Decir que Los Angeles Chargers están entre las franquicias más decepcionantes de la temporada es una subestimación. Después de todo, finalizaron el año pasado empatados con la mejor marca de la AFC Oeste y de toda la Conferencia, un 12-4, quedando relegados a un boleto de comodín gracias a que el criterio de desempate de récord en la división favoreció a los Kansas City Chiefs. Se trató del primer boleto a playoffs para la franquicia desde el 2013, y primera campaña con doble dígito de triunfos desde el 2009.
Sin embargo, una temporada del 2019 que se esperaba fuera una continuidad de ese buen momento ha quedado en suspenso.
El equipo comenzó la temporada sin dos jugadores que fueron clave en el éxito del año previo. El corredor estelar Melvin Gordon se perdió todo el campamento de entrenamiento y los primeros cuatro partidos en medio de una disputa contractual, mientras que el safety Derwin James sigue sin poder participar luego de sufrir una fractura en el pie durante el campamento de entrenamiento, después de una temporada de novato en la que fue elegido al Pro Bowl y nombrado al primer equipo All-Pro.
Desde luego, dos ausencias no terminan por explicar el mal inicio de unos Chargers que actualmente se encuentran estancados en el tercer lugar divisional, detrás de los Chiefs y Oakland Raiders, con una marca de 4-6, solamente medio partido por arriba de los sotaneros Denver Broncos.
Los Chargers arrancaron la campaña ganando un partido ante los Indianapolis Colts que probablemente debieron haber perdido, de no haber sido por los yerros de Adam Vinatieri en equipos especiales. A eso le siguieron dos derrotas, ante los Detroit Lions y Houston Texans, y una victoria ante el entonces peor equipo de la liga, Miami Dolphins.
En lugar de construir algo de momento sobre esa victoria, los Bolts hilaron tres descalabros en fila, cayendo ante los Broncos, Pittsburgh Steelers y Tennessee Titans. Luego vinieron dos triunfos que parecían proyectar algo de luz sobre la campaña, primero sobre los Chicago Bears y después dando una de las grandes campanadas de la temporada, venciendo en casa a unos los Green Bay Packers que son candidatos a ganarlo todo.
¿Pudieron los Chargers, ahora sí, generar momento después de esos triunfos? No. En lugar de ello, cayeron ante los Raiders, sumando su segunda derrota divisional en dos intentos.
Para suerte del cuadro angelino, no todo está perdido. Los Chiefs lideran la división, pero su campaña tampoco se ha ajustado al guion de inicio de temporada, y apenas suman registro de 6-4, plenamente al alcance de los Chargers. Además, se mantienen a partido y medio de los Raiders en la carrera por una plaza de comodín.
Eso sí, entre el récord de 5-4 de Oakland y el 4-6 de Los Angeles, todavía hay otras cinco franquicias peleando el boleto a la postemporada, sin contar a los Buffalo Bills, quienes también aspiran a colarse como comodines gracias a su registro de 6-3.
Con dos partidos por disputar ante Kansas City, comenzando por el "Monday Night Football" de la Semana 11 en el Estadio Azteca y finalizando en la Semana 17 en el cierre de la temporada regular, y partidos de vuelta pendientes ante los Broncos en la Semana 13 y Raiders en la Semana 16, los Chargers tienen a la mano las herramientas necesarias para revertir la tendencia negativa de la campaña actual, aunado a ello, una visita a los Jacksonville Jaguars en la Semana 14 puede probar crucial en la carrera por la postemporada de la AFC, dado que los Jags son parte de ese pelotón de equipos con posibilidades, gracias a su 4-5.
Además, ese click que no encontraron los Bolts a inicios de la temporada, podría estar reapareciendo en jornadas recientes. Gordon parece haber encontrado algún ritmo por tierra, despachándose con 188 yardas terrestres y tres touchdowns en los últimos dos partidos, luego de no superar las 32 yardas terrestres en ninguno de sus primeros cuatro juegos en el año, además de promediar únicamente 0.5 touchdowns totales en esos compromisos.
La incertidumbre con James persiste, pero al menos él y el también safety titular Adrian Phillips entrenan --por separado del resto del equipo-- en aras de un regreso en la campaña. Phillips sufrió una fractura en el brazo durante la derrota ante los Lions, mandándolo a la lista de reservas lesionados, pero con designación para volver.
Pero si los Chargers han de montar rescate de temporada digno de playoffs, todo empieza en el Coloso de Santa Úrsula, donde serán el equipo local, para efectos administrativos. Sea cual sea la composición de los aficionados en las tribunas, no puede ser peor que la invasión que han sufrido de equipos rivales en su casa temporal, el Dignity Health Sports Park, de Carson, California. Lo importante es que, con un triunfo, recortarán significativamente la ventaja de Kansas City en el pelado Oeste de la Americana.