El partido entre Estudiantes y Boca Juniors por la undécima fecha de la Copa de la Liga quedó suspendido a los 27 minutos, después de que Javier Altamirano convulsionara, se descompensara y fuera trasladado al hospital en ambulancia. El Estadio UNO, a puro dolor y conmoción.
De un instante para otro, la incertidumbre se apoderó del Jorge Luis Hirschi. La noche, que había empezado con el homenaje a Juan Ramón Verón, un ídolo del club que cumplía 80 años, y con la hinchada pidiendo por la Copa Libertadores, se tiñó de gris.
Leandro Brey iba a sacar del arco cuando el volante chileno de 24 años se desplomó, solo y sin contacto, en pleno campo de juego. Mientras Enzo Pérez y Santiago Ascacíbar trataban de sostenerlo, todos sus compañeros y las más de 30.000 personas que colmaron el estadio pedían a los gritos por el ingreso de una ambulancia.
Rápidamente el futbolista fue asistido y, bajo un unánime aplauso, se retiró de la cancha, todavía sin conocimiento, hacia la guardia más cercana. En las tribunas, también, el estado de conmoción, shock y angustia era total.
Y en medio de esa confusión, el ingreso de los jugadores de Boca al campo de juego, con Edinson Cavani al frente, sacó de sus casillas a todos los pincharratas, que empezaron a apuntar contra el capitán y el entrenador del Xeneize, que más allá del desconcierto se pusieron a disposición del anfitrión.
Tras idas y vueltas, en las que el árbitro Fernando Echenique habló más de una vez con sendos capitanes y directores técnicos, pesó el sentido común y el partido fue suspendido. Las condiciones no estaban dadas para que continuara.
La voz del estadio cumplió un rol fundamental para que los hinchas tomaran conocimiento de la situación, informando, primero, que Altamirano había recobrado el conocimiento y se encontraba consciente en una guardia médica y, luego, que el partido había sido suspendido. Los presentes, que exigían esa determinación, aprobaron la decisión con aplausos y empezaron a desconcentrar entre la tranquilidad y la tristeza posterior al drama.
"No teníamos mucha noción de la situación real. Si bien ahora tenemos un pequeño parte urgente y nos van contando adentro del vestuario, tuvo otra situación en la ambulancia. La vida por delante de cualquier situación. Lo hablamos en el día a día con los jugadores. Hay muchas cosas más importantes que un partido de fútbol. Cuando pasan estas situaciones, tenemos que dar el ejemplo", indicó en ESPN Premium el DT Eduardo Domínguez, que narró, con mucho dolor, cómo el plantel vivió la situación, y le agradeció al rival por haberse puesto a disposición.
En un día en el que el fútbol pasó a un segundo plano y con la certeza de que Altamirano se encuentra estable, tal y como indicó el club mediante un parte médico, se cerró en La Plata una noche de mucha consternación.