mando y un triunfo de postemporada en su primera aparición de playoffs, pero ahora necesita dar el siguiente paso luego de verse claramente superado por Bill Belichick en la Ronda Divisional del año pasado en cuanto al plan de juego inicial y a la capacidad para modificar sobre la marcha. Comparten la AFC con el equipo sensación el año pasado, los Chiefs, y su joven maravilla Patrick Mahomes, por lo que el tiempo para que los Chargers hagan algo durante la carrera de Rivers --quien ya tiene 37 años de edad-- se agota.