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Previas NFL 2020, Houston Texans: Deshaun Watson carga con el peso de la franquicia

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¿Cuál será el récord de los Texans para la temporada 2020? (2:51)

Javier Trejo Garay analiza el calendario de un equipo que reconfiguró su ataque rumbo a esta temporada. (2:51)

Deshaun Watson, con nuevo contrato en mano, tiene la encomienda de llevar a los Texans al siguiente nivel.

Los Houston Texans aprovecharon un colapso de media temporada de los Indianapolis Colts en el 2019, para ganar su segundo título divisional consecutivo, cuarto en los últimos cinco años, y sexto en total. Desafortunadamente para su causa, no fueron el equipo del sector que llegó más lejos en la postemporada.

Con ánimos renovados, y muchos billetes verdes en la cartera de su hombro más importante, los Texans esperan que el 2020 sea el año en que, por fin, puedan superar la hasta ahora infranqueable barrera de la Ronda Divisional en los playoffs.

¿Es Deshaun Watson un quarterback con calibre de Super Bowl?

Muchos pasadores inferiores a Watson han disputado, y ganado, un Super Bowl. Desde esa perspectiva, no hay ningún motivo para creer que Watson, un quarterback del Top-5 o Top-8 en la NFL, no pueda lograrlo, si hablamos de condiciones individuales.

Watson es un ganador nato. Falta ver en qué termina la carrera colegial de Trevor Lawrence en Clemson, pero al momento, Watson es el mejor jugador en la historia de esa escuela.

Los Texans creen firmemente en su pasador, y por ello le brindaron una extensión de contrato por 160 millones de dólares y cuatro años. Según ESPN Stats and Information, Watson es solamente uno de 11 pasadores en la historia de la liga en lanzar para 70 pases de anotación o más en sus primeros tres años, a pesar de que solamente jugó siete partidos en su campaña de novato.

Para Houston, tener a Watson de su lado lo significa todo. No olvidemos que es la misma franquicia que eligió primero global --en el primer draft de su historia-- a David Carr, antes de convertirlo en uno de los quarterbacks más capturados en la historia de la liga, y también es la misma franquicia que alguna vez apostó por nombres como Tom Savage o Brock Osweiler. Los Texans entienden lo que tienen en Watson, y por ello era importante retenerlo a como diera lugar. El siguiente paso es rodearlo con el mejor talento disponible, y aquí, no estoy seguro de que Houston haya hecho un gran trabajo este año.

Más allá de las virtudes como pasador que indudablemente posee Watson, se trata de uno de los jugadores más dinámicos en la liga. Es capaz de crear jugadas donde parece no haber nada. Encima de eso, se ha establecido como uno de los líderes indiscutibles del vestidor.

Watson seguirá desarrollando la buena química que posee con el receptor abierto William Fuller, al tiempo que debe acostumbrarse a jugar con el corredor David Johnson y los receptores abiertos Brandin Cooks y Randall Cobb. En términos generales, se trata de una buena colección de talento, pero ninguno de ellos está a la altura del receptor abierto que el equipo traspasó hace algunos meses.

Junto al ya legendario J.J. Watt, Watson es uno de los pilares en la franquicia de Houston.

¿Quién es el rostro nuevo a seguir?

Cooks es un receptor talentoso, sin duda, pero también se trata de un jugador que no ha logrado establecerse definitivamente en ninguno de los tres equipos en los que ha estado en seis años de carrera profesional.

Inició su trayectoria como recluta de primera vuelta de los New Orleans Saints, con quienes estuvo por espacio de tres años, antes de pasar en canje a los New England Patriots. Un año más tarde, fue canjeado nuevamente, esta vez a Los Angeles Rams, para quienes jugó por dos temporadas, antes de aterrizar --sí, de nuevo-- mediante canje, con los Texans.

En seis años en la liga, acumula cuatro temporadas superando las 1,000 yardas en recepciones, pero también vale la pena destacar que viene de su peor año, cuando inició 14 partidos para los Rams, pero solamente atrapó 42 pases para 583 yardas y dos touchdowns. Watson probablemente verá a Cooks como segunda opción, si no es que tercera, al inicio de la temporada, gracias a que ya conoce a la perfección a Fuller, y también por la familiaridad que tiene con Keke Coutee y Kenny Stills en el ataque.

Sin embargo, si Houston pretende reemplazar a un receptor del Top-3 de la NFL como lo es el jugador que mandaron a los Arizona Cardinals, con un segundo o tercero en el orden de plantilla, se tratará de una derrota para la gerencia que dirige el head coach Bill O'Brien.

¿A quién van a echar de menos?

Ni siquiera hay que preguntarlo. DeAndre Hopkins no solamente es uno de los dos o tres mejores receptores en la NFL, sino que es uno de esos raros jugadores que ha probado ser igualmente efectivo sin importar quién le envíe pases, una cualidad que lo hace sumamente valioso en una liga en la que una lesión puede alterar todo el panorama.

O'Brien decidió que enviar a Hopkins y una selección de cuarta ronda a los Cards, por el corredor Johnson y selecciones de segunda y cuarta ronda, era un buen negocio. Todavía no encuentro a alguien que esté de acuerdo con eso. O'Brien quedó peor parado cuando, el mismo día, los Minnesota Vikings consiguieron selecciones de primera, quinta y sexta ronda de los Buffalo Bills por Stefon Diggs y una selección de séptima ronda. Diggs es un buen receptor, pero no está en el mismo vecindario que Hopkins. Tres semanas más tarde, O'Brien pagó una selección de segunda ronda por Cooks y una selección de cuarta ronda de los Rams.

Cuando O'Brien habló de los motivos del canje, ofreció que el receptor deseaba un aumento con tres años por jugar en su contrato actual. Actualmente, Hopkins tiene un contrato que le paga 16.2 millones de dólares en promedio por año, y que lo empata en el noveno lugar entre los receptores abiertos de la NFL. No está fuera de lo razonablemente esperado, creer que Hopkins querría ascender en la escala de pagos para reflejar su status en la liga. La ironía del asunto es la siguiente: ¿el jugador con el que está empatado Hopkins en el noveno puesto en términos de salario promedio anual? Sí, adivinaron: Cooks.

Jugadores que declinaron la temporada a causa del coronavirus

Tackle defensivo Eddie Vanderdoes.

¿Qué dicen las casas de apuesta?

Pese al dominio divisional que han tenido los Texans en años recientes, el Ceasars Sportsbook tiene a Houston con las terceras mejores probabilidades para ganar la AFC Sur este año, pagando +340, por detrás de los Colts y Tennessee Titans.

Para Caliente, la línea de ganados y perdidos de Houston está fijada en 7.5, con las altas pagando -112 y las bajas pagando -125.

Pronóstico para el 2020

Además de la enorme extensión de contrato que los Texans entregaron a Watson, el equipo también hizo lo mismo con el linebacker interno Zach Cunningham. Se trata de dos piezas jóvenes importantes que servirán como base a futuro. No obstante, ninguna franquicia mejora cuando dejas ir a Hopkins y lo reemplazas con Cooks. Encima de eso, el backfield no parece de lo mejor en la liga, y el equipo también echará de menos al tackle nariz D.J. Reader, quien firmó con los Cincinnati Bengals en la agencia libre.

Será complicado mantener viva la racha de temporadas consecutivas con doble dígito de capturas para los Texans, que va en dos. Este año, los Texans probablemente terminarán alrededor del 8-8, con lo cual será complicado que repitan como campeones de la AFC Sur.