SANTA CLARA -- Desde el momento en que el ala defensiva Nick Bosa fue diagnosticado con un esguince en el tobillo derecho el 7 de agosto, él y los San Francisco 49ers se han mantenido optimistas que estará listo para llegar a tiempo para el inicio de la temporada regular el domingo contra los Tampa Bay Buccaneers.
A menos que ocurra una recaída significativa entre ahora y el domingo, ese optimismo será recompensado.
Cuando se le preguntó este jueves si estaba seguro que Bosa estaría disponible frente a Tampa Bay, el coordinador defensivo de los 49ers, Robert Saleh, ofreció la respuesta más definitiva hasta el momento.
"Nick, sí [va a jugar]", declaró Saleh.
"Debería", complementó.
El regreso de Bosa parece inminente desde que comenzó a practicar de nuevo el lunes. En ese momento, Bosa dijo que había pasado "cada hora" trabajando para volver y que estaba animado por su primera oportunidad de volver al campo de prácticas.
Minutos antes del entrenamiento del jueves, Bosa indicó que no hubo contratiempos luego de la práctica del lunes y también se sintió bien en el entrenamiento del miércoles. Estaba esperando con ansias la sesión del jueves porque era una oportunidad para volver equipado y realizar una práctica que simula de manera más realista situaciones de juego.
"Todo va muy bien", sentenció Bosa. "La práctica se sintió bien en los últimos días. Sin embargo, hoy probablemente es una de las pruebas más grandes, equiparme. Me estoy preparando como si estuviera jugando, desde luego, pero tengo que ser inteligente con eso".
A lo largo de esta semana, los Niners han estado aumentando lentamente la carga de trabajo de Bosa, quien tuvo 10 repeticiones en los ejercicios del equipo el lunes, recibió algunos más el miércoles y esperaba una cantidad mayor este jueves.
Bosa dijo que pasó gran parte de la semana estudiando a los tackles ofensivos de Tampa Bay, Demar Dotson y Donovan Smith.
Reclutado con la segunda selección global del draft en abril, Bosa ha insistido que volverá a tiempo para iniciar su primera temporada en la NFL como estaba programado.
"Bosa se ha visto bien hasta ahora", expresó Saleh. "Obviamente, estamos vigilando sus repeticiones y todo eso, así que está progresando. Se siente bien y especialmente con esos días que van a ser críticos para él con la rehabilitación y la consolidación de todo para el juego".
Si Bosa puede jugar el domingo, será su primer partido desde el 15 de septiembre del año pasado cuando sufrió una lesión mientras estaba en Ohio State. Esa lesión fue el final de su carrera colegial y Bosa no participó en ningún partido de pretemporada luego de la lesión en el tobillo. Bosa espera tener los nervios de su debut en la NFL, pero también de su primer partido en casi un año.
"Cada vez que pienso en un tercer intento real en el partido, me emociono un poco", reconoció Bosa. "Pero ya saben, estoy seguro que podré mantener mis emociones bajo control. Pero será mucho para la primera vez".