El Vélez Sarsfield de Gustavo Quinteros se consagró campeón de la la Liga Profesional argentina en una emotiva fecha final, en la que tres equipos llegaban con posibilidades matemáticas de ser campeones: el propio Vélez, Huracán y Talleres de Córdoba. En los dos últimos equipos había presencia de jugadores chilenos que aspiraban a dar la vuelta olímpica: Rodrigo Echeverría y Williams Alarcón, en Huracán; y Bruno Barticciotto, Matías Catalán y Ulises Ortegoza, en Talleres. El Fortín, dirigido por el ex DT de Colo Colo era el favorito por tener mayor puntaje, mejor diferencia de goles (en caso de igualdad de unidades) y, además, jugaba de local ante uno de sus rivales directos: Huracán, dirigido por el exentrenador de Universidad de Chile, Frank Kudelka. Todo dependía del cuadro de Liniers, aunque también miraba de reojo el partido que jugaba, a la misma hora, Talleres ante Newell’s Old Boys en Córdoba. Y Vélez no falló: ganó 2-0 a Huracán, lo que, sumado a la caída de Talleres por 3-1, le dio la llave para obtener merecidamente el título en un estadio Amalfitani repleto, que contó con la presencia de históricos del club en la tribuna, como Carlos Bianchi, José Luis Chilavert y Julio César Falcioni. Fue una fiesta en la que los chilenos, esta vez, no fueron invitados.