Hace unos meses, imaginar a los dos mejores equipos de la Conferencia Americana durante el 2018 chocar en un duelo divisional en el Estadio Azteca parecía una propuesta extraordinaria.
La visita de los Kansas City Chiefs y Los Angeles Chargers pactada para el "Monday Night Football" de la Semana 11 ha perdido brillo, es cierto, pero todavía representa un partido crucial en la carrera por la postemporada en la AFC.
De los Chargers, ya platicamos por qué se trata de un duelo crítico en sus aspiraciones. Ahora, es el turno de revisar a los Chiefs.
Hacía mucho que un equipo, y jugador, no arrancaban una campaña regular con la clase de bombo que recibieron los Chiefs de cara al 2019. Hubo quienes daban prácticamente por sentado que Kansas City estaría en el Super Bowl, y que Patrick Mahomes lanzaría para 6,000 yardas y 60 touchdowns en camino a un segundo título de Jugador Más Valioso de la NFL consecutivo.
Kansas City sigue liderando su división, pero acarrean una marca de 6-4 que invita a pensar que este cuadro no será capaz de superar el 12-4 del año pasado. ¿O de verdad creemos que el equipo que viene de caer ante los mediocres Tennessee Titans va a ganar seis partidos consecutivos para cerrar el año?
En cuanto a Mahomes, es claro que nadie podía prever que se vería afectado por las lesiones que han descarrilado su campaña --obligándole a perderse dos partidos y medio con el equipo-- pero, además, limitando su movilidad desde la primera jornada. Con todo y eso, hay que decir que las expectativas estaban fuera de lugar para el pasador de tercer año. Su temporada del 2018 fue extraordinaria, sí, y por eso mismo es irreal esperar que se convirtiera en la norma. Eso no significa que Mahomes no pueda volver a conseguir números así en algún punto de su trayectoria, pero si sucede, cuando suceda, volverá a ser un hecho extraordinario. Drew Brees posee cinco temporadas de al menos 5,000 yardas pasando... en 17 temporadas como titular de tiempo completo. Ni siquiera para Brees es la norma. Ningún otro quarterback en la historia de la liga tiene más de una temporada así. Aaron Rodgers, ni siquiera posee una. ¿Y temporadas de 50 pases de touchdown o más? Bueno, solo han ocurrido tres en la historia de la liga. Nadie tiene más de una. Brees y Rodgers no son parte de esa terna.
Una vez aterrizados nuevamente, hay que decir también que los Chiefs poseen, todavía, una de las ofensivas más explosivas de la NFL. Las armas a disposición de Mahomes son, igualmente, extraordinarias. Los receptores abiertos Tyreek Hill y Sammy Watkins son pura sangre, aunque ambos han perdido minutos importantes de juego en la campaña. En el backfield, LeSean McCoy se ha visto sólido por momentos, pero su mejor nivel quedó en el retrovisor. Travis Kelce está en la conversación por el mejor ala cerrada de la NFL.
La defensiva es donde se esperaba una mejoría significativa este año, después de las carencias mostradas en el 2018. Steve Spagnuolo asumió las riendas como coordinador, y con ello llegó un cambio de esquema a un 4-3 que incluyó reemplazar a Dee Ford por Frank Clark como especialista en cazar quarterbacks, y reemplazar a Eric Berry con Tyrann Mathieu como la máxima figura en la secundaria. Ha habido mejoría, pero no la suficiente como para pensar en la defensiva como una fortaleza.
¿Qué se juegan los Chiefs en el Azteca?
Bueno, para empezar, la división. Los Chiefs están solamente medio partido arriba de los Oakland Raiders en el sector, y partido y medio por arriba de los Bolts. Incluso los sotaneros Denver Broncos, en 3-6, están matemáticamente en la pelea.
Una victoria sobre los Chargers abriría la brecha significativamente sobre Los Angeles, y deja la presión sobre los Raiders de tratar de mantener el paso desde el segundo puesto.
La corona divisional en la AFC Oeste es particularmente importante este año, porque no existe ninguna garantía de que este sector se pueda quedar con un boleto de comodín, como ocurrió el año pasado para los angelinos.
En la Conferencia, mandan todavía los Patriots, en 8-1, seguidos por los Baltimore Ravens, ante quienes tropezaron ya, en 7-2. Los Houston Texans parecen controlar la AFC Sur, con un 6-3. Pero después hay ocho equipos que van desde los Buffalo Bills en 6-3 hasta los Chargers en 4-6 que se pelean los dos pasajes de comodín.
Mirando hacia arriba, tampoco hay que descartar a Kansas City en la pugna por uno de los dos primeros lugares en la siembra, y con ello, descanso en la primera semana de playoffs. Después de todo, solamente están juego y medio detrás de los Ravens.
No es imposible que los Chiefs cumplan, todavía, con los pronósticos de quienes los veían en el Super Bowl LIV. Comenzando por el duelo en el Azteca, restan todavía por disputarse cuatro partidos divisionales para Kansas City, incluyendo dos veces ante los Bolts. En todos ellos, deben ser considerados los favoritos. También, hay un partido pendiente ante los Chicago Bears, quienes son dirigidos por su ex coordinador ofensivo, Matt Nagy.
Pero sin duda, el partido que más llamará la atención, y servirá como mejor sinodal, será el duelo ante los New England Patriots en la Semana 14, una repetición del Juego de Campeonato de la AFC de la pasada postemporada. Para aspirar a salir de Foxborough con una victoria, el equipo necesita empezar a jugar mejor de lo que ha hecho recientemente. Los Chiefs han perdido cuatro de sus últimos seis.
Al mismo tiempo, Kansas City no puede darse el lujo de caer en la trampa de mirar más allá del partido que tienen a la mano. Sí, el partido de New England, es crucial. Pero también lo es el duelo del lunes por la noche ante los Chargers. Una victoria " de visita" ante Los Angeles los posiciona con mayor comodidad en la división, además de ayudar a aumentar la confianza de un equipo que vive una campaña distinta a la que imaginó.