Villarreal cayó derrotado en su visita al modesto Pafos chipriota y compromete seriamente sus opciones de clasificación para la siguiente fase de la Champions League, ya que tras cuatro jornadas sigue victorias.
Un gol del central Luckassen, en el primer minuto del segundo tiempo y tras un tiro de esquina, decidió un encuentro que Villarreal arrancó con autoridad y ocasiones, aunque con el paso de los minutos se fue atascando hasta caer en la ansiedad y la precipitación.
El partido comenzó con un susto para Villarreal, ya que la primera acción de peligro la protagonizó el conjunto chipriota con un lanzamiento de Domingos Quina que se marchó por encima del travesaño.
La jugada sirvió para despertar al equipo de Marcelino, que no tardó en responder. Pépé lo intentó con un lanzamiento de falta desviado, poco antes de que Mikautadze, en boca de gol, no lograra conectar con la pelota tras una gran dejada de Ayoze.
La gran ocasión de Villarreal llegó en el minuto 9, pero Gueye no logró superar en el mano a mano a Michael.
A pesar de las precauciones defensivas de Pafos, Villarreal generaba peligro con frecuencia y encontraba espacios con relativa facilidad.
El conjunto castellonense se sintió tan superior que bajo el ritmo a la espera de que el gol llegara casi por inercia, pero lo que consiguió fue que Pafos, tras salir ileso del primer arreón, ganara confianza.
El equipo chipriota, cada vez más hundido en la frontera de su área, logró cerrar todas las vías de pase de Villarreal, que no fue capaz de encontrar con ventaja en zona de peligro a sus jugadores más desequilibrantes —Pépé y Moleiro— ni a sus delanteros Ayoze y Mikautadze.
El cuadro de Marcelino, sin finura ni precisión en el último pase, se enfangó en los minutos finales del primer acto, en los que no transmitió sensación de peligro, ni de forma colectiva ni individual, ante un rival cada vez más cómodo en su trinchera.
El segundo periodo no pudo arrancar peor para Villarreal. Pafos logró adelantarse en el marcador en el primer minuto de juego tras rematar Luckassen, solo en el área pequeña, un servicio desde la esquina de Sema.
El gol le hizo daño a Villarreal y desató la confianza de Pafos, que se permitió el lujo de dominar el partido y de amenazar con el segundo tanto con un disparo de Quina.
Marcelino intentó revitalizar el ataque de su equipo con la entrada de Oluwaseyi y Solomon, y Villarreal, bajo la batuta de Parejo, recuperó el control y la iniciativa, aunque sin capacidad para generar peligro.
El técnico asturiano, a media hora del final, agotó los cambios, y su equipo ganó profundidad con la entrada de Pedraza y la inteligencia entre líneas de Gerard Moreno. Villarreal acorraló a Pafos y comenzó a generar ocasiones: Oluwaseyi, de cabeza, rozó el empate, igual que Pépé y Solomon, cuyos disparos desde el interior del área no encontraron el arco.
Con el paso de los minutos, el conjunto castellonense cayó en la ansiedad y la precipitación, mientras Pafos, con la orilla ya muy cerca, sacó fuerzas de flaqueza para proteger su arco.
Ya en el descuento, Villarreal lo intentó a la desesperada con pelotazos al área y con Renato Veiga como improvisado delantero, aunque el que estuvo más cerca del gol fue Pafos, que no aprovechó dos contras para redondear una jornada histórica para sus intereses y dramática para los de su rival.
