Bill Belichick y los Patriots hicieron lo que nunca antes en la actual agencia libre, alejándose de sus raíces de reclutar y desarrollar jugadores en el draft
FOXBOROUGH -- ¡Grandes billetazos! ¿Qué se les ha metido en Foxborough?
El head coach de los New England Patriots, Bill Belichick, estuvo atípicamente activo el lunes, primer día permitido para negociar con agentes libres de otros equipos.
Entre contratos reportados con el ala cerrada de los Tennessee Titans, Jonnu Smith; linebacker externo de los Baltimore Ravens, Matthew Judon; tackle defensivo de los Miami Dolphins, Davon Godchaux; y back defensivo de los Philadelphia Eagles, Jalen Mills; Belichick entregó 81 millones de dólares en bonos y garantías. Y eso fue antes de pactar con los receptores abiertos Nelson Agholor y Kendrick Bourne y el tackle defensivo Henry Anderson más tarde en el día, y abrir la actividad del martes con un convenio por el ala cerrada Hunter Henry.
En un reflejo de cuán fuera de carácter es todo esto, consideremos esto: los Patriots gastaron 51 millones de dólares en bonos y garantías para agentes libres a lo largo de las tres temporadas bajas previas, combinadas.
Por lo que respecta al cambio repentino, hay un par de modos diferentes de mirarlo.
¿Podría ser que Belichick está tan motivado después de observar al quarterback Tom Brady emigrar para ganar un Super Bowl en su primera campaña con los Tampa Bay Buccaneers, que ha dado inicio a un Tour de Venganza, 2021?
Esa es divertida, y quizás hay algo de fuego competitivo allí, pero realmente no parece pegar en el blanco.
Otra idea: Belichick es de resultados, y simplemente evaluó a la plantilla que produjo una campaña de 7-9 --con los Patriots quedando fuera de los playoffs por primera vez en 12 años-- y se percató de que no era muy buena. Así que, por mucho que quisiera reclutar en el draft, desarrollar y recontratar a jugadores, especialmente en la posición de ala cerrada y receptor abierto para auxiliar a un ataque que ranqueó N° 30 en yardas por pase, eso no era opción. Lo mismo con la posición de tackle defensivo, para ayudar a frenar la carrera.
Todo esto tiene mucho sentido, pero, con todo y eso, no cuenta la historia completa.
Lo que generó de manera más directa esta estrategia agresiva, de acuerdo a aquellos familiares con ella, es la percepción de que el receso de temporada del 2021 era una oportunidad rara debido a la caída del tope salarial en la NFL.
Recuerden, el tope salarial cayó a 182.5 millones de dólares este año. Estuvo en los 198.2 millones de dólares durante el 2020, así que este año marcó la primera caída desde el contrato colectivo de trabajo del 2011.
Por ello, ha adelgazado al número de equipos contra quienes los Patriots compiten por agentes libres, porque muchas organizaciones están apuradas solo para acomodarse debajo del tope salarial. Eso endulzó al número de jugadores disponibles, generando que varios agentes libres en el mejor momento de sus carreras, quedaran disponibles en un año en el que, de otro modo, no estarían en el mercado abierto; Consideremos que Smith y Bourne tienen 25, b, Godchaux y Mills tienen 26, Agholor tiene 27 y Judon 28.
Así que, con una abundancia de espacio bajo el tope salarial para trabajar, y sabiendo que el límite crecerá en los años siguientes por los contratos de televisión de la liga que vienen, Belichick y los Patriots se fueron de compras como nunca antes.
En el mundo perfecto de los Patriots, han capitalizado en una situación sin precedentes del mercado para mejorar dramáticamente a su equipo.
En el peor de los escenarios, ellos lo han pensado de más, se alejaron demasiado de sus raíces de reclutar y desarrollar, comprometiendo demasiado con jugadores de fuera, y al final pagarán un precio similar al de otros equipos que también han "ganado" la agencia libre en marzos pasados.
Por ahora, hay bastante optimismo en One Patriot Place, donde podría necesitarse un nuevo espacio para estacionar al camión blindado que le dé la bienvenida a las adiciones de New England.