SANTA CLARA -- Que no quede duda: George Kittle pronto se convertirá en el ala cerrada mejor pagado en la historia de la NFL.
Con la agencia libre y el draft de la NFL en el retrovisor, la atención de los San Francisco 49ers se ha volteado a asegurar que Kittle siga siendo un punto focal de la franquicia a largo plazo.
"George es una gran parte de esta organización", dijo el gerente general, John Lynch, a KGMZ-FM 95.7 The Game, el 30 de abril. "George no va a ninguna parte. Vamos a trabajar duro para tratar de hacerlo. Creo que tienen motivación simplemente para restablecer el mercado de alas cerradas, al igual que nosotros hacia él. Es simplemente encontrar ese punto dulce, ¿dónde está?... ¿cuándo suceda? No lo sé. Pero estamos trabajando duro, como ellos, para tratar de que eso suceda. George va a ser parte de los 49ers durante mucho, mucho tiempo".
En circunstancias normales, los 49ers podrían examinar los mejores contratos de alas cerradas de la liga, llegar a un número por encima de eso y el acuerdo probablemente se haría antes de que Kittle, de 26 años, se convierta en agente libre en 2021. Pero Kittle está lejos de ser un ala cerrada normal. Su valor como receptor y bloqueador lo convierte en una de las armas ofensivas más singulares de la liga.
Desde que entró a la liga en el 2017, Kittle tiene 2,945 yardas por recepción, la mayor cantidad por un ala cerrada durante sus primeras tres temporadas en la historia de la NFL. En las últimas dos temporadas, las 2,430 yardas por aire de Kittle ocupan el sexto lugar en la NFL entre todos los receptores, sus 173 recepciones son la undécima mayor cantidad, y sus 1,464 yardas después de la recepción con la segunda.
Y aunque el impacto de Kittle en el juego terrestre puede ser difícil de cuantificar, hay que considerar que en dos partidos sin él la temporada pasada, los Niners promediaron 2.63 yardas por acarreo y 60.5 yardas corriendo, sin touchdowns por tierra. En los 14 partidos en los que jugó Kittle, San Francisco promedió 4.83 yardas por intento y 156 yardas por partido, con 23 touchdowns terrestres.
Mike Tannenbaum, experto de oficinas de la NFL, que trabajó como gerente general de los New York Jets y vicepresidente ejecutivo de los Miami Dolphins, dijo que todo eso se suma a un contrato que sobrepasara cualquier acuerdo que un ala cerrada haya firmado.
"Lo increíble de él es lo que hace en el juego por tierra", dijo Tannenbaum. "Es un bloqueador dominante y ha sido dinámico en el juego de pase. Es un arma rara que creo que es más valiosa que un ala cerrada normal porque puede bloquear con tanta eficacia".
En este punto, la pregunta no es tanto si la estrella de los 49ers superará a otras alas cerradas bien compensadas, si no ¿hasta qué punto?
En marzo, Austin Hooper firmó un contrato de cuatro años y 42 millones de dólares con los Cleveland Browns. El acuerdo es el contrato más grande a largo plazo para un ala cerrada actual, aunque Hunter Henry de los Chargers cobrará 10,607,000 dólares en el 2020 con la etiqueta de jugador franquicia.
Mientras que ambos son buenos jugadores, ni Hooper ni Henry se acercan a la versatilidad y el valor general de Kittle, lo que significa que los Niners tendrán que ir más allá para lograr un contrato.
"Ciertamente diría que es probablemente hacia el extremo superior de donde los receptores abiertos están, desde un punto de vista que es un jugador ofensivo dominante", dijo Tannenbaum. "Miras lo que un tipo como Christian McCaffrey consiguió, creo que eso es mucho desde el punto de vista de que no sólo etiquetan a Christian McCaffrey como un corredor. No creo que simplemente etiquetes a George Kittle como un ala cerrada”.
En abril, McCaffrey firmó una extensión de cuatro años y 64 millones de dólares con los Carolina Panthers. Ese acuerdo incluyó alrededor de 30 millones en garantías completas con otros 8 millones garantizados el próximo marzo, con lo que el total garantizado está cerca a unos 38 millones de dólares.
La parte superior del mercado de receptores abiertos cae en un rango similar. Los Brandin Cooks de los Houston Texans, Adam Thielen de Minnesota Vikings y DeAndre Hopkins de Arizona Cardinals, tienen ofertas que les pagan un promedio de 16.2 millones de dólares por temporada. Sólo siete receptores consiguen más que ese trío, con Julio Jones liderando el camino en 22 millones al año.
Algo en el rango de un contrato de cuatro años, de 68 millones a 72 millones de dólares con alrededor de 40 millones de dólares en garantías parecería ser el "punto dulce" al que Lynch se refiere.
"Cuando tienes a alguien de la habilidad de George, lo priorizas", dijo Tannenbaum. "Es un jugador tan trascendente... Sólo tienes que sentarte con tu entrenador y tu dueño y decir: 'Va a haber una prima significativa pagada por este jugador y tenemos que averiguar de dónde la vamos a sacar'. Puede ser el guardia, puede ser el tercer linebacker, pero vamos a estar de acuerdo en que vamos a tener que tomarlo de algún lugar porque este es un buen jugador. No hay duda de que Kittle debe ser firmado a una extensión; se trata de asegurarnos de entender cómo encajamos a todos los demás a su alrededor".
Otro posible retraso es la incertidumbre futura del tope salarial debido a la pandemia del coronavirus. Se esperaba que el límite aumentara en 2021 y más allá con nuevos acuerdos de televisión en el camino. Pero si la temporada 2020 continúa sin aficionados en las gradas, la pérdida de ingresos podría alterar las cosas.
Por supuesto, los 49ers siempre podrían esperar y usar la etiqueta para asegurarse de que Kittle no se vaya. Si bien se desconoce exactamente cuáles serán los números de etiqueta de jugador franquicia para el próximo año y más allá debido a la incertidumbre del tope salarial, algo así como 11 millones de dólares la próxima temporada, 13.2 millones en el 2022 y casi 16 millones en el 2023, para un total de alrededor de 40 millones de dólares en tres años de etiquetas, podría ser el precio.
Ese es un enfoque menos costoso financieramente, pero podría costar más en términos de cómo no pagarle a alguien como Kittle lo que vale puede afectar el vestidor.
"Aunque ciertamente tienes derecho a franquiciar a un jugador, tampoco viene sin consecuencias", dijo Tannenbaum. "A veces puedes ganar la batalla y perder la guerra cuando usas la etiqueta."
Los 49ers quieren quedarse con Kittle y Kittle quiere quedarse con ellos. Aunque se negó a responder a las preguntas del contrato al final de la temporada, ha estado participando en el programa virtual de temporada baja.
En un viaje a México posterior al Super Bowl, donde también estaba el entrenador Kyle Shanahan y su familia, Kittle confesó que no tiene planeado ir a alguna otra parte.
"Le dijo a mi esposa que le gustaba aquí y le dijo a mi esposa que le prometiera no decírmelo hasta después de firmar", dijo Shanahan, riendo. "Ella me dijo. Es mi esposa, así que...".