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La peor primera selección global de un draft pertenece a los Buccaneers

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Así se gestó la peor selección en la historia del draft de la NFL (2:53)

Los Buccaneers apostaron por un fenómeno como corredor en el reclutamiento de 1986. (2:53)

A lo largo de la historia del draft de la NFL, han existido un número colosal de selecciones fallidas de primera ronda, incluyendo la primera selección global.

La primera de ellas fue, en realidad, el primer jugador reclutado en la historia del draft. Jay Berwanger de la Universidad de Chicago, y ganador del Trofeo Heisman inaugural para la temporada de 1935, fue seleccionado primer global en el debut del evento de reclutamiento colegial en 1936 por los Philadelphia Eagles. Nunca firmó contrato con ellos, y nunca jugó en la NFL.

Con el tiempo, los yerros para la primera selección global han disminuido en frecuencia. Eso no significa que los equipos estén inmunes a equivocarse, incluso cuando tienen al 100 por ciento de los prospectos a su disposición (¿Se acuerdan de JaMarcus Russell?).

No obstante, la peor selección en la historia del draft, al menos en la época moderna de la liga --es decir, la era del draft común-- tiene que haber sido la de 1986, porque el prospecto en cuestión fue muy claro en sus intenciones con el club.

Vincent Edward Jackson, mejor conocido como 'Bo', era un atleta extraordinario de dos deportes para la Universidad de Auburn que había capturado la atención de la nación entera. Jugando al béisbol, había sido reclutado por los New York Yankees en 1982, cuando apenas salía de la preparatoria, pero Jackson rechazó la oferta para dirigirse a la universidad.

En 1985, Jackson conquistó el Heisman corriendo para 1,786 yardas y 17 touchdowns, y liderando a los Tigers a una marca de 8-3 en el emparrillado. Un año antes, había bateado para .401 en el diamante.

Los Tampa Bay Buccaneers estaban, claramente, al lado opuesto del espectro. Venían de una marca de 2-14, su segunda en tres años, y eran dueños de la primera selección global. En el draft de 1982, los Bucs habían entregado la tarjeta con el nombre del jugador equivocado con su selección de primera ronda, pero lo del '86 fue todavía peor.

Su propietario era Hugh Culverhouse, quien había estudiado en Alabama y era amigo de Bear Bryant. Un tipo de trato difícil y con reputación de tacaño, Culverhouse tenía la mira puesta en Jackson. Convenció al corredor estelar de aceptar una visita a las instalaciones de Tampa Bay en su avión privado, asegurando que había recibido permiso para efectuar dicha visita con oficiales de la NCAA y SEC, y que en ningún momento estaba en riesgo su elegibilidad colegial para seguir jugando al béisbol, deporte al cual parecía inclinarse cada vez más Jackson.

"Le dije a Hugh Culverhouse, 'Seleccióname si quieres'", recordó Jackson en un episodio de la serie de documentales de ESPN, 30 for 30, del 2012 sobre su carrera. "'Vas a desperdiciar un turno de draft. Te lo prometo'".

Desde luego, dicho permiso nunca fue concedido, Jackson perdió su elegibilidad colegial, e inmediatamente culpó a la organización de los Buccaneers, a pesar de que le intentaron auxiliar en su apelación ante la NCAA. Jackson --quien ya había advertido a Culverhouse que no lo eligiera en el draft-- estaba convencido de que los Bucs le habían hecho perder su elegibilidad colegial en el béisbol como estrategia para obligarlo a firmar con ellos y jugar en la NFL.

"Pienso que todo fue una confabulación, simplemente para hacerme inelegible para el béisbol, porque ellos vieron la clase de temporada que estaba teniendo y pensaron que me perderían por el béisbol", dijo Jackson en el documental. "Como, 'Si lo hacemos que lo declaren inelegible, entonces lo tendremos'".

Ahora menos que nunca, Jackson aceptaría jugar para Tampa Bay.

Llegó el día del draft, Tampa Bay eligió a Jackson con el primer turno global. Jackson se negó a firmar cualquier oferta de contrato, y se mantuvo sin jugar al fútbol americano, siendo elegido en la cuarta ronda del draft amateur de las Grandes Ligas por los Kansas City Royals, y dirigiéndose a los diamantes con el campeón reinante. Ese contrato de Jackson con los Royals sería por menos dinero del que le habían ofrecido en primera instancia los Yankees, unos años antes.

"[Culverhouse] probablemente era demasiado arrogante para pensar que si lo tomaban N° 1, lo podrían firmar", diría en el 2015 Pat Dye --head coach de Jackson en Auburn-- al Tampa Bay Times. "Lo que no sabía es que no obligas a Bo a hacer nada. Debes hacer que sea su idea".

Muchos años después Jackson confesaría que, en aquel momento, necesitado de dinero y sin poder jugar al béisbol universitario, quizás hubiera jugado para el equipo que fuera en la NFL... siempre con excepción de los Bucs.

Tampa Bay, que básicamente renunció a la primera selección global por completo, terminó nuevamente la temporada con 2-14, y para 1987 ya estaban otra vez con el primer turno del draft. Nuevamente, eligieron al ganador del Heisman, esta vez, un pasador de la Universidad de Miami de nombre Vinny Testaverde. Mientras tanto, sus derechos de draft sobre Jackson expiraron.

En la séptima ronda de aquel draft de '87, Los Angeles Raiders tomaron un riesgo calculado, no solamente eligiendo a Jackson, sino prometiéndole que podía jugar la temporada completa de béisbol con los Royals, integrándose a los Raiders hasta que acabara la temporada.

Jackson se convirtió en una de las estrellas más grandes de ambos deportes, impulsado en parte por el éxito de una campaña publicitaria memorable de la firma Nike, con el slogan, "Bo knows", y hasta una serie animada de inicios de los '90s donde compartía créditos con Michael Jordan y Wayne Gretzky, llamada "Pro Stars".

Su brillantísima trayectoria en ambos deportes se vería cortada por una lesión en la cadera sufrida en un acarreo frente a los Cincinnati Bengals en 1991, pero para entonces --afortunadamente-- su lugar estaba asegurado como uno de los mejores en haber jugado cualquiera de las dos disciplinas, aunque fuera por tiempo breve.

Y tan memorable como sus hazañas deportivas, será por siempre su negativa rotunda de jugar con los Bucs, convirtiendo a Tampa Bay en el equipo que ha hecho la peor selección con el primer turno del draft en la era moderna de la liga.