Una de las claves para contratar al receptor, es la confianza que le tiene Brady
TAMPA, Florida – Casi siete meses después del día en que el entrenador de los Tampa Bay Buccaneers, Bruce Arians, señaló que “no va a suceder (contratar)” a Antonio Brown, los Bucs acordaron un trato con el controvertido pero talentoso receptor abierto que jugó por última vez para Arians en 2011 con los Pittsburgh Steelers.
Entonces no era un entrenador en jefe, pero Arians fue directo. Llamó a Brown “demasiado diva” y dijo que no encajaba en el vestuario de los Bucs, incluso con el mariscal de campo Tom Brady haciendo campaña a favor de Brown a puerta cerrada. Pero eso fue antes de que las lesiones comenzaran a acumularse en el cuerpo de receptores de los Bucs.
El receptor abierto de Pro Bowl, Mike Evans, se ha visto afectado por una lesión en el tobillo desde la Semana 4 y apenas ha podido practicar. Su otro receptor de Pro Bowl, Chris Godwin, se ha perdido tres juegos debido a una conmoción cerebal y una distensión en el tendón de la corva. Su rápida y profunda amenaza, Scotty Miller, se ha visto obstaculizado por una lesión en la cadera e ingle. Y el ala cerrada O.J. Howard, que se había convertido en una importante opción, fue a la lista de reservas lesionados debido a una ruptura del talón de Aquiles.
¿El resultado? El principal receptor de Brady contra los Chicago Bears fue el novato Tyler Johnson, quien nunca completó un pase antes de la Semana 5. Y si los Bucs no solo quieren llegar a la postemporada, sino también pretender por el Super Bowl con Brady, deben abrir su ventana, y necesitan refuerzos en una posición que ha sido duramente golpeada por las lesiones.
Es la misma razón por la que firmaron a A.Q. Shipley como centro suplente, de modo que, si algo le sucediera a Ryan Jensen, Brady pudiera iniciar jugadas con un centro experimentado. Es la misma razón por la que firmaron a los corredores Leonard Fournette y LeSean McCoy, para asegurarse de que Brady tenía corredores experimentados para emparejarse con Ronald Jones y Ke’Shawn Vaughn, quienes podrían ayudar en el juego aéreo.
Entonces, ¿cómo manejará Arians el asunto con Brown, con quien ha intercambiado dardos públicamente y quien tuvo una prueba con New Orleans Saints, que incluyó un séquito de camarógrafos que enfureció a los miembros del cuerpo técnico de Saints, y quien una vez maldijo al ex coordinador defensivo de los Steelers, Dick LeBeau, y quien llegó a un campamento de los Oakland Raiders en un globo?
El sentimiento dentro de la organización es que la personalidad de Arians es lo suficientemente fuerte como para manejarlo. Arians nunca ha tenido problemas con decirle a nadie lo que piensa, como se ve en sus diatribas llevas de improperios en la práctica, y entrenó a Brown con los Steelers. El receptor también tiene vínculos con varios miembros del cuerpo técnico del entrenador: el asistente ofensivo Antwaan Randle-El fue su compañero de equipo en 2010; Harold Goodwin fue asistente ofensivo con los Steelers durante dos años cuando Brown estuvo allí; el coordinador ofensivo Byron Leftwich jugó con Brown durante tres temporadas en Pittsburgh como mariscal de campo suplente; el entrenador de apoyadores externos Larry Foote, fue compañero de equipo de Brown en Pittsburgh durante cuatro temporadas. El tackle defensivo recién adquirido Steve McLendon, jugó con Brown en Steelers durante seis años.
Pero la persona que puede tener el mayor impacto de todos, y que puede controlar a Brown, es Brady, con quien desarrolló una conexión inmediata mientras estuvieron en New England. Brady invitó a Brown a quedarse en su casa cuando firmó con los Patriots. En su único juego juntos, Brown tuvo cuatro receptores para 56 yardas y un touchdown en la victoria 43-0 contra los Miami Dolphins. Los Patriots liberaron a Brown menos de dos semanas después de firmarlo.
Tom Brady ha tenido éxito manteniendo a raya a sus compañeros de equipo con problemas cuando otros han fallado. Los ejemplos incluyen a LeGarrette Blount, Martellus Bennett, Corey Dillon, Randy Moss y Aqib Talib. Pero los problemas fuera del campo de Brown son serios: dos casos en los que fue acusado de conducta sexual inapropiado y un delito grave de agresión y robo. Deberá estar bajo control en todo momento.
Este movimiento refleja la influencia que tiene Brady en esta organización. La personalidad de Brown contrasta con la de Evans, Godwin, Miller, Johnson, Justin Watson, Jaydon Mickens y Cyril Grayson, jugadores que no se quejan cuando la pelota no sale disparada a ellos y llevan una vida relativamente tranquila fuera del campo.
Brown no será elegible para jugar hasta la Semana 9, pero es una revancha importante contra los Saints, a quienes los Bucs le llevan una ventaja de medio juego en la NFC Sur, pero contra los que perdieron en la Semana 1.