ALAMEDA, Calif. -- Al tiempo que Mark Davis está emocionado porque la familia del recientemente fallecido dueño de los Denver Broncos, Pat Bowlen, recibirá en agosto el anillo y saco amarillo conmemorativos del Salón de la Fama, el propietario de los Oakland Raiders está igualmente emocionado por lo que este precedente puede significar para las familias de otros inmortales.
“David Baker y el Salón de la Fama tomaron la decisión correcta y creo que esto abre la puerta a reconsiderar dar anillos y sacos a las familias de todos los miembros del recinto que ya fallecieron”, dijo Davis a ESPN.
“Esto abre la puerta a hacer las cosas correctas para las otras familias, como las de Junior Seau y Kenny Stabler. No hay razón por la que no deba tener el anillo de mi padre y por la que Bruce Allen no tenga el suyo. Como nuevo miembreo del Comité de Dueños de la NFL del Salón de la Fama, continuaré abogando por esas familias”, agregó.
Al Davis, padre de Mike, fue inmortalizado en 1992 y falleció en 2011. George Allen, padre de Bruce, falleció en 1990 e ingresó al Salón de la Fama 2002.
La añeja política del Salón de la Fama de no dar anillos o sacos a las familias de miembros seleccionados póstumamente fue criticada tras las inducciones de Seau en 2015 y Stabler en 2016.
Sin embargo, Bowlen, quien sufrió de Alzheimer varios años, presentó una circunstancia única al convertirse en la primera persona que fallece tras ser seleccionada al recinto, pero antes de ser inducido.
Pete Fierle, vocero del Salón de la Fama, dijo a 9News.com de Denver que el “proceso” para crear el saco amarillo y el anillo de Bowlen ya estaba en “proceso” cuando falleció el 13 de junio y que “se entregaría para su despliegue en frente del lobby del UCHealth Training Center”.
El Salón de la Fama emitió un comunicado en 2016 en el que dijo, en parte, que los sacos y anillos debían ser presentados a “miembros del Salón de la Fama con vida para su uso exclusivo como evidencia y orgullo de haber sido elegidos a la fraternidad élite del futbol americano”.