Ecuador le apostó a defender el 0-0 y al final le dio resultado. La Tricolor igualó con México, en el cierre del grupo B y con la división de puntos logró su clasificación a los cuartos de final de la Copa América.
La Tricolor mostró un fútbol deslucido, porque no está acostumbrado a dejar que el balón ruede por el mediocampo y apurar largos pelotazos para armar el contragolpe. No tuvo intensidad de juego, ni generación de fútbol ofensivo. No jugó a nada. No apareció el talento de Kendry Páez ni la gambeta de Jeremy Sarmiento, pero tampoco apareció Kevin Rodríguez, que era el jugador llamado generar zozobra, carecía del control básico del balón. No generó fútbol colectivo con Enner Valencia o con el mismo Jeremy Sarmiento.
Tuvo muchas complicaciones para pelear posición de balón con la defensa mexicana. Esta vez, Moisés Caicedo volvió a su posición de mediocampista central, porque Ecuador jugó al empate más que a buscar la victoria como sucedió en los partidos ante Venezuela y Jamaica, cuando siempre tomó la iniciativa.
El entrenador Sánchez Bas, que el día anterior había declarado que la Tricolor no saldrá a jugar al empate, pues lo que mostró en la cancha fue totalmente lo contrario. México, sin mayores argumentos técnicos, pudo encerrar al equipo tricolor en casi todo el segundo tiempo. Llegó en cuatro ocasiones consecutivos y sus delanteros se dieron modo para rematar a puerta, con pocos recursos técnicos.
Por varios pasajes del partido, hasta 10 jugadores de Ecuador estuvieron defendiendo en su área, porque el gol mexicano parecía venir. En el minuto 66 ingresó Alan Minda, para explotar su velocidad porque ni Kevin Rodríguez ni Kendry Páez podían salir jugando a cancha rival. Los mexicanos Orbelín Pineda y Santiago Giménez pusieron en aprietos a la portería ecuatoriana, pero encontró bien ubicado a Alexander Domínguez, quien estuvo presto para despejar el peligro.
En los 15 minutos finales ingresaron Carlos Gruezo y Angel Mena para reforzar defensivamente el medio campo y retener el balón, una misión que se consiguió a medias por la insistencia del rival. Los minutos finales se jugó con dientes apretados porque la Selección volvió a mostrar carencias. En cancha propia no podía mantener el control del balón y en ofensiva, armó dos contras que tampoco las pudo culminar en gol.
Con angustia y drama, Ecuador se mete entre los ocho mejores de la Copa América. El miércoles será rival de la Argentina de Lionel Messi.