FRISCO, Texas -- Cuando Dak Prescott mira el patio trasero de su casa, puede ver el botín de su éxito como quarterback de los Dallas Cowboys.
Al crecer en Haughton, Louisiana, podía jugar futbol americano donde fuera, la calle, un pedazo de tierra, la mayor parte sin pasto, o un estacionamiento. Él sólo quería jugar y esos lugares marcaron el inicio de su amorosa relación con el futbol americano y ayudaron a construir una ética de trabajo que aún tiene.
Ahora, a los 27 años de edad y de cara a su quinto año con los Cowboys, Prescott puede practicar donde sea que lo desee en las instalaciones más modernas que puede ofrecer la NFL en The Star o en el sur de California, donde trabaja con sus coaches personales en 3DQB. Entonces, ¿cuál es la novedad? Que Prescott ni siquiera tiene que salir ahora de su casa.
En la primavera, Prescott colocó un campo de pasto artificial de 55 yardas en el patio trasero de su hogar que incluye una zona final de 10 yardas, construida por la misma compañía que los Cowboys contrataron para instalar sus sus campos en el AT&T Stadium y The Star. El logo D4K del quarterback está pintado en el campo, así como la palabra “fe” en la zona final. Una silueta en la que Prescott apunta al cielo en tributo a su madre fallecida, Peggy, representa la letra “A” en la palabra “fe” escrita en inglés (Faith).
El campo en el patio trasero fue una idea que tuvo hace poco más de un año y que se hizo más necesaria, en parte, por la pandemia por el coronavirus y las negociaciones con los Cowboys.
Ese campo es algo así como la oficina en casa del quarterback.
“Sólo para estar listo para el campamento de entrenamiento, por no tener a dónde ir y por intentar encontrar un campo (donde entrenar) y donde la gente pudiera estar viendo y grabando video”, explica Prescott sobre su patio. “Puede decirse que soy un tipo al que le gusta trabajar en privado. Sólo salir y mostrar lo que he hecho, sólo dénme una sensación de privacidad, de paz de que puedo tener a compañeros allí con los que puedo trabajar y hacer lo que necesito”.
Prescott no participó en el programa virtual de receso de temporada de los Cowboys, pero pudo hacerlo con sus compañeros, en ocasiones en preparatorias locales. A finales de junio, las sesiones con corredores, receptores y alas cerradas se llevaron a su casa, no lejos de las instalaciones de los Cowboys en Frisco.
“Ese lugar es increíble”, dijo Blake Jarwin, ala cerrada de los Cowboys. “Ves el pasto artificial y es agradable. Salimos y jugamos en su patio. (Dak) hizo un gran trabajo al reunirnos a todos allí. Ha hecho un gran trabajo en general, especialmente al no estar aquí (con el equipo) en el receso de temporada. Ha sido un gran líder en nuestra ofensiva desde que nos reunió”.
Prescott aprendió varios de los sutiles cambios a la ofensiva de los Cowboys en charlas con sus compañeros en las reuniones.
“Creo que hacemos lo mismo que hacemos aquí: escuchar a Dak y ejecutar lo que nos pide y atrapar el balón”, dijo el receptor Cedrick Wilson.
CeeDee Lamb, la selección de primera ronda de los Cowboys en 2020, dio crédito en parte por su buen inicio en el campamento de entrenamiento a las prácticas en la casa de Prescott. El receptor novato había desgastado el pasto en su propio patio al trabar en el movimiento de pies una y otra vez antes de que Prescott lo llamara.
“En realidad fue un momento surrealista entender que juego para los Dallas Cowboys ahora y que Dak Prescott en realidad me enviara un mensaje de texto y me pidiera ir a trabajar con él. Fue un momento increíble”, indicó Lamb. “Sentí que ahora es mi oportunidad de demostrarle a todos lo que puedo hacer sin estar equipado, sólo con mi habilidad para correr rutas, detalles en la técnica y aprender de ellos”.
Lamn dijo que se sintió como “un niño en un parque” en casa de Prescott, que, además, está cerca de una alberca y un campo pequeño de golf.
“Todos podemos ir a la alberca cuando terminamos con las prácticas”, recuerda el receptor Michael Gallup.
Desde que se convirtió en el quarterback de los Cowboys en 2016, Prescott ha asumido el papel de líder con seriedad al trabajar con los jugadores de todas las posiciones. El verano pasado, se encargó de los gastos de los compañeros que se unieron a él en las prácticas afuera de San Diego, incluido una estancia en el Fairmont Grand Del Mar, el mismo hotel de lujo donde LeBron James, estrella de Los Angeles Lakers, celebró su boda.
“Debes construir la química, quieres conocer a tus compañeros”, destaca Prescott. “Ha sido grandioso tenerlos en mi casa, que conocieran a algunos de mis amigos, a mi hermano, a mi familia un poco más y salir (a entrenar) sin distracciones.
“Es la privacidad de crear este lazo especial que tenemos porque cuando se está al calor del momento, cuando es el cuarto periodo, una ofensiva de dos minutos, debes conocer a quien tienes a tu lado. Deben saber qué tan duro vas a trabajar y qué tan preparado estarás para ellos.
“Es allí donde todo se crea y se crea de forma natural cuando puedes entrenarlo en este tipo de escenarios mientras aún trabajas”, concluyó el pasador.