DALLAS -- Los Dallas Cowboys parecen un carro viejo, de esos que tardan en calentar para poder comenzar a moverse.
De nueva cuenta, cometieron los errores suficientes al principio como para tener que ir contra corriente el resto del partido, en el que esta vez el intento de remontada de Dak Prescott y el resto de la ofensiva fue insuficiente.
Perdieron 38-31 frente a los Seattle Seahawks, que demostraron que su quarterback Russell Wilson puede ganar casi sólo con la ayuda de su entrenador en jefe y de sus receptores.
Wilson reiteró que si la temporada estuviera terminando hoy, sería uno de los más serios candidatos a Jugador Más Valioso de la liga.
Prescott aún está un escalón atrás de Wilson, quien juega por nota, sin cometer casi nunca errores, que evita las jugadas negativas y que puede ver el campo de manera vertical mejor que nadie en la NFL.
El quarterback de los Cowboys se echó otra vez el equipo a hombros, ayudado por sus cinco receptores en el roster; todos cooperaron en una tarde en la que el ataque terrestre fue nulo y mucho tuvo que ver una terriblemente parchada línea ofensiva, que en algún momento del partido tuvo a tres jugadores “novatos” tratando de proteger a Prescott y abrirle huecos a Ezekiel Elliott.
Fue tan grave el problema que a los entrenadores de los Cowboys no les quedó otro remedio que hacer un cambio masivo en la segunda parte, de esos que rara vez se ven en la NFL. Sacaron del campo de juego a Terence Steele, el novato que abrió su tercer partido como titular en el tackle derecho, que después tuvo que ocupar Zack Martin, cuya posición fue trabajada por Joe Looney, el centro que cedió su lugar al novato Tyler Biadasz, quien por cierto se vio bastante bien en su debut en el futbol americano profesional.
Prescott sólo fue capturado dos veces, gracias a su movilidad y la rapidez de sus receptores. Nunca estuvo cómodo en la bolsa de protección.
La defensiva otra vez mostró que es un desastre en todas sus líneas. Sí tuvieron cuatro capturas, incluidas tres de Aldon Smith, el muchacho que no había jugado en cinco años. Pero la gran mayoría de las ocasiones, Wilson tuvo tiempo de sobra para esperar a que sus receptores se desmarcaran de una manera que parecía que enfrentaban a un equipo amateur.
Sin los dos esquineros que abrieron la temporada como titulares, Anthony Brown y Chidobe Awuzie, sus safeties Darian Thompson y Xavier Woods fueron abochornados por completo; en especial por los Tyler Lockett y DK Metcalf, que no tuvieron más anotaciones y yardas a consecuencia de sus propios errores.
Otra vez, la defensiva secundaria no tiene ayuda de los frontales en buena parte de los partidos. Y a sus dos linebackers titulares, Jaylon Smith y Joe Thomas les cuesta cubrir en campo abierto alas cerradas y corredores.
Si a todo eso se le suman los errores en equipos especiales, como el balón que soltó Tony Pollard, que recuperaron los Cowboys en su yarda dos, pero una jugada después se convirtió en dos puntos del safety cuando tacklearon en su zona de anotación a Elliott. También sumó que Greg Zuerlein, el héroe de la semana anterior en el triunfo sobre Atlanta Falcons, falló un punto extra y le bloquearon otro…
Quizá una de las pocas notas positivas sean los receptores que están cumpliendo con las expectativas y no sólo los tres principales, Amari Cooper, Michael Gallup y CeeDee Lamb. También surgió con dos touchdowns y buenas atrapadas Cedrick Wilson, y Noah Brown capturó pases en momentos cruciales para ayudar a Prescott.
A pesar de sus 472 yardas y tres touchdowns, el quarterback de los Cowboys al final tomó una mala decisión, después de que había hecho una gran jugada para quitarse la que parecía la captura final del encuentro, pero lanzó su segunda intercepción; esta vez en una zona de anotación llena de Seahawks, cuando quizá debió aventar el balón para afuera e intentar en cuarta oportunidad.
Los Cowboys después de tres semanas son un equipo con marca de 1-2, igual que Washington y medio juego arriba que los Philadelphia Eagles en la División Este de la Conferencia Nacional, donde los New York Giants ni siquiera cuentan. Perdieron este domingo contra el “equipo B” de los muy lastimados San Francisco 49ers.
Y bien decía el ex entrenador Bill Parcells que “eres lo que tu récord dice que eres”…