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¿Cuáles son las preguntas a resolver de la NFC Norte en la temporada del 2020?

¿Podrán los Lions y Bears cerrar distancias en la NFC Norte durante la temporada del 2020?

Aaron Rodgers sigue siendo el líder indiscutible en Green Bay, mientras que Kirk Cousins viene de ganar, finalmente, su primer partido de postemporada para Minnesota.

Por otro lado, Mitchell Trubisky lucha por su empleo en Chicago más allá del 2020, lo mismo que Matt Patricia como head coach de Detroit.

Esos son los contrastes que se viven en la NFC Norte de cara a la temporada regular del 2020.

¿Cuántas posibilidades tiene Nick Foles de superar definitivamente a Mitchell Trubisky como quarterback de los Chicago Bears?

En su segunda temporada de NFL, Trubisky logró ser invitado al Pro Bowl gracias a una campaña en la que completó el 66.6 por ciento de sus envíos para 3,223 yardas y 24 touchdowns contra 12 intercepciones. Fuera de este último rubro, todos esos números cayeron en el 20202. Sin embargo, el mejor indicador del gran problema de Trubisky fueron sus yardas por intento de pase. Mientras que en el 2018 marcó un respetable 7.4, esa cifra se acortó dramáticamente a un 6.1 en el 2019, todavía menor al 6.6. que marcó como novato en el 2017. Para dar una referencia, tomemos en cuenta que Patrick Mahomes, seleccionado en el mismo draft que Trubisky, algunos escalones más abajo, nunca ha marcado por debajo de 8.1 en ninguna temporada.

Repentinamente, el campo se acortó verticalmente para Trubisky, y eso impidió que pudiera mover el ovoide, y con ello las cadenas, con consistencia. Así de repentino, Nagy pasó de ser Coach del Año, a un entrenador con algo de temperatura en el asiento. Quizás todavía no está la situación como para encender las alarmas, pero sí lo suficientemente preocupante para enviar una selección de cuarta ronda a los Jacksonville Jaguars por Foles y, sobre todo, adquirir el compromiso financiero de 24 millones de dólares a lo largo de tres años, con 21 millones de esos dólares garantizados.

Los reportes salidos desde Chicago indican que el rendimiento de ambos pasadores a lo largo del campamento de entrenamiento fue bastante similar, quizás con una pequeña ventaja para Trubisky.

Sin embargo, eso no garantiza nada. Después de todo, El segundo recluta global del draft del 2017 está por iniciar su último año de contrato, después de que los Bears declinaran hacer efectiva la opción al quinto año de contrato, para el 2021, del pacto de novato de Trubisky. Mientras tanto, su competencia, está firmado hasta el 2022 con cifras.

La gerencia de este equipo ha invertido bastante en Trubisky, comenzando por dos selecciones de tercera ronda y una de cuarta por el derecho de ascender un puesto en el orden de la primera ronda y poder tomarlo. Sería una sorpresa total si Trubisky no recibe la primera oportunidad en Chicago para redimir al gerente general Ryan Pace por su selección de Trubisky y, de paso, rescatar su carrera con los Bears. Si Trubisky no muestra una mejoría sustancial en la temporada regular, y particularmente en el primer mes, cuando Chicago bien puede salir de los primeros cuatro compromisos con marca perfecta, entonces las llaves de la nave pasarán a manos de Foles.

Si eso sucede, es probable que sea el fin de la carrera de Trubisky en Chicago. Idealmente, los equipos no desean estar cambiando de un quarterback a otro y de vuelta en la temporada, y si algo ha demostrado Foles a lo largo de sus ocho campañas profesionales, es que se desempeña mejor cuando sale desde la banca como relevo, y no en el puesto de titular definitivo.

Las posibilidades de Foles de iniciar la temporada como titular sobre Trubisky, son menores a las que tiene de terminar la temporada como titular sobre Trubisky. Claro está que, si eso sucede, Chicago todavía necesitaría encontrar una solución a largo plazo para el 2021 y más allá.

Nota del editor: este texto se terminó de redactar antes de que Adam Schefter de ESPN reportara, citando una fuente, que se esperaba que los Bears se decantaran por Trubisky como quarterback titular.

Consulta aquí la previa completa de temporada de los Bears


¿Podrán los Detroit Lions armar un ataque terrestre competitivo?

El novato D'Andre Swift representa su mejor posibilidad en muchos años, al menos. Reggie Bush posee la única temporada de 1,000 yardas terrestres para Detroit en los últimos 15 años. En ese lapso, los Lions han invertido una selección de primera ronda, cuatro selecciones de segunda ronda --incluyendo la de Swift--, dos selecciones de tercera ronda, una de quinta, tres de sexta y una de séptima, intentando encontrar una solución permanente al problema de la inconstancia por tierra.

Está de sobra decir que las cosas no han funcionado de acuerdo al plan. Entonces, ¿por qué es diferente Swift? Bueno, viene de un programa con una historia muy reciente de éxitos en la posición, en términos de prospectos de NFL. Además, Swift era considerado por muchos como el mejor corredor disponible en el draft de este año, más allá de que no fue el primer corredor elegido. Swift posee habilidad electrizante para anotar desde cualquier punto del campo, y viene de un programa donde, gracias al talento en la posición de corredor, llega sin gran desgaste como colegial.

Aunado a eso, es probable que Swift no necesite llevar una carga tan grande en su primer año. Detroit no ha tirado la toalla con respecto a Kerryon Johnson, su recluta de segunda ronda del 2018, quien se ha visto disminuido por lesiones en sus primeros dos años en la liga.

La siguiente pregunta debe ser, en realidad, si es absolutamente necesario que Detroit tenga un corredor de 1,000 yardas para ser efectivos por tierra. La respuesta es no. Si la combinación de un Johnson sano y un Swift explosivo logra mantener las cadenas en movimiento y ayuda a disminuir la presión contra el quarterback Matthew Stafford, el trabajo se habrá cumplido, sin lugar a dudas. El problema es que el historial reciente de los Lions nos señala que, ni con un corredor primario, ni con un comité --como apunta el 2020--, Detroit ha sido capaz de establecer dominio terrestre en un buen número de campañas.

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¿Cuánto tiempo le resta a Aaron Rodgers como quarterback de los Green Bay Packers?

Si estamos apostando a cuándo estará listo Jordan Love para suplantarlo como el mariscal de campo titular de los Packers, Rodgers puede estar tranquilo de que no sucederá pronto.

Los Packers sorprendieron a muchos en el pasado draft, cuando ascendieron en el orden de la primera ronda para elegir a un quarterback, teniendo a un Rodgers en plenitud de facultades en plantilla. El antecedente está en la selección del propio Rodgers en la primera ronda del draft del 2005, cuando el ataque de Green Bay era comandado por un potente Brett Favre, o al menos eso parece a simple vista.

A decir verdad, la situación no es exactamente igual. Rodgers cayó en el regazo de los Packers después de resbalar hasta el turno N° 24 de la primera vuelta, cuando un número de observadores lo consideraban una opción superior al único otro quarterback que se fue más alto en esa ronda, Alex Smith, primero global a los 49ers. En ese momento, el valor de Rodgers simplemente era demasiado alto para dejar pasar, pensaron los Packers, aunque aparentemente no había necesidad inmediata por un pasador.

La otra gran diferencia tiene que ver con el propio Favre, quien por algún tiempo amagó con retirarse, esencialmente decidiéndose a regresar otra temporada al último momento en más de una vez. Los Packers respetaron mucho a Favre en este proceso, y Rodgers pasó tres años en la banca antes de recibir su oportunidad, cuando la franquicia definitivamente decidió seguir adelante sin Favre. En ese punto, Favre ya había anunciado su --primer-- retiro, para después intentar sin éxito volver a Green Bay.

Rodgers no ha tomado esa estrategia, sino todo lo contrario. El pasador dos veces Jugador Más Valioso de la NFL ha manifestado varias veces su intención de querer seguir jugando hasta donde pueda.

A pesar de eso, Green Bay decidió saltar escalones por un pasador al que le falta pulirse bastante para poder asumir un rol de titular en la NFL, particularmente en el trabajo de pies y mecánica. Reportes desde el campamento de Green Bay han confirmado que Love ha sufrido su cuota de problemas, y que ni siquiera ha retado a Tim Boyle, un pasador no reclutado de Eastern Kentucky, por el segundo puesto en el orden de plantilla.

Es cierto, los números de Rodgers no son lo que solían ser. El año pasado, registró su segundo porcentaje más bajo de pases completos y su segundo promedio más bajo en intentos de pase desde que es titular. Su total de pases de anotación (26) también fue el segundo más bajo en su carrera para un año en que juega 16 partidos, solamente por arriba de los 25 del año previo.

A pesar de ello, cancelar a Rodgers todavía no es una opción lógica. El declive en su juego no es dramático, ni mucho menos, y en cuanto a habilidades físicas, no acusa ningún problema que pueda disminuir su eficiencia como pasador.

A diferencia del caso Favre-Rodgers, en aquel momento, parecía una certeza que --tarde o temprano-- Rodgers sería el sucesor de Favre. Todavía falta mucho tiempo para determinar con la misma certeza que Love hará lo propio con Rodgers, y aunque no se puede descartar dado lo que pagó el equipo por él, lo mostrado hasta ahora en el campo obliga a pausar antes de hacer tal aseveración.

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¿Hasta dónde puede llegar la ofensiva de los Minnesota Vikings sin Stefon Diggs?

El primer escollo en el camino de Kubiak como coordinador ofensivo es reemplazar la producción de Diggs, quien fue canjeado a los Buffalo Bills junto con una selección de séptima ronda, a cambio de turnos de primera, cuarta, quinta y sexta ronda de draft.

Diggs es un receptor abierto que llegó a Minnesota como recluta de quinta ronda en el 2015, y que eventualmente quedó desplazado del puesto de primero en orden de importancia para el juego aéreo por Adam Thielen. Sin embargo, incluso desde su lugar de segundo en el orden, Diggs fue una pieza clave para los Vikings, y viene de dos temporadas en que superó las 1,000 yardas en recepciones.

Thielen, quien sufrió una lesión de tendón de la corva en el 2019 que redujo notablemente su efectividad, obligándole a perderse seis encuentros, regresa a Minnesota como la opción principal del quarterback Kirk Cousins, y ahora se verá acompañado por el novato Justin Jefferson, uno de dos reclutas de primera ronda del pasado draft para Minny. Jefferson viene de una temporada magnífica de 111 atrapadas para 1,540 yardas y 18 touchdowns para los campeones LSU Tigers, donde jugó en una ofensiva de estilo profesional bajo el entonces coordinador ofensivo Joe Brady. Ese punto es importante, si tomamos en cuenta que los novatos de este año no gozaron de una carga de trabajo y oportunidad de aprendizaje normal durante el receso de campaña, gracias a la pandemia de coronavirus. Jugadores provenientes de sistemas que se asemejan más a lo que vivirán en la NFL podrían ver una curva menos pronunciada de aprendizaje en las siguientes semanas.

No obstante, e incluso antes del trueque Jefferson por Diggs en la oncena ofensiva titular, la clave del ataque puede ser el corredor Dalvin Cook, un espécimen perfecto para el estilo de un solo corte que gusta a Kubiak. La lista de corredores que han acumulado 1,000 yardas bajo Kubiak como coordinador o head coach es larga y notable. Incluye a Terrell Davis, Clinton Portis, Arian Foster, Olandis Gary, Mike Anderson, Reuben Droughns, Steve Slaton y hasta Justin Forsett.

Si habláramos de talento puro, Cook está ahí al top de esa lista con los mejores. Las lesiones han sido factor en sus tres años como profesional, pero viene de su primera temporada de más de 1,000 yardas, una en la que también anotó 13 veces por tierra en 14 inicios.

Cook ha estado exigiendo a la franquicia un nuevo contrato, y Kubiak como coordinador podría ser su mejor arma para conseguirlo.

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