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De St. Louis a SoFi Stadium, solo seis Rams completaron el camino

Solo seis jugadores que vieron el inicio de la construcción el nuevo estadio, continúan en la plantilla de los Rams

THOUSAND OAKS, Calif. – Hace más de cuatro años, el ex entrenador de los Rams, Jeff Fisher, reunió a los jugadores por dos horas dentro del Manhattan Beach Marriott. El proceso de reubicación de St. Louis, donde los Rams jugador 21 temporadas, a Los Angeles, llevaba poco más de un mes en marcha.

Fisher, junto con el gerente general Les Snead y el director de operaciones Kevin Demoff, compartieron información y logística de la mudanza y luego les dieron a los jugadores un vistazo de su futuro estadio.

Los jugadores quedaron impresionados por los planos y las representaciones del proyecto multimillonario, pero muchos no pudieron evitar sentir incertidumbre.

“Algunos de los chicos mayores y yo salimos de la reunión pensando, ‘Oh, a estos novatos les va a encontrar esa cosa’”, recordó recientemente el pateador Johnny Hekker.

Pero incluso los jugadores más jóvenes como el entonces corredor de segundo año, Malcolm Brown, tenían un pensamiento similar.

“Yo pensaba como, ‘hombre, esto no se va a construir para que siquiera lo veamos’”, dijo Brown. “Las bromas circulaban. Pensábamos, ‘es lindo, pero no lo vamos a ver de verdad’”.

Quizá ese sentimiento surgió porque los jugadores sabían que una carrera promedio en la NFL dura un poco más de tres temporadas y, a menudo, puede abarcar varios equipos. Se proyectaba que el nuevo estadio tardaría poco menos de tres años en construirse.

Pero cuando la temporada 2020 comience el domingo contra los Dallas Cowboys, seis jugadores, Hekker, Brown, Aaron Donald, Michael Brockers, Rob Havenstein y Jake McQuaide, que alguna vez fueron miembros de los St. Louis Rams, saldrán al campo en el SoFi Stadium como Los Angeles Rams. El primer partido marcará la culminación de un viaje de cuatro años y medio después de que el estadio tomó un año más, y algunos miles de millones más en completarse.

“No quedamos muchos de nosotros”, dijo Donald, refiriéndose a los pocos compañeros de equipo que quedan del traslado del medio oeste al sur de California. “Definitivamente tenemos a los muchachos que vinieron de St. Louis, ha sido un largo, largo camino, ya sabes, un largo camino, desde donde comenzamos hasta donde estamos ahora”.

Hekker y McQuaide, un jugador largo, tomarán sus puestos de equipos especiales contra los Cowboys.

“Realmente no creo que me haya impactado mucho que estemos jugando en ese estadio este año”, dijo McQuaide, un profesional de décimo año.

Donald, dos veces Jugador Defensivo del Año de la NFL, dirigirá la línea defensiva junto con Brockers, quien regresó para su novena temporada con los Rams, luego de que fracasara un acuerdo de agente libre con los Baltimore Ravens.

“Siempre quise estar de regreso con los Rams”, dijo Brockers. “Siempre quise quedarme aquí”.

Havenstein, un profesional de sexto año, retomará su rol de tackle derecho después de recuperarse de una lesión en la rodilla que lo dejó fuera de juego durante la segunda mitad de la temporada pasada.

“Cuando nos mudamos aquí desde St. Louis, parecía una eternidad que llegara este punto”, dijo Havenstein. “Pero, he aquí, está aquí”.

Y, quizás lo más inesperado, Brown, un agente libre no reclutado en 2015, será el corredor titular después de que los Rams optaran en marzo por cortar a Todd Gurley II, quien se esperaba que actuara como la atracción principal de SoFi Stadium después de que firmara un cuarto año de contrato por 60 millones de dólares en 2018.

“En general, estar en esta liga durante tanto tiempo es una bendición en sí mismo”, dijo Brown, quien ingresó a la NFL con Gurley en 2015 y fue su reserva durante las últimas cinco temporadas. “Solo ver casi toda la transformación de mudarse desde St. Louis, estar en estas instalaciones y ver cómo se construye todo el estadio, es especial”.

Pero el debut de SoFi no será exactamente como lo imaginaron los jugadores.

Cuando se abra la temporada, y hasta nuevo aviso, no se permitirán fanáticos debido a la pandemia de coronavirus.

“De eso se alimentan los aficionados”, dijo Donald. “Entonces, haces una gran jugada en un tercer intento… escuchas a la multitud enloquecer. Eso es lo que te vas a perder”.

Gurley no es el único jugador que alguna vez se consideró un pilar que no jugará para los Rams el domingo. El receptor Brandin Cooks, quien firmó un contrato de cinco años y 81 millones en 2018, fue cambiado a los Houston Texans. Los Rams también hicieron compromisos a largo plazo con el receptor Tavon Austin y el apoyador Alec Ogletree poco después de llegar a Los Angeles, solo para dejar de lado ambos después de la campaña 2018.

Y, por supuesto, está Fisher, quien entrenó a los Rams cuatro temporadas en St. Louis antes de ser despedido con tres juegos restantes en su temporada de regreso a casa en Los Angeles en la que los Rams terminaron 4-12.

“Eso es solo este asunto”, dijo McQuaide, cuando se le preguntó acerca de los numerosos compañeros de equipo que alguna vez esperaban vestirse en el nuevo estadio. “Te acostumbras y es extraño porque hay un elemento humano, pero casi tienes que separarte de él”.

Desde el comienzo del proceso de reubicación, Donald dijo que nunca pensó en las infinitas posibilidades de qué compañeros de equipo y entrenadores quedarían para cuando el estadio abriera.

“Simplemente jugué y me dejé llevar”, dijo Donald. “Porque nunca se sabe lo que puede pasar”.

Cuando Havenstein recordó recientemente la reunión de reubicación de Manhattan Beach en 2016, recordó un pensamiento sobresaliente.

“Es como, ‘Ok, esto alguna vez se va a construir de verdad”, dijo Havenstein.

“Adelante, esto es real. Y estamos listos para comenzar”.