Faltan exactamente tres meses para que el mejor QB de la historia se ponga otro uniforme por primera vez. Mientras tanto, yo estoy listo para asegurar lo siguiente:
Tom Brady va a jugar su 10mo Super Bowl con los Tampa Bay Buccaneers. Después de firmar un contrato por 2 años y 50 millones de dólares con su nuevo equipo, Brady se está preparando para demostrar que él fue más importante que Bill Belichick en New England.
Esa es su misión.
Y no veo a los Patriots ganando su división esta temporada, pero ese es otro tema para otra ocasión. Éstas son las razones por las que, aunque esté próximo a cumplir 43 años, Brady aún va a jugar otro Super Bowl.
1) Bruce Arians es un genio ofensivo.
El entrenador en jefe de Tampa Bay, se ha hecho famoso por ser el mentor de grandes QBs como Peyton Manning, Ben Roethlisberger y Andrew Luck. De hecho, la temporada pasada, Arians convirtió a Jameis Winston- un mariscal de campo promedio- en el único QB que lanzó para más de 5,000 yardas en toda la liga.
2) Rob Gronkowski también se sube al barco.
"Gronk" es uno de los mejores Tight Ends de todos los tiempos. Sus casi 8,000 yardas aéreas y 79 TDs en 9 años con los Patriots, lo avalan.
Y la química que tiene con Tom Brady es tan especial como añeja.
Juntos consiguieron 3 campeonatos en New England, mientras acumularon 1,163 yardas y 12 TDs en post-temporada.
Además, Gronkowski viene de un año sabático. Ya se había retirado, Brady lo convenció de que regresara. No tiene nada que demostrar, así que es un hecho que tiene ganas de jugar futbol americano. Y estar completamente sano y descansado, lo vuelve todavía más peligroso.
3) Los Buccaneers tiene al mejor grupo de Alas Cerradas de toda la liga.
Por si lo de Gronkowski no fuera suficiente, Brady también tendrá a su disposición a O.J. Howard y Cameron Brate. Quienes la temporada pasada se combinaron para 770 yardas y 5 touchdowns.
Estos tres jugadores, no sólo serán fundamentales con sus estadísticas. También harán el trabajo sucio. Abrirán huecos para el ataque terrestre y le darán la protección que necesita un QB de 43 años de edad.
Esperen a los Buccaneers alineándose con uno, dos y tres Tight Ends toda la campaña.
4) Mike Evans y Chris Godwin fueron Pro-Bowlers en el 2019.
Ambos receptores de Tampa Bay superaron las 1,000 yardas por aire el año pasado. Para ser exactos, Godwin sumó 1,333 yardas y 9 touchdowns. Mientras que Evans, aportó otras 1,157 yardas y 8 anotaciones más.
No perdamos de vista que esos números los montaron con un mariscal de campo como Winston que lanzó 30 intercepciones.
Imaginen lo que puede hacer un pasador que cuida tan bien el balón como Brady, con hombres como Rob Gronkowski, O.J. Howard, Cameron Brate, Mike Evans y Chris Godwin.
Lo escribo y no lo creo.
5) No trabaja por dinero, trabaja por la gloria.
El pasado mes de marzo, la revista Forbes publicó un artículo en el que, según sus cuentas, Tom Brady ha ganado al menos 350 millones de dólares a lo largo de su carrera. 235 de esos millones, se los pagaron los Patriots entre sueldo y bonos. Y se estima que fuera del terreno de juego ha conseguido más de 100 millones de dólares, entre su marca y sus patrocinadores.
Forbes también calcula que Gisele Bündchen, la esposa de Brady, ha ganado más de 488 millones de dólares en su carrera como supermodelo.
Así que claramente no tienen problemas económicos y a él le espera una gran calidad de vida junto a su esposa y sus hijos, cuando sea que decida retirarse. Pero continúa jugando futbol americano por apasionado, porque es ultra competitivo y quiere un 7mo anillo para seguir reescribiendo la historia.
La cita, es el 7 de febrero de 2021 en Tampa Bay. Porque no existe un equipo que haya podido jugar el Super Bowl en su propia casa.
Por las temperaturas tan bajas y las nevadas tan frecuentes, el "Súper Domingo" nunca se ha llevado a cabo en Gillette Stadium, la antigua casa de "TB12". Así que esta será su primera y su única oportunidad.
Y si no es esta temporada, será la próxima.
Estoy seguro que en alguno de sus dos años como bucanero, Tom Brady regresará al Súper Bowl. Quizá los dos, uno nunca sabe. Yo no me atrevería a apostar contra él. Jamás lo he hecho y no veo porqué hacerlo.