Atlético Bucaramanga cierra este sábado la final del fútbol colombiano como visitante frente a Independiente Santa Fe en el estadio Nemesio Camacho El Campín. El Leopardo llega a Bogotá con la ventaja conseguida en la ida, triunfo 1-0 en el Alfonso López.
.El cuadro de Rafael Dudamel necesita mantener el cero en su portería para salir campeón por primera vez de la Liga colombiana. Con un empate o una victoria lograría el primer título del semestre de 2024.
Llega a este compromiso con la mejor defensa del campeonato, recibiendo solamente 13 goles en 26 encuentros disputados. Solo Boyacá Chicó en Tunja le pudo marcar tres goles en la fase regular.
Únicamente perdió un partido con una diferencia de dos goles y fue en la primera jornada del Torneo Apertura, frente al Atlético Junior 2-0 en el estadio Metropolitano de Barranquilla.
En el campeonato suma cinco derrotas, cuatro de ellas como visitante y tres de esos partidos los perdió por un tanto de diferencia. Bucaramanga es muy sólido en defensa y es muy difícil hacerle goles.
Tiene un sistema táctico para jugar los partidos por fuera de casa, basado en un bloque defensivo con mucha densidad, ubicando muchos hombres para lograr una superioridad numérica en el campo propio.
El técnico Rafael Dudamel dispone de una línea de cinco defensores, tres de ellos zagueros centrales y dos laterales que se despliegan en ataque cuando el equipo recupera la pelota.
Además, le suma dos mediocampistas con características de marca, ubicados en el interior del campo, muy cerca a los centrales para que obstaculicen el juego ofensivo del rival.
Estos dos jugadores se encargan también de cubrirle la espalda a los laterales cuando salen en ataque o de hacer doblajes en los costados cuando el rival trata de hacer superioridad numérica por las bandas.
En algunos casos, Bucaramanga suma otro hombre para defender con nueve jugadores, incluido el portero, siendo Fabián Sambueza el que cumple esta función tratando de ayudar en la marca por los costados.
El entrenador venezolano marca con siete jugadores y deja en el ataque a tres delanteros con la intención de que el equipo contrario no pueda originar juego ofensivo con muchos hombres.
Al tener tres atacantes, el rival se ve obligado a dejar tres o cuatro defensores que se encarguen de cuidarle las espaldas y solamente puede atacar con seis hombres, quedando en inferioridad numérica.
Además, los tres zagueros centrales son muy buenos en el juego aéreo aprovechando su contextura física y su altura que tiene un promedio de 1.82 cm.
Por último, Bucaramanga cuenta con uno de los mejores arqueros del campeonato, que aparece cuando la defensa no logra contrarrestar los ataques rivales. Aldair Quintana ha sido clave en muchos partidos, manteniendo en cero su arco o realizando brillantes atajadas.